Antes de que todo acabe [Nishinoya yuu]

Capítulo 8

La casa de Tanaka era más grande de lo que pensaba. Eso o realmente no éramos muchos, el equipo, la hermana de Tanaka y yo. 

Estaba sentada con Suga, con Daichi y con Asahi, era difícil verle separado de Nishinoya.

Todo parecía normal, bueno, todo lo normal que puede parecer. Estaba molesta, no, enfadada, no, iba a cometer un asesinato.

Ag. Ese imbécil, le besé, le BESÉ. Me dijo que era increíble y se fue, SE FUÉ.

Lo que tengo que aguantar.

No se en qué momento me di cuenta de que había cerveza. Vi a los chicos, una, tras otra, tras otra.

Esto va a ser difícil.

Alguien me agarró la mano. ¿Eh? Pude divisar una melena plateada.

-Maira-chan- ¿Suga?¿Está borracho?- ¿Que te pasa?
-Suga ¿Has bebido?
-No- parecía un niño pequeño.-Pero contéstame
-¿Cómo que que me pasa?
-¿Es por Noya?¿Verdad?- dijo empujándome en el sofá del salón de Tanaka.
-Puede...- se sentó a mi lado
-Pero Maira no te preocupes...
-Ya...
-Ven, baila conmigo- dijo extendiendome su mano.
-¿Bailar?- Me agarró la mano y me llevo al centro del salón, donde empezamos a bailar.

Vi a Tanaka y a Hinata bailar y a Kageyama detrás... Eh... ¿Invocando a la lluvia? ¿Un baile regional?¿Un baile de secta? ¿Se está muriendo?

Seguimos bailando hasta que sentí una mirada penetrante sobre mí.
No le di importancia, es más, no se la merece. Me duele, me duele por su culpa.

Me paré en seco, a lo que Suga reaccionó parando también.

-Duele... -dije apoyando la cabeza en el echo de ese chico que me sacaba una cabeza.

No dijo nada, solo me abrazo y acarició mi cabeza.

-Me duele...

-Maira...

-Creo que iré al baño- dije alejándome de él.

Dejará de doler. Me niego a caer.

Cuando salí del baño para toparme con alguien más bajó que yo, con un pelo peculiar.

-¿Qué quieres?- pregunté en tono seco.
-¿Eh?¿Que te pasa?- parecía bastante confundido.
-No es de tu incumbencia.

Fui a marcharme, sin embargo me agarró el brazo. Por desgracia su estatura y su fuerza no eran proporcionales.

-Sueltame...
-¡Maira!- espetó en un tono serio.

Me empujó contra la pared y me sujeto por los hombros.

-Nishinoya... -aparte la mirada.
-¡Para!-No le podía ver la cara, estaba mirando al suelo. -¿Porque me besaste?¿Porque ahora no me hablas?¿Porque ahora andas con otro?

¿Que porque no le he hablado?

-El único... El único que no me ha hablado has sido tú. Esperé. No me hablabas, me has estado evitando. Me has dado de lado. Suga ha estado a mi lado, siempre.
-Maira, yo...
-¡No!¡Para! -le corte en seco.
-¿Que pasa?
-No sabes porque te besé... No quiero oírlo. Nishinoya, me has confundido.

Al decir eso el dejó de hacer fuerza y le aparté. Volví con Suga, solo estaba recostada a su lado.
Era todo un show.

Todos habían bebido. Todos estaban borrachos.

Tanaka tenía u carrito de la compra, Nishinoya un montón de helados, Tsukishima estaba abrazando una barra de pan, Yamaguchi parecía un gato y Kageyama... Sinceramente no sé que hacía.

-¡Bum!
-¿Hinata?¿Quieres algo?- dije mirando la cabellera naranja que estaba frente a mi.
-Pues bum y luego paf y luego kabom...- y así siguió un rato.

Eran como las dos de la mañana y ya tenía 21 llamadas de Tooru.

Iba a despedirme de Tanaka y me dí cuenta de que no estaba. ¿Habría muerto? Bueno no importa, yo tenía que ir a casa. Fue incomodo ir sola, en verdad echaba en falta ir acompañada.

Llegué a casa para encontrarme a Hajime y a Tooru cantando una  canción de Selena Gómez a todo pulmón.

Me quedé junto a la puerta, esperando a ver si se percataban de mi presencia.

-¡MAIRA!¿¡DONDE ESTABAS!?-  me gritó mi hermano mayor después de terminar de cantar.
-Con los del equipo- conteste seca
-Maira-chan ¿Ha pasado algo?- preguntó Hajime con preocupación.
-Nada- le dediqué una sonrisa- voy al cuarto que está vacío.

No era gran cosa, era un cuarto qie estaba vacío donde Hajime y Tooru colocaron una cinta de correr, unas pesas, un saco de boxeo y unas colchonetas.

Cuando me frustraba siempre iba a darle al saco. Funciona. Más o menos. De pequeña no vivía aquí, yo vivía en Tokyo con mi padre y Tooru aquí con mi madre, pero cuando cumplí 8 años me trajeron aquí. Empecé a practicar voleybol, a aprender Akido y Hajime me enseñó a pegar.
En ese cuarto había unas cajas llenas de fotos y cosas viejas.

Después de pegarle un rato al saco me duché y a eso de las cuatro de la mañana me senté con Tooru y su amigo.

-Kageyama si que ha cambiado- comento Hajime
-Si, mi querido-odiado-Kohai ha mejorado.
-¿Le conocéis?- pregunté confusa.
-Claro, estudió en nuestra secundaria, es más, creo que alguna vez hablase con él, o le viste en los entrenamientos.
-No me suena...
-Uno que gritaba mucho, muy perfeccionista, egocéntrico y dictador.-aclaro Tooru.
-¿Dictador?hm- piensa, piensa, había un chico, peliazul, con ojos bonitos...- esto... -Le llamaban "Rey de la cancha" -¿¡Él es el Rey de la cancha!?- Tooru asintió- ¿Tú eras su sempai? Por eso te han llamado "Gran Rey"- afirmé señalando a Tooru.
-Si, en verdad es un gran setter, hece mejores pases que yo...
-¿¡Otra vez con eso Shitykawa!?- dijo Hajime dándole un golpe en la cabeza.
-Es verdad, pero apestan en las recepciones...- dijo pensativo- si podemos aplastarlos en las recepciones no pueden hacer pases, entonces serán nuestros. -Hajime le propinó otro golpe en la cabeza a mi hermano.
-No te enfades solo porque soy un genio- dijo Tooru dolorido.
-Esperad- me levanté y corrí como alma que lleva el demonio a la habitación antes mencionada.

Cajas,cajas,cajas.... Y yo me pregunto, nadie pensó en ordenar un poco estas cajas. Tiene que haber una con fotos de secundaria, se que hay alguna, las he visto en algún momento. Ahora, solo tengo el problema de que son 14 cajas, son nombre, fecha, etiqueta. Tengo que buscar en las 14. Que desgracia.
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