Capitulo 26

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- No pero ... Bueno, da igual.

Cuando llegó mi hermano nos sentamos los cuatro a la mesa del comedor.

-¿¡No estarás embarazada!? -solto de pronto mi hermano.
-¿¡Qué!? ¡No!
-¿¡Quieres callarte primero!?- se quejó Hajime.
- Él vivirá conmigo- señalé a Nishinoya.
Entonces los dos guardaron silencio.
-Entonces vale- comenzó Tooru- ¡Espera! ¡Es un chico!
-Creo que estoy teniendo un dejavu- comentó Nishinoya.
- Así podrás irte a Tokio.
-¿Cómo?¿Pretendias quedarte? -pregunto un enfadado Hajime.
No griataba, estaba enfadado.

Después de que Tooru le explicara la situación a su amigo, continuamos hablando.

-Yo lo veo bien- dijo sin más Iwaizumi.
-¡Pero es un chico!- repitió mi hermano.
-Todos lo vemos- volvio a interrumpir su amigo.
-¿Pero y si hacen...? Ya sabes...
-Relajate shitykawa
-No me llames así...
-Pues relájate
-¿Y si hacen algo?¿Y si él le hace algo?

Nishinoya y yo nos miramos. Decir que esta situación no era incómoda era mentir descaradamente. No quería saber que clase de cosas pasaban por la mente de mi hermano en ese momento.

-¡Prometo no tocarle un pelo de la cabeza sin su consentimiento! - grito de pronto el chico, llamando así la atención de todos los presentes. Ahí estaba mi hermano, en silencio mirando al chico que seguía en pie y formando un ángulo perfecto de 90°.
Tooru suspiró y dejó de mirar al más bajo para mirarme a mi.
-El chico me cae bien- dijo Hajime en tono de satisfacción.
Mi hermano volvió a posar sus ojos en él, que no se había movido lo más mínimo.
-Confío en ti Maria...
De la sorpresa casí me caí de la silla.
-¿Eso es un si? - Nishinoya levantó la mirada perplejo.
-Tú-llamó a Nishinoya, quien de inmediato volvió a bajar su cabeza-Ni un pelo sin su consentimiento. - Nishinoya asintió varias veces.

Después de eso volvimos a mi habitación.

-Creo que no había pasado tanto miedo en mi vida. - admitió el chico mientras se sentaba en mi cama. A lo que solamente sonreí.
-La verdad es que Tooru ha sido más maduro de lo que me esperaba.

En ese momento la puerta se abrió de golpe dejando ver a mi hermano.

-Nishi-chan ¡ni un pelo! - dicho eso volvió a cerrar la puerta para después marcharse.
Eso me pasa por hablar...

-¿Nishi-chan? - preguntó confundido.
Se me escapó la risa cuando le oí decir ese mote que mi hermano le había puesto. Me miró perplejo.

-Suele ponerle nombres a la gente cercana- expliqué- Hajime es Iwa-chan.
-Aún así... Nishi-chan...
-Pero es muy adorable- su expresión paso a un puchero. - tan adorable como tú. - Le agarré los mofletes como si fuera un niño y mientras se quejaba por ello, aproveché a acercarlo a mi y dejar un casto beso en sus labios.
-Eso no vale... - se quejó como un niño.

Entonces, como el buen corta rollos que es, la voz de mi hermano resonó en toda la casa.
-¡Voy a salir! ¡Ni un pelo sin su consentimiento Nishi-chan!

Aproveché ese momento de distracción para repetir mi acción anterior y volver a dejar un beso en sus labios.
Me miró con pena. Iba a besarle una tercera vez, pero esta vez, ya esperandoselo posó sus manos en mi cara y en el momento en el que fui a separarme volvió a besarme.

Poco a poco fue acercando mi cuerpo al suyo. Sus manos ya no estaban en mi cara, sino que habían pasado a mi cintura y las mías ya no pellizcaban sus mejillas sino que se aferraba a sus hombros en un intento de no perder el equilibrio y caerme de la cama. Ese beso había perdido la intención inocente que tenia al principio y se convirtió en algo más intenso y necesitado. Recuerdo la última vez que pasó esto, la diferencia es que era un banco de la calle y no la cama de mi habitación, que mi hermano me buscaba y no que había salido de casa.
Sus manos bajaron hasta llegar a mi trasero y sus besos empezaron a bajar por mi cuello. En algún momento apretó sus manos haciéndome gemir junto su oído. Mi cabeza se apoyaba en su hombro y mi respiración acelerada chocaba con su cuello, mientras el repasaba todo mi cuello, hombros y clavículas, sus manos paseaban por mi espalda baja. Cambié mi posición y enrollé mis piernas a su cintura.
Se separó de mí para mirarme. No se si en ese momento se dio cuenta de en qué posición estaba, pero empezó a ponerse rojo. Parecía tan inocente ese momento. Volví a besarle con ternura. Junte mi frente con la suya y me quedé mirándole.
-Me gustas mucho Yuu-kun - susurre lo bastante alto para que lo oyera.-muchísimo...
-Me encantas Maira- contestó llevando un mechón de pelo detrás de mi oreja - no sabes cuanto...
Cogió mi mano y entrelazó nuestros dedos.
Me separé un poco de él y le miré de arriba abajo.
-Quiero hacer algo... Pero no se si me voy a arrepentir- dije imitando lo que me dijo aquella vez.
-Hazlo.
Bajé mis manos por su pecho hasta llegar al borde de la camiseta. Para subirla rápidamente.

Me invadió la vergüenza según saqué la camiseta por su cabeza. Miré hacia otro lado y sentí como mi cara se iba calentando. Pero se dio cuenta.

-¿Ahora te da vergüenza? - preguntó gracioso mientras conseguía ponerse encima y dejarme tumbada.

Bueno... Espero que os haya gustado el capítulo. ¿Que pasará en el siguiente?
Este es el maravilloso momento en el que a Oikawa se le habían olvidado las zapatillas y vuelve...
No, había pensado en lemon, pero no se escribirlo y no se como quedará. Pero bueno, ya veré. Y ahora, seres del universo, voy a empezar mis finales y me muero por dentro. Pero todo bien, divino, WONDERFUL (HELP)
I love you so much ❤️

Antes de que todo acabe     [Nishinoya yuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora