~Primer Amor~ [Hiro & Tú] [Terminada]

Extra (¿Lemmon?)

- Hiroo... -resoplé. Mi novio ni siquiera me miraba. Estaba con la mirada fija en la computadora frente a él. Quise provocarlo, así que me quité las prendas hasta quedar en ropa interior. 

Al verme, el pelinegro se sonrojó hasta las orejas y tragó duro, recorriendo mi cuerpo con sus ojos sin ningún pudor. Sonreí, acercándome.

- Anda, quiero jugar un rato. -dije en su oído, antes de morder el lóbulo de su oreja. No hubo respuesta. - Está bien si no quieres. -caminé de nuevo hasta dónde estaba la ventana para luego sentir las ruedas de la silla desplazarse. 

- Ganaste. -habló él, noté que su pantalón tenía un bulto y se había quitado la camiseta. Sonreí, sentándome justo encima de su erección, provocando un lindo gruñido. Lo comencé a besar sintiéndome realmente atrevida. Tomé sus manos y las llevé a mis pechos, Hiro apretó sin ningún tipo de pudor. Cuándo quitó sus manos, aproveché que sus ojos estaban cerrados y me quité el sujetador con cuidado de que no se diera cuenta. Me mordí el labio mientras dirigía su mano de nuevo, esta vez a mis pechos desnudos. Los ojos de Hiro se abrieron de par en par al sentir mis pezones, pero no se quejó, simplemente comenzó a toquetear, sin dejar de lado el beso, dirigí mi mano hacia su miembro y ceñí mi mano a él, dando un apretoncito que hizo que Hiro pellizcara mis pezones con más fuerza, dí un gritito de dolor. - Creo que te lastimé, deja que lo arregle con mi boca. -habló coquetamente al separarse de mis labios, bajó su boca a mis pezones, lamiéndolos. Se entretuvo en el izquierdo, el cuál succionó con tanta fuerza que me hizo gemir, echando mi cabeza hacia atrás. Llevó su mano al otro pezón, mordisqueando y lamiendo éste cómo si fuera un helado. Mi mano estaba en su miembro mientras comenzaba a adentrar las manos en su bóxer, acariciando todo lo que mi mano tocaba. Hiro, con su mano libre, comenzó a hacer presión con su mano en mi pecho. Separó sus labios de los míos para quitarse el pantalón, llevándose consigo su bóxer. La única prenda que separaba nuestras intimidades era mi ropa interior. Lo besé con fuerzas, metiendo mi lengua dentro de su boca., mientras restregaba mis pechos en el suyo y movía mis caderas hacia adelante y atrás encima de su miembro. Hiro se corrió, manchando mi ropa interior. - Se ha ensuciado, mejor quítatela. -habló pícaramente, llevando sus manos al elástico de mis bragas, deslizándolas por mis piernas. Lo siguiente que hizo fue adentrarse en mí, cerré los ojos fuertemente, aún no me acostumbraba a aquella rara sensación, pero luego todo se volvía hermosamente mágico. Seguimos besándnos mientras Hiro daba pequeñas estocadas, hasta que le pedí que fuera más rápido y todo se descontroló. Mi respiración estaba más allá de agitada y mis ojos estaban realmente bizcos. Nos separamos unos segundos después, quedándonos abrazados y tratando de regular nuestras respiraciones. - Eso fue maravilloso, admítelo. -me reí ligeramente antes de apoyar mi mejilla en su hombro. 

Parte tres