Te enamorare de nuevo (riren)

Capítulo 11: llegó el momento

El goteo del grifo junto con los suaves movimientos del agua era lo único que se podía oír en el lugar.

Los azulejos blancos en las paredes y la tina marquilla junto con el techo pintado de pequeñas manchas negras y mariposas hacían contraste perfecto al lugar, era el escenario de un castaño sumido en sus pensamientos.

Sumergido en la tina hasta su cuello solo miraba aquellas manchas de pintura en el techo y esas mariposas azules que su madre había pintando para mejor decoración. Sacó su mano fuera del agua y agarró su celular que estaba al borde se la tina, las 18:46 era la hora que marcaba al prender la pantalla y eren al verla lo volvió apagar y lo dejó en la misma posición volviendo su mirada al techo como si fuera lo más interesante del mundo.

Seguía pensando en la salida que había tenido hace exactamente unas horas. La forma en la que se llevó tan bién con Levi, nunca pudo imaginar que aquel chico que siempre mantenía el celo fruncido o sin expresión, se reía de tan hermosa manera, el recordar todo lo que pasó hoy le hacía dibujar una sonrisa en el rostro. El recordar la pelea de agua y lo que les dijeron le saca una sonrisa divertida, fue uno de los mejores días de su vida.

Pero tan pronto la imagen de Levi sin su playera, con torso mojado y esos jeans blancos ajustados a su piel apareció en su mente. Totalmente avergonzado y rojo, unido todo su cuerpo y mitad de su cara en el agua de la tina, dejando destapó su nariz y ojos.

Admitir que aquel escultural y buen trabajando cuerpo que tenía el peli-negro lo había excitado le parecía vergonzoso. El cuerpo de una simple chica ya no le atraía en los más mínimo pero el ver el cuerpo mojado de Levi si que lo supiera había encendido todas las hormonas de su adolescente cuerpo.

Le tomó mucho trabajo el no voltear a ver, ya que sé quedaron un buen rato ahí esperando que su ropa se secara y el pelo-negro no ayudaba en la situación. Se sentó al lado del castaño aún con su cuerpo semi desnudo y como si nada se acercaba al castaño que estaba más rojo que una manzana.

Lo que no sabía eren era que el azabache lo hacía a propósito, ya tenía idea de cómo poder avergonzar a su lindo castaño y ver; aquellas tímidas y nerviosas expresiones que hacía cada vez que intentará mirarlo a él, sólo que este desviaba la mirada.

Se quedaron matando el tiempo hablando de diversas cosas, cosa que hizo que el castaño se tranquilizar más y pudiera estar menos nervioso. Levi en cambio no perdía detalle en el cuerpo del castaño que se hacía translucida por las ropas mojadas del castaño, casi no había cambiado, era tan esbelto como lo recordaba y un poco músculoso y esculpido en su abdomen. Claro que nada es eterno y cuando sus ropas secaron tuvieron que emprender el viaje a la casa del castaño.

Cuando llegaron pudieron ver por la ventana a claudia escondida en una esquina con una cámara en mano, ambos querían golpearla por la actitud pero prefirieron ignorarla y el azabache dejo al castaño en su casa.

Pronto volverían a sus clases y las notas de los promedios serían revelados, en parte ambos estaban tristes de esa partida ya que el trato era ser tutor-alumno hasta que terminará ese trimestre, después podrían volver a su vida diaria y cotidiana.

El sentimiento de no querer dejar a Levi carcomia el alma del castaño, por algún motivo no quería apartarse de él y seguir estando a su lado para vivir más días como hoy en el cual podía descubrir cada faceta del azabache.

Se despidieron diciéndose que se verían el día de clases y nada más. A ambos le dolía dejar al otro más cuando esos dos días se habían pasado tan bien juntos, pero el azabache quería darle tiempo al castaño para que pensara mejor las cosas y se diera cuenta que él no quería ser algo como un simple conocido, oh no, el quería ser algo mucho más.