I will be your daddy (Dylan O'brien)©

Capítulo 2.

Luna

Salí de la última clase después de escuchar el último timbre que indicaba que era hora de ir a casa.

― ¿Qué harás hoy? ―pregunto Jack cuando salimos del instituto.

―Uhm, nada. Creo ―dije insegura. Jack me agrada, es muy guapo y popular entre las chicas, pero no conozco la verdadera intención por la que está interesado en mí.

― ¿Quieres ir a comer?

―Eh, te diré luego.

―Te escribo apenas llegue ―Jack me guiñó el ojo y se despidió de mí con un beso en la mejilla.

Mientras se alejaba, me quede a las afuera del instituto esperando a mis amigas, pero mi celular vibró por la llegada de un mensaje.

Mensaje nuevo.

Dominik: El culo se te ve tan bien con esa falda.

Mi corazón dio un vuelco, estaba paralizada, asustada y confundida. Cuando pude reaccionar mis manos temblorosas teclearon una respuesta.

Yo: Tú, ¿dónde estás?

Mire a todos lados pero no pude ver a nadie, además nunca lo había visto. Seguía siendo un desconocido para mí, tuve que haberlo bloqueado.

Dominik: Observándote.

Yo: ¿Sabes que puedo denunciarte? Decirle a alguien que me estas acosando.

Dominik: No lo harás, porque también te atraigo.

Yo: Claro que no.

Visto a las 3:30 PM

Metí mi celular en mi falda y me pase las manos por el cabello nerviosa. Al fin salieron mis amigas.

― ¿Qué te paso? ―Valeria pregunto.

― ¿A mí? Nada ―sonreí nerviosa.

―Estás pálida ―hablo Jane con su asentó británico. Negué con la cabeza, mi celular vibró así que lo saque del bolsillo otra vez.

Dominik ha enviado una foto. (Multimedia)

¡Dios! Al abrir la foto pude sentir como mis mejillas se tornaban rojas, era una foto de Dominik y su maravilloso abdomen. Pero, esperen... ¿Qué tal si no es él? Además era un chico mayor que yo, que ni siquiera conocía, podía ser un violador. Guarde mi celular y recogí mis cosas, aproveche que mis amigas hablaban para echarme poco maquillaje, debía tapar mis mejillas rojas. Un auto se había parado a mi lado sin que me diera cuenta, mire hacía el auto y por poco me desmayo, era el chico de la foto, ósea Dominik. Si es que se llama Dominik.

― ¿Lo conoces? ―pregunto Valeria con un tono de voz muy alto. ―Está bien guapo ―susurro, pero lo pudo escuchar hasta Dominik.

―No- Yo. No ―tartamudeo.

―Si me conoce ― ¡Diablos! Su voz era tan sexy.

―Nosotras nos vamos ―dijo Jane.

― ¡Esperen! Me voy con ustedes ―dije nerviosa.

―Yo te llevo ―hablo el chico que sostenía el volante del carro con una sola mano.

―No... ―Mi voz era casi inaudible, mis amigas se encogieron de hombro y comenzaron a caminar después de dejar un beso en mi mejilla y una mirada de picardía. Yo no sabía si correr, llamar a la policía, o subirme al auto con ese sexy chico. Puede ser un violador. Dominik abrió la puerta de la camioneta negra y pude notar lo alto que era, me sentí como una niña pequeña encerrada, note que mi cabeza a penas y alcanzaba su pecho, yo no era tan bajita pero tampoco era alta.

―Vamos te llevaré a tu casa, sabes que quieres.

―De-debo irme ―dije bajando la mirada, estaba muy bien vestido este chico.

―No te haré nada, no te voy a violar. Aunque quisiera ―Su última frase me hizo sonrojar otra vez.

―Quiero irme a casa ―me estaba comenzando a desesperar y eso no es bueno.

―No dejaré que te vayas sola ―su tono de voz era tan autoritario pero yo ya estaba abrumada.

― ¡Quiero irme a casa! ―exclame como niña pequeña y me ruborice una vez más, creía que no estaba bien subirme a un auto con un desconocido el cual estaba terriblemente sexy.

Me senté en la orilla de la calle como en señal de que no iba a ninguna parte con ese hombre, nunca me había pasado algo como esto y estaba muy asustada. Apreté mis ojos, pero los abrí enseguida, Dominik también se sentó en la orilla de la calle.

―No te haré daño, cariño ―su voz me inspiraba más confianza. No respondí.

―Me quiero ir sola...

―Te juro que no te haré nada, además tus amigas ya me vieron, vieron mi auto y todo. Vamos, no seas tan desconfiada ―No tenía más opción. Dominik se levantó y me extendió la mano, yo se la di y me levante también, él tenía mi mano mientras caminaba al puesto de adelante y me sentaba en el asiento de copiloto.