-Buenos días papi.– Me senté frente a él, ya tenia mi plato de fruta frente a mi.-Buenos días, Princesa- Beso mi mejilla.
- ¿y como te fue ayer en tu trabajo?- le dije mientras me comía un pedazo de mango.
- Muy bien y a ti.- me dijo sonriendo.
- Al principio muy mal, después de salir de mi castigo del instituto mejoro.
- ¿ya le hablas a Camerón?- me dirigió una mirada seria.
- Te dije que jamas le hablaria o seria mi amigo.- le dije girando los ojos.
- Si se que lo dijiste pero nada pierdo en tratar- sonrió burlon- Por cierto ¿Que dijo cuando le distes el dinero?
MIERDA!! El dinero.
-Ah.. Nada dijo que gracias– le dije tratando de sonar seria.
- Genial, dile que no hay de qué me tengo que ir cuídate y hablamos luego te quiero princesa- me dio un beso en la mejilla y se fue.
Mire el reloj y apenas eran las 7:45 , para mi aun era temprano, termine de comer mi fruta picada por el mejor padre del mundo y me fui faltando 10 minutos, llegue justo a tiempo a el instituto, con una sonrisa victoriosa en mi rostro por no a ver llegado tarde entre por la puerta y Camerón y de nuevo la señora estaban esperando, pero que coño no tienen una vida fuera de esto o que? No podía ser yo la única en llegar siempre tarde,
Camine hacia ellos y al ver a Camerón recordé la pesadilla de sueño que tuvo,"si claro que pesadilla"- mi subconsciente ataca de nuevo, si una PESADILLA eso fue.-Hola! ¿Que haremos?- dije sonriendo.
-Lo que tu quieras, yo estoy disponible las 24 horas del dia!- Camerón sonrió burlon.
-Contigo no hago nada! Primero lo hago con un perro!- bum nena le di donde mas le duele " ahora como esta tu ego nene"
– Si así lo prefieres te traire a chucho creo que lo mire cuando iba entrando– Mi cara de horror seguramente fue lo que lo hizo reírse para después respirar y limpiar lágrimas imaginarias– Bueno ahora limpiaran el patio de atrás de la escuela- dijo mientras se dirigía un salón.
-Pff!- dije mientras caminábamos hacia la parte trasera de la escuela, yo opte por barrer las hojas que estaban secas en el piso y Camerón las hachaba en una bolsa, vaya creo que amaneció de buenas Poes ni quito la sonrisa de estúpido por un rato, hasta que grito-
–¡TIENES UNA ABEJA! ¡No te muevas!- dijo mirandome, claro a mi me encantaban las abejas, no, no las odiaba les tenia un terror.
-QUEEEEE!- comenze a correr, pase por enfrente de Camerón quien solo reia.– QUITAMELAAAAA!-carcajeo mas fuerte- ¡eres un idiota pero si me pica a mi te pica ati!– corrí hacia el y me lance a abrazarlo no de esa manera cariñosa.
-Jajaja ya quitate era una broma– no dejaba de reirse.
-¡QUEEE! Con eso no se juega me pudo dar un infarto y tu solo riendo- me enoje y le di la espalda era un imbécil, seguí mi labor.
Después de eso Camerón solo me miraba burlón o solo le dirigía una mirada enojada, terminamos el patio trasero y la señora de la limpieza nos dijo que podríamos tener un descanso que fueras a comer donde quisiéramos en 40 minutos tendríamos que estar de regreso, antes de salir del instituto Camerón me alcanzo.
- Molly, vale lo siento no fue mi intención hacerte enojar.- dijo mientras caminábamos en dirección a nuestro autos.
- Como sea Camerón- conteste seca.
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El accidente perfecto #EAP(Libro 1)
Roman pour AdolescentsQuien diría que tan sólo con 18 años podía tener una vida tan complicada donde los corazones rotos la soledad en el alma y las mentiras tomarian primer lugar en la vida de Molly Anderson quien jamás imagino que llegaría a doler tanto ser salvada por...