Truly love | Dakota y Jamie

XXV

-¿Entonces no vas a volver a la universidad?

-Ni siquiera voy a dejarla, Elo -me aparté el flequillo con el brazo escayolado. -Voy a terminarla en línea, solo me presentaré a los exámenes cuando sea necesario.

-Eso es absurdo, te haría mucho mejor volver, necesitas aire fresco.

-Lo sé, pero estoy segura que cambiaré de aires muy pronto.

-¿Qué quieres decir?

-Nada -necesitaba cambiar de tema de inmediato. -¿Qué ha pasado con tu madre? No me contaste cómo fue su sesión.

-Es increíble lo que hace la terapia -estaba segura que ella sonreía mientras hablaba. -La han ayudado un montón, puede hablar de mi hermano ahora y me dijo que se sintió fatal por no hacer nada por nosotras, va a pedirle el divorcio a papá.

-¿Estás bien con eso?

-Sin duda, creo que a ambos les irá mejor separados -ella suspiró. -Pero va a ser difícil ser hija de padres separados...

-Que sepas que no estás siendo nada sutil, Eloise -resoplé.

-Bien maldita sea no lo estoy siendo, pero estoy preocupada por ti y por ese bebé que ahora llevas en la barriga: te has aislado de todos, no me dejas ir a visitarte y lo que es lo peor, el padre de esa criatura está preocupado por ti, se va a quedar calvo prematuramente.

Cerré los ojos con fuerza, si tuviera un dólar por cada vez que alguien sacaba el tema de Jamie, seguramente podría comprarme una fábrica para hacer perfumes con todas las flores que Jamie había enviado. Cada día puntualmente a la hora del desayuno llegaba un repartidor con algún ramo de todo tipo de flores: margaritas, girasoles, rosas de todos los colores, lavandas, olorosas gardenias, tulipanes holandeses... hoy había llegado un arreglo de violetas alineadas sobre una base cuadrada para formar un corazón, era demasiado cursi incluso para mí.

-Se sobrepondrá, tenlo por seguro, después de todo, lo nuestro solo eran firmas sobre papel.

-Eso no es verdad, amiga mía, tus ojos relucían con solo mencionar su nombre, y estoy segura que el tipo conocía cada peca que tienes en esta boba cara tuya de cutis perfecto.

No pude evitar soltar una carcajada que me dejó bastante sorprendida, hacía mucho tiempo no escuchaba mi propia risa.

-Y seguro conocía el resto de pecas que tienes...

-Es muy posible -dije con pesar. -Elo, tú me conoces bien, lo que él hizo me rompió el corazón, le habría tomado cinco minutos de su tiempo decirme lo que nuestros padres planeaban si es que de verdad estaba enamorado de mí.

-¿Para qué decir algo que se notaba a mil kilómetros? Por favor, todos nos dábamos cuenta de la atracción entre ustedes, por no hablar de la tensión sexual, que por cierto... ¿les nublaba tanto la mente como para olvidar la protección?

-¡Eloise! -reí una vez más, con ella no podía esconder esos detalles. -Claro que usábamos protección, cada vez, al parecer todo fue un accidente... oh mierda.

-¿Qué fue eso?

-El jacuzzi -me di un golpe en la frente con la mano de la escayola, lo que me provocó dolor en el hueso del codo fracturado. -No usamos nada esa vez.

-No necesito tantos detalles, pero tomaré nota, Luke casi olvida protegerse cuando estábamos en la ducha...

Calló de inmediato, esta vez yo proferí un grito que seguro le perforó el tímpano.

-¿¡Tú y Luke en la ducha!?

-Bueno, el departamento de Jamie tiene una ducha muy amplia...

-Dímelo a mí, lo sé bien.