I will be your daddy (Dylan O'brien)©

Capítulo 15.

Luna.

Me levante muy temprano al recordar que daddy estaba de cumpleaños hoy, sabía que estaba en su trabajo, así que quise darle una sorpresa. Me senté en la pequeña mesita que había en mi habitación, tome hojas y colores y comencé a pintar a daddy y a mí, arriba escribí con color rosado un: Feliz cumpleaños, daddy. Quería a Dominik y lo quería ahora porque lo necesitaba, me gustaba tenerlo y no lo iba a perder.

Después de unas horas yo estaba bañada y con un traje para estar en casa, de color rosado. Me arreglaría para la fiesta de Dominik más tarde; baje a la cocina y allí estaba la empleada de limpieza arreglando todo para la fiesta de daddy, había una que otra persona decorando y algún otro en el jardín.

—Buenos días, señorita Luna—dijo una amable señora.

—Buenos días —dije con timidez y me sonroje un poco, no sabía que estaban aquí.

Ella siguió con lo que estaba haciendo, daddy me había dicho hace unos días que no debía preocuparme, sus empleados eran privados y no podían decir sobre con quien vivía daddy o con quien no.

Escuche la puerta que conectaba a la sala con el garaje y salí corriendo entre risas, cuando vi a Dominik me puse tan feliz.

— ¡Daddy! —grite de alegría mientras él se acomodaba la corbata y el saco, me encarame en él enrollando mis piernas alrededor de su cintura.

—Hola, pequeña —dice y rió.

— ¡Daddy! ¡Daddy! —hable muy rápido, Dominik seguía riendo.

—Calma amor.

— ¡Feliz cumpleaños! —me sonroje y escondí mi cara en su cuello.

—Gracias bebé —papi beso mi cachete y me baje de su cintura. Me tomo de la mano.

— ¡Daddy! Tengo algo para ti.

— ¡Oh! Ya quiero ver que será —jale a Dominik de la mano y subimos las escaleras; llegamos a mi habitación y corrí hacia mis dibujos, se los entregue con timidez y escondí mis manos atrás de mi espalda. Dominik los miro por unos segundos y luego se agacho a mi altura.

—Te amo —dijo y por una vez sentí tanta emoción, mi corazón bombeaba sangre muy rápido y mis mejillas estaban rojas. Me acerque a él y lo abrace.

—Yo a ti —dije cuando mi cabeza estaba enterrada en su cuello oliendo su perfume, había dejado el rol de pequeña niña por un momento y hable como una joven. 

Después de unas horas de charlar, comer y ver películas se estaba haciendo hora de que los invitados llegaran.

— ¡Luna! —hablo Dominik con un vaso con chocolate en la mano y con su abdomen marcado al aire libre.

— ¿Qué pasa, daddy? —hable muy rápido, temía de que me regañara.

—Tranquila cielo, sólo que es hora de cambiarse —rió Dominik.

—Está bien — Dominik me dio su mano y juntos nos dirigimos al baño, daddy me iba a bañar para luego cambiarme, yo confiaba en él; me quito mi vestido y preparó la bañera con burbujas como a mí me gustaba; metí primero un pie y luego el otro, daddy comenzó a enjuagar todo mi cuerpo mientras yo jugaba con mi patito hule.

Dominik se cambió y yo también, me puse mi vestido negro y unos zapatos medio altos, poco maquillaje y llevaba mi cabello rizado.

— ¡Wow! Qué hermosa mi niña —me sonroje y lo abrace.

—Tú también estas guapo, daddy —sonreí con timidez.

Todo estaba preparado, salimos al garaje y nos dirigimos a la fiesta de Dominik, que sería en un restaurante.