Truly love | Dakota y Jamie

II

No podía ser cierto que ese chico fuera Jamie, pensó Dakota mirándolo fijamente.

Aquella cabellera castaña clara, la espalda ancha que terminaba en unas estrechas caderas y más abajo un pantalón ajustado en las partes indicadas... ¡Vaya trasero! Dakota siempre había sido consiente de esa parte de la anatomía de Jamie pues durante su infancia siempre le estaba dando pellizcos o alguna patada allí, pero ahora reconocía el gran atractivo que era aquello. Ere perfecto. Incluso todo él parecía resaltar entre el grupo de personas que iban de colores oscuros, demasiado formales para la fiesta, mientras él parecía un tentador bocado con la camisa roja como las manzanas de caramelo que ella comía en cada ocasión que visitaba Disneyland. Una comparación muy conveniente, dadas las circunstancias.

-¿Sigues por aquí, Dakota?

Tal vez lo estaba, o tal vez estaba imaginariamente acariciando aquel atractivo trasero.

-Lo siento, me distraje –era verdad, logrando apartar la mirada se centró de nuevo en Luke.- ¿Decías algo?

-Nada en especial ¿tú qué estabas pensando?

-En lo diferente que son tus hermanos y tú, ya sabes, Víctor, Erick, ahora Jamie... por cierto ¿dónde están el resto de los Dornan?

-Solo hemos venido mamá, papá, Jamie y yo, Erick lleva resfriado varios días y como no quería quedarse solo con la niñera Víctor se ofreció a quedarse con él, bueno, fue más bien un poco a la fuerza, tenía muchas ganas de venir.

-No lo dudo, tráelo un día de estos a visitarme ¿quieres?

-Claro, sobre todo si hay más fiestas como estas –dijo con sarcasmo.

-Es un asco, pero culpa a mi madre por ello ¿quieres? –luego miró a su alrededor antes de inclinarse más cerca de él- ¿No te apetece fugarte de aquí e ir a beber hasta que terminemos en el suelo de algún bar en medio de la ciudad?

-No creo soportar tanto después de la fiesta de la semana pasada, aún tengo lagunas mentales –luego puso una coqueta sonrisa de lado.- Aunque podría hacer una excepción si llamas a Elo y la llevamos con nosotros.

-Elo, Elo, Elo... ¡lograrás ponerme celosa un día de estos!

-Vamos, deberías ser una buena amiga con ella Dak.

-¡Soy su mejor amiga!

-¿Y por qué no está en la fiesta entonces?

-Mi madre me ha prohibido invitarla –dijo poniendo los ojos en blanco.- Dice que es un mal ejemplo para mí, que no aporta nada positivo a mi vida y mucho bla bla bla al que no le puse atención, claro que si ella en realidad supiera que soy yo el mal ejemplo no tardaría nada en darme una patada y adoptarla a ella ya que es un encanto ¿no lo crees así?

-Adorable y encantadora –dijo Luke sonriendo como un idiota.- Ya verás, sigo esperando el día que beba más allá de su límite y descubra que yo también soy adorable.

No era un secreto para nadie que Luke estaba perdidamente enamorado de Eloise desde siempre, Dakota recordaba verlo suspirar por ella desde que iban juntas en la secundaria; a él no le importaba que ella fuera un año mayor: no había tenido ojos para nadie más, podía salir con alguna chica pero no duraba más allá de unas semanas porque siempre volvía al mismo objetivo, además parecía ser algo recíproco, pero Elo se negaba a dar su brazo a torcer.

-Arreglaré algo con ella esta semana, lo prometo –sonrió.- Tendremos verdadera diversión.

-¿Debo creer que no se está divirtiendo entonces, señorita Johnson?