Nada más duele ver cómo lo que solías ver, vivir, pensar... es destruido por una errónea decisión, influida por alguien que jamás deberás haber confiado. Eso hice yo, con mis propias manos. Usé el poder de otro solo por egoísmo sin contar con las vidas que quitaría y arruinaría. Una vez que se toma una decisión, el destino decide y por mucho que lo intentes, será irremediable. Lo lamento, lo siento... ¿No hay una oportunidad? Tal vez si pudiera hacer algo... o no. Yo poseo los tres poderes, todavía existe una opción. ¿Crear un mundo encima del otro? Una interesante idea. Si alguien lee esto... sabrá qué hice, un adelanto de mi estupidez de niña caprichosa. Sí, lo contaré.
Todo empezó con la muerte de mi enferma madre. Era extraño que un miembro de la luz acabará así, y nadie sintió pena por ello. Ella traicionó a la organización teniéndome a mí según decían, una chica nacida de ambas órdenes, luz y oscuridad. Mi madre en los nueve años que poseía, me enseñó que es mejor arreglar que destruir, y la luz siempre estará presente, pero... Yo no sentía lo mismo. El blanco era un color que detestaba, tanto bien, paz, tranquilidad. ¿Y si me cambiaba de lado, estaría mejor?
En su entierro, decidieron desterrarme. En verdad iba a irme yo, aunque no hizo falta. Quemaron todas mis posesiones, hogar, todo. Cerraron sus puertas con miles de candados para no volver ni relacionarme con ellos. Sabía que no tenía más remedio que unirme a ellos, renunciar a mi luz y bien de mi alma. Mi manto de luto fue lo único que poseía, y la soledad atormentándome. Un desconocido se mostró ante mi triste presencia, ofreciendo su mano.—¿Lo harías por hallar tu felicidad? ¿Abandonarías a tu pasado para un nuevo futuro?
—No tengo a nadie ni nada, porqué seguir luchando por algo imposible... Haré lo que sea —. Agarré su brazo como si fuese mi esperanza de no morir, el sentirme acogida.Acepté. Estaba feliz por un nuevo cambio en mi vida y... Cometer el mayor de los errores. Ojalá puedas perdonarme, Mebahel. Si me hubiese dado cuenta antes, esto jamás habría pasado. ¿Quién era yo? Mi nombre... Mi nombre era la fuerza, el poder, Uzziel.
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Traitor Angel(#0)
FantasyExisten dos mundos, y de una familia de los cielos nació el primer ángel ciego, capaz de manejar dos espadas y vencer a cualquier adversario con sentir su presencia, y no solo eso, cruzar las fronteras de los infiernos, tomando de nombre Lelahel. De...