XX

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La cena en casa de los Donan fue un acontecimiento raro puesto que todo estaba extrañamente normal, mis padres y los de Jamie trataron a Eloise como si fuera una encantadora chica, la incitaban a hablar todo el tiempo aunque la mayor parte de la cena hablamos del viaje a Jamaica, luego de comer pasamos al salón donde entregamos algunos recuerdos que habíamos traído, yo había comprado algo especial para Víctor y le murmuré que se lo llevaría luego.

-No he sacado nada de la maleta, lo siento.

-Está bien -sus mejillas se pusieron rojas. -Sea lo que sea, va a gustarme mucho, lo sé.

Elo me miraba nerviosamente cada poco, estaba radiante con su vestido marrón claro, hacía lucir más su cabellera dorada y la señora Dornan se lo dijo un par de veces al igual que mi madre.

-Me temo que debo llevar a Eloise a casa -Luke se puso de pie y Elo lo siguió sin soltarle la mano.

-Espero que hayas pasado una buena velada -dijo mi madre que iba por su tercer copa de la noche, quizá eso ayudaba a hacerla tan simpática.

-Gracias por todo, buenas noches.

Luego de que se fueran el pequeño Eric se quedó dormido sobre la alfombra y eso marcó la hora de marcharnos, además mañana volvía a la escuela y seguro tendría trabajo atrasado, el lado positivo es que restaba una semana y luego seerían vacaciones de invierno.

-¿Paso por ti mañana? Después de la escuela -Jamie me dijo bajito cuando íbamos a la puerta.

-Claro, pero solo un rato, tendré mucha tarea atrasada.

-Un rato no me bastará contigo -su mano apretó la mía y un escalofrío me recorrió la espalda, estuve de acuerdo con eso, le di un ligero asentimiento y un beso en la mejilla para despedirnos.



-La has pasado bien, no puedes negarlo.

-No lo negaré, todo fue muy diferente a como imaginé -Elo tenía una sonriesa en la cara al ver a Luke de reojo. -¿Les pagaste o algo?

-La gente madura, es todo -llegaron a la calle de su casa y aparcó delante de la puerta. -Espera.

Muy galente rodeó el auto para abrirle la puerta, Elo se sentía en una nube y dejó que la llevara hasta la puerta, esta vez fue ella quien se inclinó y dejó un pequeño beso en sus labios, eso fue todo, sus labios tenían el sabor al vino blanco que habían dado en la cena.

-Buenas noches, Luke.

-Te veré mañana.

Ella esperó a verlo montado en su auto para abrir la puerta y entrar, escuchaba el sonido del televisor de la sala y se apresuró a sacarse los zapatos altos para subir sin hacer ruido, había alcanzado el primer peldaño cuando una mano tiró de ella haciéndola caer al piso, el olor a alcohol la golpeó al mismo tiempo que se quedaba sin aire por el golpe que recibió en el estómago, comenzó a sentirse mareada y escuchó un auto arrancar.

-Te dije que volvieras a las diez -gruñó la voz profunda de su padre.

-Dijiste a las once -dijo cuando pudo respirar de nuevo.

-¡No me hagas quedar como un mentiroso! -otro golpe vono después, y otro más. -Ahora ve a dormir, y no alteres a tu madre.

Lo escuchó irse y ella siguió ahí un rato hasta que consiguió la fuerza para levantarse, subió con mucho trabajo y fue directo al baño, vomitó hasta que estuvo a punto de desmayarse sobre el lavamanos, cuando salió su madre la miraba con una expresión de tristeza.

Truly love | Dakota y JamieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora