~Primer Amor~ [Hiro & Tú] [Terminada]

Extra (¿Lemmon?)

Nunca he escrito estas cosas y sinceramente no espero que me salgan de maravilla.

___:

Hiro me tomó de las mejillas y estampó sus labios contra los míos mientras torpemente nos dirigíamos a su cama. El calor corporal de nuestros cuerpos estaba aumentando y no sentía pena de decir que en realidad quería que estuviera dentro de mí. Caímos a la cama, él encima de mí. No tardó en meter sus manos dentro de mi camiseta y luego las adentró en mi sujetador. Su lengua se movía deliciosamente junto a la mía, mientras sus manos apretaban todo a su gusto. Mi playera había desaparecido antes de entrar en la habitación. Los dedos de Hiro apretaron mis pezones y no pude evitar soltar un gemido entre sus labios, cosa que obviamente le hizo sonreír. Sus manos me rodearon el cuerpo hasta llegar al broche de mi sujetador, batallando contra éste durante un rato. Una vez lo quitó, se echó hacia atrás unos segundos para mirarme los pechos, ya lo había hecho veces anteriores, pero seguía sonrojándome. Hiro me sonrió, inclinándose y con sus labios atrapando uno de mis pezones. Me mordí el labio para evitar jadear. Su dedo índice y pulgar torturaban el otro, pellizcándolo y apretándolo de una manera que me resultaba excitante. Su boca seguía en mi pezón izquierdo, que estaba rojo debido a la excitación que tenía encima. Su lengua se movía alrededor de mi aureola provocando que mis gemidos se intensificaran aún más. Cuánto más me retorcía debajo de él, podía sentir cuán duro estaba. Mi mano se dirigió a su entrepierna y palpé su miembro por encima de sus pantalones, un gruñido escapó de su boca cuándo hice eso, mientras pasaba a mi otro pecho. Mi mano también estaba algo inquieta, también quería que se sintiera cómo yo. Hiro se entretuvo un rato más en  mis pechos hasta que levantó su vista de nuevo y me besó la boca, sus labios se sentían más cálidos y húmedos que antes. Su mano derecha fue a mi falda, la cuál quitó con gran facilidad. Le mordí el labio cuándo sentí que sus dedos se movían sobre mi ropa interior. Hiro se quitó las únicas prendas que le quedaba encima, sus pantalones y bóxer,  dejándome tener una perfecta vista de su miembro, me dio una sonrisa tímida antes de quitarme las bragas. Me mordí el labio cuándo lo noté acercarse. 

- T-tú, sólo dime cuándo duele, ¿s-sí? y yo pararé. -asentí con la cabeza, nunca antes había sentido esto y me encantaba.

Hiro se adentró suavemente, sentí un dolor que me obligó a cerrar los ojos fuertemente, más sin embargo no omití sonido. Cuándo me acostumbré, hablé: - Muévete. -una oleada de placer hizo que dejara el dolor atrás, Hiro se movía tan deliciosamente que lo tomé de los hombros para pegar mis labios a los suyos fuertemente. Me sentía condenadamente bien. Hiro abrió sus ojos luego de un rato, sonriéndome, y se separó de mí. Nuestras agitadas respiraciones hacían eco en la habitación.  

- ¿Segunda ronda? -cuestionó con una sonrisa. Asentí, dejándome llevar de nuevo.

Parte uno