La verdad.

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La mañana llegó más rápido de lo que esperaba, desayunó tranquilo de tanto en tanto sus ojos se desviaban hacia la carpeta que aun yacía en la mesa; dio un último sorbo a su vaso de leche tibia antes de tomar la carpeta junto a las llaves de su auto, llenó el plato del minino con alimento y salió en dirección del bufete del abogado de los Tsukishima.

El letrado le recibió gustoso por no tener que apelar ni hacer todo un trabajo extra si Kageyama se negaba a firmar los papeles.

─ Perfecto con esto está todo listo, los presentaré a la corte y serás avisado de la fecha en la que se realice la firma por parte del juez.

Tobio solo asintió dándole una última mirada a los papeles, ahí estaba el final de su historia ahora solo quedaba dar un paso a la vez y aguardar para que el rubio así como salió de su vida, saliera de su corazón.

Tenía práctica en el equipo por lo que solo manejo hasta el gimnasio sin pensar en nada, aunque dolía debía seguir; se estaba cambiando por sus ropas deportivas en cuanto una estridente voz lo saco de su silencio.

─ ¡Yahooo Tobio-chan! –el castaño saludaba con su típica sonrisa─ al fin has vuelto a la práctica, ya era hora.

─ Oikawa-san, si he vuelto la vida sigue ¿no?

─ El otro día iba justo a tu casa y me topé con Mr. Refrescante en la puerta ─el mayor hablaba mientras comenzaba a calentar junto a Tobio─ ¿Sucedió algo?

─ ¿Mr. Refrescante? Ooh te refieres a Suga-san, es alguien que me ayudo cuando estaba mal; es una buena persona.

El castaño le miro de reojo comenzando a trotar junto a Kageyama─ Si lo parecía pero aun no me has dicho que sucedió.

─ Ese día vino el abogado de Kei, con los papeles de divorcio ─hizo una pausa antes de seguir hablando─ ya los firme.

No dijeron nada más, siguieron con lo habitual de la práctica Tobio todo el tiempo intentaba solo fijar su mente en el balón tratando de no pensar en nada; pudo lograrlo poniendo más empeño en sus levantadas en el partido que tuvieron. Al culminar se dirigió con el resto del equipo a las duchas, allí solo dejando que el agua recorra su piel desnuda recién entonces se permitió pensar en lo sucedido apretó su puño cerrando fuerte los ojos evitando que las lágrimas pudieran amenazar con escaparse.

─ ¿Estás bien?

─ Ushijima-san, si estoy bien no se preocupe ─Tobio se terminaba de secar el cabello aun con el torso desnudo.

─ Kageyama, de ahora en más concertarse solo en el juego será lo mejor ─el peli oliva también terminaba de vestirse─ soy incapaz de saber qué es lo que sientes ahora pero creo que puedes superar los malos momentos.

─ Mira Ushiwaka dice que sabe aconsejar ─mascullo el castaño dándole un golpecito en el hombro a su pareja.

─ Yo ¿Qué dije?

─ Nada no dijiste nada, ya termina de cambiarte.

Los tres salieron del gimnasio para luego tomar distintos caminos, Kageyama fue a su auto había olvidado que dejó su móvil en el asiento del acompañante al tomarlo vio que tenía dos llamadas perdidas de Suga por lo que decidió llamarle.

─ Hola Kageyama ─el peli plata contestó al primer timbre de la llamada.

─ Suga-san perdón estaba en la práctica y olvide el móvil en el auto ¿Necesitabas algo?

─ No te preocupes, solo llamaba para saber cómo estabas ─el mayor del otro lado del parlante jugaba con el bolígrafo con el que minutos antes escribía para la clase del día siguiente.

Y si me olvido de ti.Where stories live. Discover now