Antes de que todo acabe [Nishinoya yuu]

Capítulo 6

Entré a mi casa corriendo, siguiendo a Tooru. Llegamos a la cocina, donde llené un vaso con agua para beber.

-Maira -  Dijo mi hermano desde el otro lado de la isla que había en mitad de la cocina- ¿No habréis hacho nada inapropiado?

No sé si fue por la propia pregunta, por la sorpresa o por el día que llevó. Pero me dió un ataque de risa, y lo que tenía en la boca, voló. Voló y calló sobre mi hermano.

-¡Ahhh!¡Maira, cochina!- se quejó el mirando su camiseta mojada-¡Guarra!¡Maira eres muy guarra!¡Ahora tengo que lavar la camiseta!¡Jopeee!

Mientras él me gritaba y se quejaba como un niño de cuatro años, yo me estaba muriendo de risa en el suelo.

*Al día siguiente*

No le vi, no vi a Noya en toda la mañana, pero si había hablado con Hinata sobre el partido de entrenamiento con el Aoba Johsai. Quedaban dos días. Dos días para que el equipo de mi hermano se enfrente al equipo del chico que me gusta. ¡QUE NO ME GUSTA ESTÚPIDA CABEZA!
Sigamos.

Ya era hora para ir al entrenamiento. Estaba de camino a él cuando me choqué con un chico. Mierda. Se giró, ese pelo, solo podía ser el.

-Gracias- le dije mientras me ayudaba a levantarme.

-Vas a tener que tener más cuidado, es la tercera vez que nos pasa- dijo sonriente.

-Tu también deberías tener cuidado Nishinoya.- le saqué la lengua.

-Tss. No es justo iba pensando en...

-¿En...? - como odio que la gente no termine las frases.

-Eh... En nada

-Nishinoya... - dije cruzándome de brazos.

-En...- tragó saliva- tí.

Me quedé quieta.¿En mí? Me estaba ruborizado. Se quedó esperando alguna respuesta por mi parte, algo, cualquier cosa. Pero fui incapaz de reaccionar, hasta que vi como se dio la vuelta para irse.

-Yo...- o vaya...- quiero decir - se giro para verme a los ojos- verás, yo también pienso... En tí, mucho... -parecía más sorprendido que yo- ósea, tu eres muy pensado por mi -¿Qué?- Me da igual- esto último lo dije en un susurro.

Solté la bolsa que llevaba en una de mis manos y me acerque a él. Mucho. En exceso. Demasiado. No. Yo quería estar más cerca. Más. PARA. Piensa.
No quiero pensar más.

Apoyé mis manos sobre su pecho cubierto con la camiseta que usaba para entrenar. Y la agarré, la agarré con fuerza.

En ese momento en el que mis labios tocaron los suyos todo desapareció. Solo éramos el y yo. Piensa. Yo estaba más confusa que él. ¿Que estoy haciendo? No quería hacerle caso a mi cabeza. Solo quería que no se separa de mi.

Cuando cobro el sentido el me siguió el beso. Y sin yo quererlo, poco a poco, sin darme cuánta, ese beso, se convirtió en un apasionado vaivén. En el que los dos buscábamos más. Más. Eso es lo que quería.

Quería que me acorralara en la pared como lo hizo, que me besara como lo hizo, que me abrazará, que sus manos me apretaran contra él, que acariciara mi espalda y yo su abdomen. Tal y como lo hizo.

Nos separamos, lentamente, no quería.

-L-lo siento- le dije cabizbaja mientras miraba mis pies.

-¿Por qué?- me pregunto.

-Por besarte sin saber lo que quieres...

-Maira...

-¿Que es lo que quieres?- no le pregunté antes, pero se lo voy a preguntar, aunque no me guste la respuesta.

-A ti, que voy a querer.- agarró mi mentón para mirarle y acariciar mi cara- No hay nada, nada, que yo quiera que no seas tu. No hay nada más bonito que tú, nada más fuerte y decidido, más indiferente y preocupada, nada que me haga sentir así.

-Noya... - le abrace con fuerza, y escondi mi cabeza en su cuello.

-Noyaaa- por el pasillo, a lo lejos apareció un Tanaka corriendo como si no hubiera mañana.

Los dos nos alejamos a una distancia prudente. Que inoportuno. Yo creo que el don de la inoportunidad se le da al que tiene cara de tonto. Si, eso explicaría lo de Tanaka.

-Maira- Dijo Tanaka cuando llegó hasta Noya - ¿Que vas ha hacer después del partido con el Aoba Johsai?

-Pues- realmente, solo había dos respuestas posibles- pues le doy apoyo moral a Tooru, o viene su equipo a mi casa a celebrar, estaré por ahí.

-¿Nada mejor?- me pregunto como si no fuera la respuesta que esperaba.

-¿Mejor?- para mi la felicidad de Tooru es genial- a mi me gusta ver a mi hermano feliz, y si no apoyarle en todo.

-Lo siento- se disculpó rascándose la cabeza. -Veras, si ganamos, vamos a hacer una fiesta, por si te apetecería ir.

-Si- le sonreí - me encantaría.

Noya que observaba todo vio la iluminación en la cara de su amigo, y le dió un codazo en el costado.

-Auu- se quejó, para luego girarse y encontrarse a su pequeño amigo.

Le miro pensativo, luego a mi, luego a el, luego a mi, luego a el...

Cómo le cuesta procesar la información.

-Bueno, yo os dejo aquí solos, sigan besandose... -se despidió.

-Lo vio...- dije helada.
-Si- dijo él- lo peor es que aún así ha tardado en darse cuenta.

A eso último reaccioné soltando una risita. Lo que provocó que me mirará.
El estaba rojo, yo estaba rojo, esto parecia una tienda de tomates.

- Oye... -empecé a hablar, pero me cortó con un beso suave y demasiado rápido. -O-OYE.

-Nos vemos- dijo marchándose y levantándome la mano.

¿QUE COÑO LE PASA? ¿Es posible que el idiota de Tanaka le haya pegado la gilipollez? Ahhh!!! Que confusión. ¡POR ESTO NO QUERIA NOVIO O SIMILARES!  Pero no puedo evitar sentirme triste... ¿Que significa? Por que después de lo que me ha dicho... ¿Es enserio? ¿Es siempre tan complicado?

Solo me queda una opción. No voy a hablar con Tooru, sería muy incómodo. Llamare a otro casanova, realmente no sé por qué hay tantos en mi vida.

Saqué mi móvil y llamé a "Kuroo😈". Kuroo siempre es muy optimista y siempre me ayuda. De hecho, cuando era pequeña, él, Bokuto y Akaashi eran mis príncipes. Menudo cuarteto.

(Lo que está en negrita es lo que dice Kuroo)

-Ey
-Ey...
-¿Qué te pasa Maira?
-Oye Kuroo, tu, osea, quiero decir, tú...
-¿Estas bien? Dime lo que pasa.
-Es complicado...
-Voy para allá.- parecía muy seguro
-¡No, para, tienes entrenamientos!
-No me importa.
-Kuroo, es una chorrada, no te preocupes tanto.
-Dime.
-Veras...- le conté todo y él me escuchó atentamente.
-No te preocupes Maira, eres preciosa, dale un par de días, y sino llámame otra vez¿Si?
-Muchas gracias Kuroo, no se qué haría sin tí.
-Nada, soy genial.-Dijo con aire superior
-No te hecha tantas flores- dije en tono burlón
-JAJAJA, bueno, me tengo que ir
-Vale, Adiós.
-Ey
-Dime...
-Sonrie ¿Si? Te quiero
-Vale, Yo también te quiero.

Y ahí colgamos. Ya había llegado a la puerta de la escuela para volver a casa, con tanto asunto no fui a entrenar.

-¿A quien quieres? - Una voz detrás de mi...