Capítulo 20

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-¡Lo haremos!- Exclamó Daichi- por ahora deben prometer no dormir en clase, no perder el tiempo en clase y en el club, todo eso es impensable.

Las reacciones de los cuatro chicos al tiempo que Daichi decía aquello eran impresionantes. Caminaba hacia la salida de la preparatoria sola. Hoy me había cambiado antes que los chicos e iba a irme a casa. Mi móvil comenzó a vibrar notificando la llegada de un mensaje.

*Noya*
Te vas a casa ¿Verdad?
*Tú*

*Noya*
Si quieres puedo acompañarte.
*Tú*
Estoy junto a la salida...
*Noya*
Ok

Me apoye en la pared mientras una y otra vez miraba sonriente esa conversación de apenas seis mensajes. ¿Cómo seis mensajes podían tener ese efecto? ¿Porqué aún sabiendo que mi padre podía estar en casa quería hacer ese camino? El culpable no tardó mucho en aparecer.

-¿Porqué te ves tan contenta?- preguntó acercándose a la pantalla de mi móvil, aún encendida en el mismo lugar de antes, para ver lo que me hacía sonreír. Rápidamente apagué la pantalla de mi móvil y lo guardé en mi mochila.

-No seas cotilla.

Emprendimos el camino de vuelta a nuestras respectivas casas.

-¿No estás emocionado por ir a Tokio?- le pregunté para hablar de algo.
-Mh- dudó unos segundos- si, pero me preocupan las notas...
Le observé durante un momento y volví a mirar al frente.
-¿En cuáles vas peor?
-Lengua, sobretodo

En ese mismo momento se me encendió la bombilla.

-Yo te puedo ayudar- dije sonriente.
-¿Tú? Eres más pequeña- dijo casi riendo.
-Yo ayudó a Tooru y a Hajime con lengua y otras asignaturas. Además, ellos van un curso por encima tuyo. Les llevo ayudando varios años y sus medias son de 8. - levanté la cabeza con dignidad- si te ofrezco mi ayuda no deberías despreciarla.

Me di cuenta de que Nishinoya ya no caminaba junto a mí. Me di la vuelta y estaba parado unos pasos por detrás.

-¡Oikawa Maira, por favor, ayúdame con mis estudios!- lo dijo tan alto que creo que incluso lo habían escuchado los del Nekoma.

- S-si... -dije avergonzada- pero tampoco hacía falta que te pusieras así...- volvimos a establecer el rumbo

-¿Habrías aceptado si solo te lo hubiera pedido de forma normal?- volvió su mirada a mí.

-Claro.

-¿Porqué?

-Quiero ir a Tokio contig... -me di cuenta de lo que acababa de decir- con todos, quiero ir a Tokio con todos...

Muy bien Maira, no se ha notado nada. Solo debe de haber sido evidente.

Paramos en una tienda de barrio pequeña. Allí nos compramos un helado cada uno y luego nos sentamos en un banco cercano. Ya era de noche, por suerte estaba acompañada. Si, yo soy de esas que irían con el spray pimienta, la linterna, las botas con puntera, el número de emergencias preparado en el móvil y el taser.

Estábamos en silencio, cada uno comiendo sin hacer ruido. Inconscientemente me quedé mirando su perfil. Me preguntaba porque razón era tan guapo. No solo era guapo, recordé la forma que tenía de apoyar a sus compañeros. Cuando juega en serio, cada vez que dice "ven" o cada vez que parece que el balón le va a dejar sin brazos. Los saques de Oikawa, a veces hasta a mí me aterran, gracias a Dios yo no soy quien tiene que pararlos. Es sorprendente que frente a su altura sea capaz de aguantar tanto. Claro que consecuentemente luego sus brazos están llenos de moratones.
En ese momento le debió de parecer buena idea mirarme y al darme cuenta tuve que hacer una maniobra y acabé en el suelo.

-¿Estas bien? - me tendió la mano y me volví a sentar en el banco.
-Si - era mentira, había sido un bueno golpe de culo- me he resbalado un poco.
-Ya veo...
Nos quedamos en silencio y seguimos comiendo.

-Oye- llamó mi atención
-Dime
-Hay algo que quiero hacer, pero creo que me arrepentiré -Dijo muy serio.
-¿Qué es?- me había dejado intrigada- No puede ser tan malo¿No? Quiero decir ¿Realmente te arrepentirias? No me digas que pretendes tatuarte.
-¿¡Qué!? ¡No!
-¿Entonces? Hazlo, siendo tú no creo que sea algo malo. Digo, si lo haces tú es por qué lo quieres ¿No? Si fueras Tanaka no te diría eso, pero eres tú -le sonreí tras decir eso.

Devolvió su mirada sería al frente.

-Entonces...
Volvió a mirarme y yo a él con cara de confusión.
Cogió mi mano y me atrajo a el. Estábamos a escasos centímetros y podríamos decir que prácticamente estaba sobre él.
No sabía que decir. Sus ojos me examinaban, sentí como mis mejillas se iban calentando y me iba poniendo roja.
Mientras procesaba la información tiró un poco más de mi hasta que nuestros labios se tocaron. Al principio me quedé con los ojos abiertos, mientras que él los tenía cerrados. En el momento en el que empezó a moverse cerré los míos. Realmente no quería que se alejara. Sin separarme me acomodé mejor para estar más cómoda pues la posición en la que estaba antes era un poco rara. Nos separamos un poco por la falta de oxígeno. En ese momento me di cuenta de que al igual que yo, estaba rojo.
Decidí hacer algo que si viera mi hermano lo más probable es que me diera otra charla sobre sexo y esas cosas, y a Dios le pido que no vuelva a pasar.
En un movimiento me subí a sus piernas. Entre mi pelo y la oscuridad era un poco difícil ver. Menos mal, por qué si no ahora estaría corriendo por patas.
Cuando me subí sobre él sentí como su cuerpo entero se tenso. Posé mis manos en sus hombros y me acerqué a su oído.

-¿Te arrepientes? Por que yo no...- le susurre.
En ese momento oí como tragó duro.

-Para nada- su voz era más ronca y sentía su aliento en mi oído.

Suspiré y lentamente le miré. Empecé a acercarme para volver a besarle, pero esta vez con más necesidad. Puso sus manos en mi cintura apretándome más a su cuerpo, mientras mis dedos se enrredaban en su pelo.

Espero que os esté gustando. Intentaré volver a actualizar pronto, pero a mis profesores les gustan demasiado los exámenes...
🤦🏼‍♀️😅
Muchas gracias por todo el apoyo, por cada comentario, cada voto o cada lectura.❤️

Antes de que todo acabe     [Nishinoya yuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora