Capítulo 14

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(Nota de Autora: Recomiendo que lean el capítulo mientras escuchan Good Years de Zayn)

— André, me quiero ir –le dijo Tori aún sin mostrar sentimiento alguno.

André lo dudó un poco y sin mirar a la cara a Vega, se agachó, tomó las llaves del auto de Beck y se las lanzó a un guardia, advirtiéndole que no le pasara las llaves al muchacho. Luego se dirigió hacia el auto donde Cat y Robbie seguían abrazados de susto.

— Vámonos Rojita, ya no podemos hacer nada más –le dijo a Cat acariciando su cabeza como si fuera un verdadero gato–, te puedes ir en el asiento del copiloto.

Al decirle aquello Cat trató de actuar feliz, pero era claro que su pena era más grande. Mientras Tori seguía parada en el mismo lugar, no sabiendo si caminar al auto de André o no, porque el muchacho jamás la miró a los ojos ni le dirigió su palabra.

Al subirse todos al auto, Robbie la llamó y derrotadamente la latina caminó hasta el auto del muchacho entendiendo lo que estaba pasando. Ya en el auto, subió sus pies descalzos al asiento y los abrazó, llorando en silencio por todo lo que pasaba, mientras Robbie le ofrecía una chaqueta. En el trayecto de tres horas y media nadie habló y solo se sentían los respiros de Tori al llorar.

Por otro lado, Jade no sabía qué hacer. Apenas si podía contener su pena al escuchar al muchacho llorar tan desconsoladamente y al saber que Tori sin siquiera despedirse se había marchado, ignorándola, enojada, molesta y con pena.

Pero no podía llorar en frente a todos los guardias.

— Todos, ¡largo de aquí! –les gritó a los muchachos del personal que con dificultad subieron al guardia herido al auto, y todos se marcharon de allí sin discutir las ordenes de Jade en ese estado de molestia. Solo quedaron Jade, Beck y los perros que merodeaban el auto tratando de reconocer el olor.

Así, Jade se acercó a Beck y le dio otro golpe. Esta vez en el lado de la cara que no había sido golpeada por Tori, pero definitivamente no con tanta fuerza como lo había hecho la otra chica. Luego de eso se sentó junto al muchacho, siendo acompañada luego por Peter y Lion. Beck se calmó al pasar de unos minutos y Jade pudo sentir el olor a alcohol que traía el muchacho.

— Por dios, Beck, ¿Cómo pudiste conducir por más de tres horas en ese estado? –le preguntó la muchacha asqueada por el olor.

— En realidad, no me demoré más de dos horas... –dijo el muchacho acariciando a Lion que apoyó su cabeza en el muslo del muchacho–, por lo menos hay uno en esta familia que sí me acepta.

Se quedaron en silencio unos minutos más.

— ¿Cómo supiste? –preguntó finalmente Jade–, sobre mí y Tori.

— Cat –fue la simple respuesta del muchacho–. ¿De verdad se acabó todo?

— Sí

— ¿Sí? ¿Eso es todo? –preguntó el muchacho enojado.

— ¿Y qué más quieres? ¿Una disculpa por sentir algo por Vega? –Jade se comenzaba a indignar al mismo ritmo en que Beck comenzaba a levantar la voz.

El muchacho volvió a callar, quedándose pensativo mientras seguía acariciando a la mascota.

— Lo lamento por el escándalo... –dijo entre dientes, y ya sin ánimos. Luego, con un poco de ánimo agregó;– ahora Marianne y tu hermano me odiarán más de lo que ya lo hacían.

Te amo de la Misma Manera...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora