XXII. LA RUPTURA.

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DEDICATORIAS:

niajho (en serio creí que estabas en el hospital, chau)

chloe_ziam

LxrryXZixm

KarenG324

shxxrxn

LeonardoPerdomo12 (sonríe, bebé).

***

Habían pasado dos días desde que Harry desapareció.

Dos días desde que Louis entró en una profunda desesperación.

Dos días desde que Liam se marchó.

Dos días llevaba Zayn con el corazón roto.

De cierta forma egoísta, estaba agradecido de que la búsqueda de Harry lo mantuviera ocupado desde que salía el sol hasta que los caballeros de la corte real tomaban la sabia decisión de volver al palacio. Aunque doliera aceptarlo, de noche el rastro se perdía y no había manera de localizar al rizado.

Sin embargo, entrada la luna, cuando el moreno desplomaba su agotado cuerpo sobre la cama y hundía la cabeza en la suavidad de sus almohadas, era el peor momento. Al no tener nada en mente, ésta misma se ocupaba de revivir cada pequeño recuerdo que vivió con Liam; desde que esos ojos osados lo desafiaron frente a todo el concejo.

¿Cómo pudo permitirse llegar tan lejos con el muchacho castaño? Él, entrenado durante toda su vida para que sus sentimientos no lo dominaran, había actuado por el más estúpido instinto que su corazón dictó. Cometió el error por el cual las guerras empiezan y los grandes líderes son derrotados: enamorarse.

Aunque, ¿en verdad lo estaba? ¿Se enamoró de Liam? Hizo una mueca, incluso pensar su nombre le dolía hasta lo más profundo de sí mismo. Entregarse al amor era un acto suicida.

— ¿Rey?

Parpadeó un poco, tratando de regresar nuevamente al lugar donde se encontraba el presente.

Fue en ese momento que se percató de lo que estaba haciendo, o, mejor dicho, de lo que intentó hacer. En sus manos reposaba los cintos que ataban la silla de su caballo, y recordó vagamente que pidió al joven aldeano que le diera permiso de ocuparse por su cuenta para mantener los recuerdos alejados.

No lo logró.

Giró un poco su cuerpo para encontrar a Niall, el rubio caballero quien le sonreía con una sonrisa cansada, comprendiendo en su totalidad el dolor que el monarca experimentaba.

Niall, quien convenció a los indecisos caballeros para que lo ayudaran en el rastreo de un simple sirviente. Niall, quien se quedaba despierto hasta que el rey conciliaba el sueño. Niall, su mano derecha, su fiel amigo, él único que no juzgaba las decisiones que tomaba, pero tampoco las apoyaba del todo.

— ¿Está bien?

Entre ellos existía una confianza de años para hablarse sin protocolos, pero no estaban lo suficientemente solos para tratarse con esa camaradería de siempre.

— Lo estoy.

En los ojos azules del contrario halló la duda, pero no cuestionó más antes de hacer una reverencia y retirarse para seguir ocupado de su propio corcel.

THE KINGDOM ♛ Z. M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora