Red delicious

16. Betanin red

El lobo corría por las calles semi desiertas de París. Cuando se transformó, y el enorme lobo negro apareció frente a Saoirse, percibió el aroma de Yuri casi de inmediato y echó a correr antes de que la otra pudiera decirle que fuera. En el aroma percibía el miedo, el malestar y el enfado; debía encontrarlo pronto.

Saoirse iba en el auto a cierta distancia, sabía que en cuanto vieran al lobo tratarían de hacerle daño y ella debía de impedirlo en todo momento. Por eso siempre fueron buen equipo, y entendía bien porque les dieron la misión a ambos, pero con los últimos eventos y las cosas que Otabek le había contado que hizo se había vuelto más personal.

El lobo se detuvo de pronto a una distancia prudente de cierto edificio que estaba sospechosamente protegido por dos betas enormes, no había dudas, ese tenía que ser el lugar. Ella suspiró antes de bajar del auto y escondió bien el arma bajo su ropa, acaricio la cabeza de Otabek y le indicó que esperara con un ademán.

Caminando tranquila hasta el edificio iluminado, puso su mejor sonrisa para los dos hombres armados ahí. Inclinó la cabeza y siguió de largo como si nada pasara.

—Caballeros —saludo empujando la puerta, pero fue regresada de un tirón por ambos.

Le sostuvieron de los brazos y le arrojaron a la banqueta, ella bufó poniéndose de pie y con el ceño fruncido, odiaba que la jalonearan así. Desvió la mirada, volteando molesta hacia otros tomó el arma y sin esperar nada le disparo a uno.

Beta y alfa intercambiaron una mirada, el castaño busco su arma cuando la loba ya había apretado el gatillo. Le hizo una seña al lobo que corrió hasta ella para ayudarle a empujar los cuerpos al callejón de al lado.

Se cambio, poniéndose la ropa que uno de ellos usaba, para tratar de pasar desapercibida, quejándose de paso por lo grande que le quedaba.
Se dobló las mangas y cuando se sintió lista miro al lobo que la esperaba sentado a su lado.

Suspiró y posó una mano en su cabeza.

—Entrare primero, abriré la puerta de la azotea para que puedas entrar —escondió su arma entre la ropa, de nuevo, y acomodó las otras en su cinturón—. Te abriré camino para que llegues a Yuri sin problemas.

El lobo rozó su mejilla con la nariz y soltó un bufido como afirmación, mirándola fijo.

—Si sales y no estoy afuera, vete —le sonrió—. Yuri es tu prioridad y yo veré la forma de zafarme de esto en caso de meterme en problemas.

Volvió a bufar y se levantó, Saoirse pensó que era imponente de esa forma, el lobo era mucho más grande que ella incluso en su forma de loba.

—Estaré bien, dame cinco minutos y podrás entrar por tu omega.

El lobo se acercó a ella, provocando que sonriera, reconocía ese gesto. Abrazó la cabeza del licántropo y suspiró pensando que esas pequeñas cosas no cambiarían jamás.

—Te veo del otro lado.

El lobo entro en cuanto la puerta fue abierta, su compañera tenía un par de rasguños y su brazo sangraba pero parecía que no le afectaba ni un poco.

El olor de Yuri fue intenso al doblar en el pasillo del segundo piso y se adelantó, corriendo hasta la puerta para derribarla con su enorme cuerpo. La escena que encontró le provocó tantas sensaciones al mismo tiempo, pero solo la furia predominó, sus patas le impulsaron y brinco sobre la cama para tirarse encima del zorro que apresaba a Yuri en la cama, los gritos del omega negándose y su forma de luchar le indicaron lo obvio.

Sostuvo al zorro de sus brazos con las patas delanteras y le gruñó como clara advertencia de lo que estaba a punto de sucederle.

Yuri estaba sorprendido, apenas había visto la mancha negra quitarle al alfa de encima y al enderezarse se asustó por el enorme lobo que estaba ahí. El aroma de Otabek delató su identidad y el omega en el pecho del rubio tembló de forma inevitable, reconociendo a su alfa, a la verdadera forma de su alfa.

Saoirse entró sosteniéndose el brazo y se acercó a él para revisarle, asustada.

—Yuri, tu cara —murmuró preocupada, poniendo las manos en sus mejillas, tratando de no tocarlo con el arma.

—Estoy bien —murmuró desviando la mirada hacia el lobo, de nuevo.

—Otabek —la alfa alzó la voz, llamando su atención—. Toma a Yuri y vete —dijo firme, alejando al omega.

Recibió un gruñido como respuesta y ella bufó.

—Es una orden —alzó la voz, cargando su arma.

Volvió a escuchar el gruñido y el lobo soltó al zorro que tenía una enorme mordida en el hombro, cerca del cuello. Se detuvo junto a Yuri y le empujó con el hocico, esperando que anduviera adelante.
Saoirse les vió empezar a caminar y entonces sus orejas se movieron al escuchar un clic a su espalda.

Otabek y Yuri se detuvieron al escuchar dos disparos seguidos, voltearon de inmediato y encontraron a los dos alfas viéndose fijamente, luego el cuerpo de Dimitri cayó de frente, sin vida, comenzando a manchar el suelo con su sangre.

—No —Yuri corrió a sostener a la loba que se iba de espaldas irremediablemente.

El lobo llegó a su lado, para ayudarle a sostenerla, podía oler la preocupación en su alfa.

—Saoirse.

—Estoy bien —murmuró con una sonrisa débil—. Sólo duele mucho.

Yuri se quitó la playera y la uso para cubrir la herida sangrante en el pecho de la muchacha. El lobo le lanzó la sudadera tirada en el suelo para que se cubriera.
Se apresuró a ponérsela y volvió a presionar en la herida de la muchacha.

—Beka, debemos llevarla al hospital.

Asintió, soltando un bufido y se echó, esperando que ambos subieran.

— ¿Crees que es buena idea?

—No lo cuestiones, Yuri —murmuró muy bajo la alfa, adormilada.

—Saoirse, abre los ojos —gritó, tratando de llamar su atención.

—Estoy despierta...

—Iremos al hospital y te pondrás bien, lo prometo...sólo no cierres los ojos...por favor...

Hey y'all!
Ahora sí, último capítulo de la semana uwu mañana es cumpleaños de mi hermana y la pasare con ella la mayor parte del tiempo, si tengo un rato sola entonces actualizare los otros fics uwu

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Lof, smooches y galletitas!

Rave (◡‿◡✿)