Todavía.

201 22 95
                                    


El rubio se detuvo a escasos metros del Coliseo Ariake*, a su alrededor fanáticos vestían los colores de Japón, en el interior del recinto se podían escuchar gritos de apoyo pues el seleccionado nacional se encontraba haciendo el precalentamiento; Tsukishima en cambio se debatía si entrar o no.

Una mano firme apretó su hombro, el rubio dio un brinco por el susto y al girar se vio reflejado en unos enormes ojos dorados acompañados por la más dulce de las sonrisas.

─ Hey hey hey ─bramó el recién llegado─ Tsukki, ¿Qué haces aquí? Vamos que se hace tarde ─sin permiso tomó el brazo del rubio arrastrándole junto a él hacia dentro del recinto.

Tsukishima gruño por lo bajo, maldiciendo el haberse cruzado con tal personaje hubiera deseado haberse olvidado también de él pero no, los recuerdos de Bokuto estaban firmes en su memoria como si fuera imposible borrar la imponente figura del Ace del seleccionado nacional.

─ Imagino que viniste por el pequeño Tobio, lo extraño es que no estés en el sector de los familiares ─el mayor hablaba mientras continuaba arrastrando al rubio─ yo vine a alentar a mis compañeros, estoy seguro que así ganaran hoy si no fuera por esta lesión tendría que estar en la cancha pero ya ves soy fuerte y pude con ella aunque aún no me dejan jugar.

Por fin el rubio logro zafarse del agarre ajeno, acomodó el puente de sus lentes sobre su tabique antes de parar el parloteo que Bokuto llevaba.

─ Bokuto-san, no iré al área de familiares ─no sabía bien cómo explicarle lo sucedido, según el rubio era algo complicado para el intelecto del mayor.

─ ¿Entonces es verdad Tsukki? ─miró al rubio con total expresión de asombro─ Mi bro me explicó algo de que habías perdido la memoria, que el hipopótamo te fallaba o espera no era eso mmm.... Bueno eso no importa pero estas aquí entonces eso significa que ¿recordaste a Kageyama?

El rubio soltó una risita por el comentario de Bokuto antes de cambiar totalmente su expresión─ No Bokuto-san, sé que es complicado de entender incluso yo mismo no comprendo por qué pero por favor no le diga a Kageyama que estoy aquí, tengo un asiento en las últimas gradas solo...

─ Solo quieres verlo de lejos ─el mayor removió sus cabellos los que usualmente llevaba en picos pero ahora caían sobre su frente─ entiendo bueno la verdad no, pero no le diré solo si luego del partido vamos a comer, ¿quieres?

Tsukishima asintió después de todo Bokuto era una persona agradable a pesar de su personalidad llamativa siempre se sintió a gusto con él.

Unas gradas por debajo del asiento de Tsukishima, en el lugar asignado para familiares o amigos de los miembros del seleccionado un sonriente hombre de cabellos grises se acomodaba mientras comía palomitas observando al número nueve de la selección quien practicaba pases con Ushijima.

─ Suga-sensei llegaste ─Kageyama secaba un poco de sudor de su frente.

─ Te ves bien Kageyama ─era la primera vez que Suga veía al menor vestido con su equipo que le hacía lucir aún más atractivo de lo que era y resaltaba esos trabajos músculos que poseía─ te invito a cenar luego de la victoria.

─ ¿Curry de cerdo?

─ Lo que tú quieras, claro si ganan ─el mayor le guiño un ojo.

─ Ahora soy uno de tus alumnos, ¿me quieres sobornar?

─ Siempre sacan buenas calificaciones de ese modo, así que supongo que sí ─soltó una risita.

La conversación fue interrumpida por el entrenador que llamaba a Kageyama para formar pues el partido estaba próximo a comenzar. A un costado y como nunca pasando desapercibido se encontraba Bokuto que había estado poniendo especial atención en el intercambio de sonrisas y palabras de Kageyama con el chico lindo según su cerebro que lo nombro así al instante de ver a Suga.

Y si me olvido de ti.Where stories live. Discover now