XXVII. LA VERDAD.

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DEDICATORIAS:

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Preparen los pañuelitos, xoxo.

***

Niall lo había repetido una y otra vez mientras liberaban a todos los prisioneros, en su mayoría mujeres, de los diferentes pisos que el castillo Middleton tenía. Lo gritó incluso cuando ya estaban afuera, protegidos por el escondite que la misma guardia real de Zayn les asignó, y se encargó de repetírtelo una última vez mientras le entregaba el arma blanca como protección.

No hagas ninguna tontería — dijo. — Porque si haces una tontería, Zayn me matará y yo te mataré a ti, y créeme, lo voy a disfrutar.

Estaba totalmente seguro de que las amenazas por parte del rubio eran creíbles. No parecía un hombre que daba su palabra sin saber que la cumpliría después, no por nada era el primero al mando.

Entonces, si Liam era consciente de todas esas cosas, y si se consideraba tan inteligente como los maestros de las pequeñas escuelas a las que asistió le decían que era, ¿por qué demonios se hallaba corriendo por los pasillos del enorme palacio para encaminarse a su posible muerte?

El corazón del castaño lo había abandonado hace mucho, al igual que toda su cordura. Sólo tenía un pensamiento en mente, mientras sostenía el cuchillo por la parte segura, ayudar en lo que fuera necesario para salvar a El reino.

No, para salvar a Zayn.

¿Por qué seguía mintiéndose? Estaba bastante cansado de pelear contra su propia cabeza, tratando de razonar que enamorarse del rey era un nivel más alto de desobediencia y rebeldía que ni siquiera él cruzaría por sus propios deseos emociones.

Dobló en la esquina y siguió corriendo, importando poco que cada músculo de su cuerpo doliera por el esfuerzo sobrehumano que necesitó toda la semana para sobrevivir. Su rutina, sencilla; golpes en la mañana y golpes para dormir. Su comida, básica; pan y agua. ¿Lo demás? No había más, ese era el punto.

Afortunadamente, de alguna manera los guardias siempre se arrepentían antes de perjudicarlo de por vida, alegando que aquellos actos no podían cometerlos sin romper las leyes.

Por supuesto, el mismo Isaías se encargaba de golpearlos por su desobediencia, amenazando a Liam con traer el próximo amanecer a un caballero de su guardia que en verdad le hiciera daño. Eso nunca pasó, y no estaba seguro de a qué Dios rezarle por su buena fortuna.

THE KINGDOM ♛ Z. M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora