Antes de que todo acabe [Nishinoya yuu]

Capítulo 2

Comencé a caminar a la escuela, sin pensar en nada, simplemente, caminar. No debía ponerme nerviosa, yo podía hacerlo. Mi hermano es Oikawa Tooru, uno de los cinco mejores de Tokio, un jugador de renombre que pertenece al Aoba Johsai; con un grupo de psicópatas detrás que te pueden llegar a asesinar, pero bueno...

Llegué un poco justa, pero antes de que sonara la campana. Todos se quedaron mirándome. Bueno, para ser justos las clases empezaron ayer, pero no pude venir.

Me senté en el único sitio libre, junto a un chico con el pelo de un color un tanto raro y un poco largo; para ser exacto me había tropezado con el por la calle hace un par de días. Era...¿Cómo era? ¡Yamaguchi! Si, se llamaba Yamaguchi Tadashi.

Entró la profesora y todo el mundo se fue a su asiento y se quedó en silencio. Me hizo una seña para que me acercara.

-Esta es Oikawa Maira, no pudo asistir ayer, así que tratadla bien- La profesora me sonrió.

-Encantada, soy Oikawa Maira, la hermana de Oikawa Tooru, del seijou. Un gusto- hice una leve reverencia para luego incorporarme y sonreír. ¿Que necesidad había de que dijera quien era mi hermano?No lo sé, pero siempre me lo preguntan mil veces, entonces ya lo dejo claro y se acabó el tema. La gente me sonreía de vuelta.

Me senté en mi sitio y comencé a sentirme observada, que incomodo... Era clase de mates, sinceramente, las odio con todo mi ser. El examen de admisión me salió bastante bien y no estaba en una mala clase, la 1-3. Por lo general soy buena estudiante, habría estado en la clase 1-4 o 1-5, pero resulta que no pegué ojo en toda la noche y seamos sinceros, si no duermo como es debido, no soy un ser humano.

Sonó el timbre. ¿Ya? Gracias a dios... Me acerqué al chico de pelo raro. Quería hablar con el pero, no quería que pareciera que estaba nerviosa.

-H-hola... S-soy Oikawa...Oikawa Maira- Bueno, dimito, claramente, no se ha notado lo nerviosa que estaba (Nótese el sarcasmo) Me miró y me sonrió.

-Lo se, nos vimos el otro día- bien, ahora cree que no me acuerdo de él... -cuando casi te caes...

-¡Si! Tu eres Yamaguchi Tadashi- El nombrado asintió y me sonrió

-Oikawa-san, no estés tan nerviosa, que entonces me pongo nervioso

-No hace falta que me llames así, llámame Maira, Yamaguchi-kun- Tras aquello me sentí más tranquila, me senté en mi silla y me giré para hablar con él de nuevo.

-Entonces tú llámame solo Yamaguchi.- Dicho esto me vi rodeada tanto por chicas como por chicos. Que horror.

Alguien me agarró del brazo y tiró de mi para salvarme de aquel confuso momento.

-Hola-era una dulce voz, que provenía de una chica de ojos oscuros, cabellera pelirroja y lisa, hasta los hombros y prácticamente de mi altura- soy Natsume Krista.

-Hola... Oikawa Maira...- Ella me mostró una gran sonrisa

-Bu-bueno, a decir verdad, no tengo amigas, y me preguntaba...- Que chica más mona, estaba un poco roja y jugaba con sus dedos- esto...

-Me encataría ser tu amiga Natsume-san, pero por favor, dime Maira

-¿Enserio?- parecía que se le iba a salir la felicidad por la nariz, yo simplemente dije que sí con la cabeza; su reacción fue abrir más los ojos y abrazarme- pero Maira, solo Krista.- la abracé de vuelta. Logrado, ya tenía una amiga.

Así pasó el día, Yamguchi me presentó a un tal Tsukishima, un poco borde a mi parecer, pero bueno, no le voy a juzgar.

Llegué a casa y allí esperaba que estuviera Oikawa, que ganas tenía de contarle mi día. Al abrir la puerta vi unos zapatos en el suelo, cerré. Me dirigí a la cocina cuando la cabeza de Iwaizumi apareció de repente. Me asusté y me caí de culo, a lo que él rio.

-No tiene gracia Hajime- élextendío su mano para ayudarme a leventarme.

-Claro que sí-dijo mientras tiraba de mi para ponerme en pie

-¿Y niichan?- pregunté mientras me acariciaba la parte baja de la espalda.

-No está, tenía noseque- típico de Tooru, estará haciendo cualquier cosa.

-Menos mal que te has enterado, que si no...

-Te estoy haciendo la cena, así que no te quejes- Me dijo sonriente mientras sostenía una espátula en la mano, llevaba un delantal y un gorrito, siempre se vestía así para cocinar.

Si le digo a alguien que Iwaizumi Hajime lleva un delantal en el que pone "The sexiest cook" y un gorrito blanco, probablemente se reiría en mi cara.

-Bueno, bueno, me voy al sofá un rato

El asintió y siguió a lo suyo de hacerme la cena. Que raro es este chico, pero sin duda se hace querer. Pasa en esta casa más de la mitad de su tiempo, él tampoco tiene a sus padres en casa, Tooru sabemos lo que es eso, pero nos tenemos el uno al otro, Hajime sin embargo es hijo único y me pone triste que este solo. No lo refleja, pero apuesto el pelo de Tooru a que se siente solo y triste.