¿Quién es él?

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Kageyama caminaba de un lado a otro en el pasillo frente a la puerta de la habitación en la que se encontraba Tsukishima, adentro el médico hacia una serie de exámenes al rubio para ver el estado del chico ya que recién había despertado luego de pasar dos semanas en coma.

Ya puedes pasar –le dijo una enfermera─.

Tobio ingreso feliz de ver a su esposo despierto y hablando lo más normal con el médico, se acercó al rubio tomando su mano.

Bien al parecer está todo bien, no hay secuelas notorias igual deberá quedarse un día más en observación –el letrado explicaba al azabache─.

Gracias doctor –Tobio se despedía del médico, para volver a tomar la mano de su pareja─.

Esperé doctor –el rubio era quien algo asustado detenía al hombre de bata blanca─. ¿Quién es él?

Tanto el doctor como Kageyama se miraron sorprendidos antes de volver la vista hacia el rubio quien los miraba entre asustado y confundido.

Tsukishima ¿no lo recuerdas? –el médico volvía sobre sus pasos para revisar una vez más al rubio─.

Kei soy tu esposo, no bromees quieres –Tobio algo preocupado pasaba su vista del médico al rubio y de vuelta─.

Tsukishima ¿Qué es lo que recuerdas de tu vida? –con una linterna el doctor alumbraba los orbes dorados del rubio─.

Emm estoy en la escuela de leyes aún vivo con mis padres y soy el prometido de Kuroo-san –el rubio repetía cada palabra confundido ante las miradas atónitas de los dos hombres que lo miraban─.

Debemos hacer más exámenes pero por lo que puedo notar tiene amnesia de corto plazo al parecer se olvidó los últimos años y por ende se olvidó de usted –el doctor ahora se dirigía a Tobio quien aún en estado de shock no entendía que sucedía─.

Kageyama se acercó al rubio volviendo a tomar las manos de éste entre las suyas apretando su mandíbula ante las palabras del médico, Kei por su parte lo miraba tratando de comprender lo que sucedía era su culpa acaso el olvidarse porque no podía acordarse de este pelinegro que lo sostenía como si él fuera lo más frágil del mundo. Tobio paso saliva para explicarle a su pareja lo sucedido.

Kei tuvimos un accidente de auto, tú recibiste la peor parte ya que no llevabas cinturón permaneciste dos semanas dormido hasta hoy, y yo, yo soy tu esposo hace dos años que estamos casados –Tobio bajo apenas la mirada como si decir eso fuera robarle algo al rubio─.

Kei lo observaba incrédulo pero luego fijo la vista en su mano izquierda viendo la pequeña argolla dorada que llevaba en su anular, por lo que pensó debe ser cierto, entonces porque no recuerdo...

Kageyama llevaba en su mano un bolso con ropas pertenecientes a Kei, ese día le daban el alta al rubio y podrían regresar a casa juntos, su corazón daba brincos de alegría por el hecho de volver a pasar las noches junto a su pareja a pesar de lo de su memoria Tobio estaba seguro que una vez que el rubio volviera a ver su casa y se familiarizara nuevamente con su trabajo sus memorias surgirían tarde o temprano.

Al llegar al cuarto del rubio pudo escuchar la voz de la madre de Kei sorprendido al encontrarse a la mujer Tobio entro y saludo de la mejor forma que su respeto le permitía.

Oh Kageyama-kun ¿Cómo estás? –la mujer miraba a Tobio con un aire de superioridad─.

Kaede-san, es raro verla por aquí –Tobio sin inmutarse ante el obvio desagrado de la mujer solo movió la cabeza en un gesto amable─.

Yo la llamé –Kei habló para evitar la atmosfera que se creaba entre su madre y el chico que dice ser su esposo─.

El azabache solo miró a Kei comprendiendo la situación, Kei no recordaba nada de lo sucedido con su madre por esa razón fue lógico que lo primero que hiciera es llamar a su progenitora.

Kei te traje ropa limpia para que te cambies –Tobio le extendía el bolso con las prendas─.

Gracias, podrías por favor esperar afuera –el rubio avergonzado por que Tobio lo vea cambiarse─.

Pero, está bien esperaré afuera –Tobio había visto mil veces el cuerpo desnudo de su pareja pero debía soportar que ahora Kei no lo recordaba por lo tanto era normal que sintiera pudor─.

Mientras Tobio aguardaba en el pasillo fue llamado por el medico encargado de la recuperación del rubio, el letrado le explico que debía ir lento sin obligar los recuerdos de Kei que estos volverían en la medida que su cerebro vaya sanando, un tanto desesperanzado Tobio volvió al lado de su pareja para poder ir a casa con él.

La madre del rubio se despidió de ellos diciendo que pronto iría a verlos, Kageyama solo guardo silencio sin hacer ninguna expresión, llevó las cosas de Kei al auto y se dispuso a conducir hasta su casa.

Su departamento estaba en el primer piso de un edificio era algo pequeño pero lo suficiente espacioso para dos personas consistía de dos habitaciones una cocina comedor y el baño con una tina del tamaño justo para que una pareja pueda compartirla, Tsukishima entró y comenzó a observar para todos lados todo en ese lugar le era desconocido se preguntaba cómo es que termino viviendo en lugar así cuando su antigua casa era una mansión de más de 5 habitaciones, miro hacia una pared en donde estaban a modo de colaje colgadas fotos donde se lo veía sonriendo junto a un Kageyama quien también sonreía, en otras con típicas caras de bromas junto a un grupo de amigos miraba detenidamente cada foto y en sus adentros comenzaba a irritarse con el hecho de que se veía feliz pero sin embargo ahora no recordaba nada de ello.

Quieres dormir mientras preparo la cena –Tobio lo trajo de su nube mostrándole un rostro apacible, el rubio lo miró perdiéndose en sus orbes azules─.

Si iré a descansar, ¿Cuál es la habitación? –Tsukishima indagaba frente a amabas puertas cerradas─.

La de la derecha es tu estudio, la de la izquierda nuestra habitación –Kei miró a Tobio con un dejo de temor cosa que el azabache no paso por alto─. No te preocupes, por ahora dormiré en el sofá.

Tsukishima hizo un gesto con su cabeza a modo de agradecimiento y se adentró en la habitación abrió el armario en busca de ropa pero todo le era extraño como si nada de lo que hubiere en ese lugar fuera parte de él, recostó su frente en la fría madera de la puerta del armario y se maldijo cerrando fuerte sus ojos paso unos minutos en esa posición hasta que tomó una camiseta de vóley que reposaba en una silla y unos pantalones deportivos que también se hallaban en esa silla luego miró hacia una pared había otra foto junto a Kageyama pero en esta ambos vestían trajes de gala él llevaba uno blanco en cambio Tobio llevaba uno azul oscuro la foto los mostraba de perfil ambos descansaban con su frente en la del otro era una linda foto pero él no la recordaba, él se había olvidado de todo.

Patético, una y otra vez se repetía en su cabeza antes de caer dormido.



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Yei primer capítulo de esta historia, 

Esta pareja la amo y surgió de un rol que tengo 

y como también amo la película junte dos amores je.

Estero les guste y comenten yei 

sin mas me despido.

Byes.

Nami.

Y si me olvido de ti.Where stories live. Discover now