Capitulo 15

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— ¡Vega! ¡Vega! –Jade caminó lo más rápido posible por el estacionamiento de HA hasta alcanzar a Tori que hace unos momentos se había bajado del auto de su madre.

Durante todo el domingo Jade estuvo tratando de contactar a Tori, pero siempre salía que tenía su pearphone apagado, y cuando fue a su casa de infiltrada se dio cuenta que no había nadie allí. Estaba a punto de colapsar y lo único que quería era poder hablar con Tori, no sabía qué iba a hacer arreglar todo el asunto,

Llegó al lado de la morena y pese a que la saludó, se sintió igual como si dos conocidos no cercanos se encontraran en la calle.

— ¿Qué sucede, Jade? –preguntó Tori indiferente, haciendo como si el fin de semana no hubiese existido en su corazón.

— ¿Podemos hablar? –le suplicó Jade en voz baja.

— ¿De qué, Jade? –miró su reloj imaginario antes de proseguir–, las clases están por empezar, creo que me debo ir.

— No, Tori... –la siguió sin importarle quien la mirase en esa situación–, te lo suplico, te necesito...

Y esa fue la gota que rebalsó el vaso.

— ¡Yo también te necesitaba! –le dijo Tori subiendo la voz, aunque no lo suficiente como para que se considerara un grito como tal –pero cuando me insultaba Beck lo único que hiciste fue quedarte callada y observar....

Jade estaba al borde de las lágrimas y sabía que si seguía discutiendo con Tori iba a ser imposible detener las lágrimas, así que la tomó del brazo y la arrastró hasta el cuarto del conserje muy al pesar de la otra muchacha.

— Vega, ¿por qué no me puedes creer? Intenté hablar con él un millón de veces... –Jade estaba demasiado frustrada, no sabía qué hacer... al final era Beck el único que se podía disculpar por la basura que dijo.

— Ya, Jade. No quiero hablar de esto ahora... hoy está el primer ensayo de la obra, deberías enfocarte en eso –trató de marcharse, pero la pelinegra la retuvo por la cintura, aprovechando de darle un abrazo por su espalda.

— Fui una imbécil, Tori. Lo reconozco, perdón –le dijo mientras la sostenía firme.

Tori solo suspiró con pesadez y le desató el agarre a Jade para poder salir de allí y cobrar un poco la respiración que por la tensión y angustia había perdido.

Una caja de plástico fue, lamentablemente, la víctima de la ira de Jade al ver a su novia marcharse por los pasillos del colegio sin darle una respuesta segura. ¿Estaba todo bien? No, claramente que no. Pero, ¿pero estaba todo mal? Mientras la morena se alejaba se había topado con Beck, y la mirada que intercambiaron no sugería ni odio ni rencor, así que literalmente no entendía nada de lo que sucedía.

Luego de unos minutos de haber deshecho todo lo que el armario poseía, se le acercó un muchacho de primer año para avisarle, con temor, que la directora había citado a los directores para una reunión de emergencia.

Al llegar a la sala de espera de las oficinas del colegio, se encontró que Beck estaba coqueteando deliberadamente con otra chica, rubia, alta y de ojos verdes, y ni se inmutó por la presencia de su ex novia. Simplemente negó con la cabeza y se sentó a esperar que Helen los atendiera.

Te amo de la Misma Manera...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora