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Víctor estuvo enfurruñado durante todo el desayuno, pues notó que algo raro pasaba ahí: sus padres siempre hablaban de negocios a todas horas y ahora estaban solo hablando de Jamie y Dakota, les hacían preguntas, hablaban de lo buenos que eran, muy inteligentes y cosas tontas, y él no era un tonto, tenía casi trece años y sus profesores siempre decían que era tan inteligente como un universitario, y eso le funcionaría porque Dakota era universitaria y se daría cuenta que él era muy maduro en cualquier momento.

-¿No te gustan las tostadas dulces, Víctor?

Intentó responderle a Dakota pero la voz no le salió, le pasaba a veces, lo ponía nervioso cuando lo miraba con sus bonitos ojos azules y le sonreía, negó con la cabella y ella le quitó el plato que tenía y lo intercambió por el suyo, ahí había un montón de salchichas y bollitos con queso de cabra, vio que le guiñaba un ojo y sintió que su cara se encendía, así que bajó el rostro y se puso a comer.

-¿Por qué no pasamos al jardín? Me apetece aire fresco -Luke se puso de pie y apartó su plato.- Así aquí podrán hablar de negocios tranquilamente.

-Me parece una buena idea -Jamie se puso de pie y le retiró la silla a Dakota.- Pediremos que nos sirvan más jugo allá.

Víctor se puso de pie para ir con ellos pero su madre tiró de él para dejarlo ahí.

-No te levantarás hasta que termines tu comida.

-No quiero más, mamá.

-No haz comido nada, anda, deja el plato limpio si quieres ir con tus hermanos afuera.



Jamie se disculpó mientras salíamos así que Luke y yo nos acomodamos en la mesa del jardín, la mañana estaba soleada y me sentaba bien el aire fresco después de la noche movidita de ayer, pude ver la mirada de interrogación que me lanzó mi amigo pero la que aclararía primero las dudas sería yo.

-Dime que pasó con Eloise, ahora Luke.

-Nada, no la forcé a nada, solo pasamos la noche charlando -soltó un largo bostezo y estiró los brazos.- Luego solo la dejé en casa.

Oh, no.

-¿Su padre la vio llegar? ¿Estaba ahí?

-No, y sobre eso necesito que hablemos -se cruzó de brazos y una mirada de preocupación le cruzó el rostro.- Cuando vi la forma en que reaccionó supe que las cosas en su casa no han mejorado demasiado.

-Si no supera que te importa tanto, no te podría decir nada, y la promesa que debes hacerme es que no intentarás de ninguna forma entrometerte para ayudarla, ya bastante lo he hecho yo y siempre terminamos discutiendo.

-Prometido -alzó su mano como un boyscout.

-Vale, pues es así -miré sobre mi hombro para asegurarme que Jamie no estuviera aún cerca.- Su padre he dejado de nuevo el grupo de apoyo, según él no le funcionó de mucho.

-Ya veo -murmuró.

-La verdad es que no ves nada, Luke -me acerqué a él y bajé la voz lo más que pude.- Hace unas semanas, el hombre llegó molesto por algo, Elo fue a llevarle una taza de té para calmarlo... él le volcó la bebida y la arrojó al piso.

-Maldita sea -Luke se cubrió el rostro y luego se pasó las manos por el cabello dejándoselo de punta.- Si hizo eso, se puede poner peor, y lo sabes.

-Lo sé de sobra -me acomodé de nuevo en la silla.- Me costó mucho sacarle la información, pero noté que le dolía el hombro, cayó sobre el y por suerte no fue grave, le dije que podría ayudar a que su padre fuera a una clínica profesional, incluso buscar ayuda para su madre, pero no aceptó nada más allá de un tubo de crema con lidocaína para el dolor.

-¿Quién tiene dolor? -dijo Jamie apareciendo de nuevo, fue a sentarse a la silla que estaba a mi lado y tomó un trago del vaso con jugo que habían dejado ahí para él.

-Yo, en mis párpados -Luke volvió a bostezar y se estiró como un gato al sol.- Así que creo que iré a buscar algún rincón por ahí para echarme un rato, ustedes par de tórtolos sigan en lo suyo.

Y así se marchó dejándonos de nuevo solos, Jamie tiró de mi silla para acercarme más a él y pasó su brazo por el respaldo de mi asiento, estaba en modo coqueteo y la verdad se le daba fatal, pero sus esfuerzos me causaban ternura.

-Me ha gustado mucho el desayuno, señorita Johnson.

-Pues espero que no sea un alago porque no lo he hecho yo, ve y díselo al cocinero.

-Ya lo haré después -tomó mi mano y se puso a juguetear con mis dedos.- Parece que Víctor y tu se llevan muy bien.

-Somos amigos, cuando mis padres intentaron hacerme un poco responsable me ofrecieron como niñera para él, y puede que sea la peor pero le dejaba dormir tarde y le daba todo el helado que podía encontrar.

-Parece que te tiene mucho cariño.

-Está en esa edad en la que necesita que lo escuchen, y creo que solo yo hago eso con él, tu podrías ayudarlo en eso.

-No me tiene confianza, Erick mucho menos.

-Pues harías bien en ganártela, dales tiempo y sal con ellos, son tus hermanos, algo así como el veinticinco por ciento de tus acciones cada uno.

-Puedes llegar a ser muy persuasiva -de repente su rostro estaba demasiado cerca.

-Mi padre dice lo mismo de mí... y mi madre.

-Bueno, quizá yo pueda persuadirte para otras cosas también.

-Puedes intentarlo si quieres.



Víctor quería golpear la ventana con fuerza, ahí estaba su horrible hermano mayor muy cerca de Dakota en el jardín tomándole la mano, ese debería ser él mientras le mostraba la canción que estaba escribiendo, pero no, su madre lo había mandado a la habitación de televisión donde Erick cambiaba los canales sin parar mientras Luke roncaba como oso tirado en la alfombra, no quería estár más ahí, tomó el estuche de su guitarra y salió sin hacer ruido de la habitación, cuando fue a las escaleras vio que los adultos estaban aún en el comedor charlando de negocios como siempre, no había forma de que pasara por ahí y no lo notaran, iba a buscar otro camino cuando comenzó a poner atención a lo que decían.

-...ahora están charlando juntos, muy juntos, yo veo que las cosas van a fluir mejor de lo que esperábamos.

-Hubo un tiempo en que esperé que Luke fuera el elegido, pero no hay duda de que Jamie siempre fue el que llevaba la ventaja en esto -decía su madre.- Seguro la distancia avivó la chispa.

-Y anoche también los vi en el porche, mi hija parece estar encantada con él -la señora Johnson bebía una copa espumosa y se colgaba del brazo de su marido, hablaba demasiado alto.

-Debo admitir que, una parte de esto me parece... arcaico -su madre hizo una pequeña mueca.- Como un compromiso en la era medieval.

-No es un compromiso, solo son un par de jóvenes que necesitan un empujón para estar juntos, y yo creo que lo estarán -su padre alzó su copa sonriente.- Solo buscamos asegurar su futuro.

-Y el de Johnson Inc y Dornan Company -agregó el padre de Dakota sonriendo.- Nuestros herederos van a enamorarse, casarse, y darnos la fusión que hemos planeado por años.

Víctor estaba con la boca abierta, ya sabía que sus padres tramaban algo pero ni de broma esperaba algo así, corrió apresuradamente para volver a la ventana, tenía que decírselo a Dakota, decirle que su hermano Jamie solo quería enamorarla porque sus padres querían hacer más y más negocios ahora con ellos, dejó su estuche al lado de la puerta y fue directo a pegar el rostro a la ventana.

-¡Dakota!

Ella alzó el rostro hacia él, estaba ruborizada y lo saludó con la mano.

Víctor no era ningún tonto, y parecía que Jamie tampoco, porque ellos se estaban besando ahí en el jardín, pero él iba a asegurarse de que nadie lastimara a Dakota.

Y esperaba que ella no estuviera ya enamorada de su hermano.



Truly love | Dakota y JamieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora