Y si me olvido de ti.

Adiós.

Kageyama hacia una leve reverencia a sus dos amigos, le había pedido a Hinata que le acompañara a elegir traje ya que al siguiente día se celebraba la boda del hermano de Kei pero ambos inútiles a la hora de elegir no tuvieron mejor idea que llamar a la pareja del de cabellos naranjas.

─ No tienes que agradecerme Kageyama, lo hago con gusto ahora dime será en la noche o durante el día ─el mayor preguntaba mientras elegía trajes de las perchas de la tienda─ Es en la noche en el hotel Plaza –Tobio estaba un poco reacio a ir a tan lujosos lugar otra vez a estar rodeado de gente que no conocía pero lo haría por Kei porque el rubio lo necesitaba─ Bien entonces como será en el interior no necesitas de un saco muy grueso, ten pruébate este y este ─el mayor le brindaba dos trajes un modelo más juvenil en color azul marino, y otro en color gris.

Kageyama se probó primero uno y luego el otro mostrando como le quedaban a sus acompañantes ambos trajes le hacían lucir elegante pero Akaashi le dijo que optara por el azul marino y así lo hizo ya que para él era lo mismo, terminó llevándose el traje más una camisa blanca y una corbata celeste.

─ ¿Cómo esta Tsukishima? –preguntó el mayor mientras se sentaban en las sillas de un café cercano a la tienda─ No lo he visto desde el otro día que fuimos al club, pero le escribí un texto y me contestó que todo estaba bien –Tobio trataba con todas sus fuerzas de no preocupar más a sus amigos pero la verdad era que no sabía cómo iban a estar las cosas con Kei─ Debes tener paciencia Kageyama la mente del humano es muy complicada pero Tsukishima te ama eso es lo que importa ─Akaashi tenía razón y él también quería creer eso pero la realidad le mostraba otra cosa─ Gracias Akaashi-san por todo –fueron interrumpidos por el torbellino naranja─ ¿Qué hacen de que hablan, porque esas caras? –Hinata ladeaba la cabeza viendo a ambos mientras se sentaba a un lado de su pareja─ Nada Shouyo solo hablábamos de Tsukishima ─el más bajo de los tres soltó un suspiro para luego sonreír─ Si Tsuki no te recuerda podemos golpearle nuevamente así puede acordarse o eso vi en una película ─Kageyama no pudo evitar soltar una especie de risa antes de volver a hablar─ Hinata boke si serás eso solo pasa en las películas.

Los tres rieron era bueno que Kageyama se distraiga un rato y pueda reír como lo hacía junto a Kei, aunque quiera el recuerdo le invade que distinto sería si no hubieran tenido el accidente seguro en lugar de Hinata y Akaashi habría sido Kei el que elegiría su traje, ambos combinarían o simplemente les daría lo mismo ya que al rubio poco le importan las modas o al menos eso era lo que recuerda Tobio.

Por un instante su mirada se oscureció recordando la noche en el club el fantasma de Kuroo y el mundo extraño en el que Kei parece sentirse tan a gusto ese mundo tan lejano a él.

─ Kageyama-kun si piensas en negativo solo te haces mal, anda piensa que las cosas saldrán bien –Hinata le brinda una de sus brillantes sonrisas haciendo que su dolido corazón se calme un poco─ Gracias Hinata eres un buen amigo.

Pasan la tarde riendo por trivialidades hasta que se despiden pues Kageyama debía regresar temprano a su casa ya que a la mañana siguiente le esperaría un día ajetreado por la boda de su cuñado. Llego a su casa donde fue recibido con el silencio y la soledad solo su gato se encontraba allí pero el animal era demasiado independiente, se tiró en el sofá hacía varias noches que no dormía en su cama cada vez que lo intentaba el lado izquierdo vacío no le dejaba pegar un ojo en toda la noche, extrañaba demasiado a Kei le necesitaba como nunca quería sentir la calidez del rubio, su aroma todo de él, pero no estaba en su lugar había un espacio vacío.

─ ¿Cuánto tiempo más? ─pregunto al silencio como si este fuera a responderle, soltó un enorme suspiro hasta que sintió al minino que rozaba con la cabeza su mano en busca de mimos─ También te sientes solo ¿Crees que nos extrañe? –le preguntaba al felino─ Me estoy volviendo loco –fue lo último que pronuncio mientras se recostaba sobre los cojines del sillón con el gato sobre su pecho.