Capítulo 3.

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Luna



Ahora sí que estaba confundida, ¿acaso estoy haciendo algo malo? No lo sé, mis padres siempre me dijeron que no debía hablar con extraños, pero mucho menos irme en un auto con uno. Hay algo que me ha hecho permanecer tranquila, debo admitir que el chico me atrae, pero debe ser muchos años mayor que yo y no lo conozco de nada.

― ¿Qué pasa nena? ―su voz hacia que miles de corrienticos pasaran por mi cuerpo, ¡ay no! Debió notar mi cara de pánico.

―Uh, nada. Cruza por la derecha ―le indique por donde vivía. ¡Ay no! ahora sabrá donde vivo, el pánico se hacía más fuerte en mí. Él cruzo y pronto nos encontramos con mi gran casa.

―Es esa de blanco ―le indique, no me preocupaba que mis padres me vieran, todo el tiempo estaban trabajando. Estaciono su camioneta en frente y estaba lista para bajarme cuando puso el seguro de adentro y el seguro de niños.

― ¿Cómo se dice? ―pregunto con una sonrisa.

―Gracias.

― ¿Gracias qué?

―Gracias Dominik, por traerme.

―Respuesta incorrecta. Llámame "daddy"

― ¿Qué? No, que estupidez ―me cruce de brazos, esto era algo absurdo.

―Pues tampoco saldrás de aquí.

―He tenido suficiente, me estas acosando. ¿Cómo es tu nombre real? ¿Por qué tienes una obsesión con que te llame "daddy"? ¿Cuántos años tienes? ¿Quién te dio información sobre mí? ¿Dónde estudias o... trabajas? ―hable muy rápido y sentía como el corazón quería salir de su lugar.

―Ahora ¿quién acosa a quién? ―su sonrisa era encantadora.

―Ya ves, eres una pequeña―hablo. ―Pero está bien, te responderé todas tus preguntas―dijo y yo suspiré. Dominik puso su mano en mi muslo izquierdo, me estremecí pero no aparte su mano.

―Mi nombre real es Dominik Gray, tengo veinticuatro años y tu quince ¿Eso es correcto? ― Yo asentí, aún estaba confundida, y vaya que parece de menos edad, pero aun así... Me atrae. ―Tú, tú me diste información sobre ti, y soy el jefe de una compañía de autos, a tu servicio.

― ¿Yo? ―ahora si estaba demasiado confundida.

―Sí, tú. Estabas borracha y tus amigas también, parecía que hubiera sido la primera vez que lo estabas, me diste tu número, tu nombre, el nombre de tu colegio, tu edad, cuando vi a un grupo de niñas ahí, me incomodo ¿Qué hacían niñas de esa edad en ese lugar? Pero cuando te vi no tuve duda de que serías para mí―ahora sí estaba echa un lio, nota mental: No emborracharse, ni mucho menos aceptar la invitación de mis amigas cuando me digan que tienen identificaciones falsas para entrar a un club.

―No me digas que... ¡Te aprovechaste de mí! ―Dominik retiro su mano de mi muslo y me sonrió, por alguna razón quería que volviera poner su mano ahí.

―No pequeña, no haría eso ―abrió el seguro, pero yo no escape.

―Bueno, gracias. Debo irme.

― ¿Y mi besito princesa?

―Uhm ―me sonroje al mirar sus tentativos labios, pero no. Debo ser fuerte. Abrí la puerta y sentí que mi falda estaba enrollada en mi corto short. La baje de inmediato y me di la vuelta avergonzada. Definitivamente hoy no es mi día.

―Wau, tienes un culo hermoso―mis mejillas se sonrojaron, le saque el dedo medio. ―Tendré sueños mojados esta noche ―finalizó Dominik, y se fue. 

I will be your daddy (Dylan O'brien)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora