XX. EL ERROR.

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Habían lanzado un explosivo.

Un maldito explosivo contra su caballo.

¡¿Qué estaba pensando la gente?!

Por supuesto que aquel detonante dejó a su animal aturdido, retorciéndose de los nervios en el preciso instante que Isaías arremetió contra él casi violentamente, enviándolo al suelo sin que Zayn pudiera reaccionar primero.

Fue un golpe certero contra su pecho, pero había sido trampa. La más pura y desgraciada de todas, no existía la menor duda al respecto.

De tener el control de su caballo, no hubiera perdido la batalla que claramente iba a ganar. Isaías no era tan bueno montando a caballo, a pesar de haber llegado a la final contra el mismo rey. Se tomó un momento para pensar que tal vez debió preguntar a los contrincantes del príncipe si notaron algo extraño al momento de competir.

Sin embargo, era muy tarde para cavilar en ello. Había perdido. Cruel y miserablemente, pero no podía hacer nada al respecto para cambiar la situación. Además, continuaba azorado por el estallido anterior como para tener ganas de levantarse y reclamar a todos.

¡Rey! ¡Rey! ¡Responda!

El monarca parpadeó, quitándose el yelmo mientras trataba de sentarse en el piso.

Todo le daba vueltas, ni siquiera reconocía a la persona que se encontraba frente a él, pero deducía que era Niall debido al borrón rubio que sus ojos alcanzaban a enfocar.

— ¡Zayn! — Oh, Liam.

Esperen, ¿cómo era posible que esa voz sí la distinguía, pero todo lo demás no? Qué más da, estaba lo suficientemente mareado como para preocuparse por nimiedades.

— Zayn, dios... — De alguna manera las manos del castaño estaban sobre sus mejillas, y eso causó que, al menos por unos segundos, se encontrará con la mirada preocupada de Liam. — Pequeño rey, ¿estás bien?

El monarca asintió, aunque una boba sonrisa cruzó por su rostro al oír dicho apodo.

¿Podía escucharlo toda su vida?

— Liam... — Atontado como nunca, apoyó la cabeza en una de las manos ajenas, dejándose llevar por sus instintos. Prácticamente le estaba pidiendo mimos a un chico en plena plaza pública, pero no podía importarle menos.

— Demonios, Zayn, estás sangrando...

¿Sangrando? No, no, él se sentía muy bien.

Quiso decirle eso cuando sintió las manos ajenas en su cabeza, presionando algún punto que hizo a Zayn gritar de dolor. Tal vez no estaba tan bien como su mente le hacía creer, pero es que tener a Liam tan cerca hacía que olvidara cualquier daño en su persona.

— Debemos llevarlo a la enfermería, Niall. Debemos...

— Cállate, Jesucristo, ¡y aléjate de él! — ¿Qué?

Liam frunció el ceño después de la respuesta que recibió por parte de Niall, sin entender a qué se debía ese trato. Lo empujó lejos del rey en el momento exacto que los otros caballeros llegaron, cargando a Malik para dirigirse hacia su carpa.

El rubio continuó ahí, ayudando a dispersar a la gente.

— Niall... — Llamó, y éste se volteó agresivo hacia su rostro. Liam no le tenía miedo, para nada; pero de todas formas la mirada hirviente del contrario le causó escalofríos.

— ¡Lárgate! — Estaba murmurando a gritos, sólo para él. — ¿No sabes lo que hiciste? ¡Tocaste a Zayn enfrente de todas estas personas! Lo peor es que el rey aceptó tu toque, como si fuera nada, sonriendo cual estúpido. ¿En qué estabas pensando? Si llegan a descubrir quién eres, si alguien habla; estamos muertos.

THE KINGDOM ♛ Z. M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora