En la oficina, era todos los días la misma rutina. Llegar, sentarse, acomodar papeles, recibir órdenes, joder por ahí, revisar folios, mirar la hora, administrar los nuevos pedidos de autos y más cosas hasta acabar. Había adquirido mucho respeto en las últimas semanas, pues a pesar de que muchas veces no aguantaba las órdenes, era muy eficiente en cuanto a su trabajo. Los números siempre le habían ido muy bien. En Tentation, se había dedicado la mayoría de veces a elaborar los mapas de robo, siempre siendo el cerebro de la operación.
Pero hoy, su día sería diferente.
- Oye, Justin. – le llamó Marie. Jodida rubia, que buena estaba. Tenía que admitirlo. Aunque no era para nada de su gusto, al contrario, pensaba que tal vez a Ryan le hubiera gustado conocerla…
- Hola. – saludó él, amablemente desde su pequeño escritorio, ubicado junto a varios más. Ella le dedicó una bonita sonrisa, desde que Justin había llegado ahí, le había caído muy bien. A veces compartían escritorio, prácticamente, se habían vuelto muy buenos amigos.
- Alguien te estás buscando en el piso de abajo. – dijo ella alzando ambas cejas.
- ¿A mí? – Justin enarcó una ceja de la misma manera. Pensó en ____________. ¿Qué haría ella aquí a esta hora? Eran a penas las cinco, y ella salía un poco más tarde.
- Sí, es un chico, dice que es tu pareja. – dijo ella levemente preocupada.
Al escuchar eso, Justin se puso aún más alerta. ¿Su pareja? ¿Un tipo? ¿Qué estaba pasando? Se puso de pie y negó con la cabeza.
- No es broma ¿verdad?
- No Justin, es enserio. – Justin pudo notar que decía la verdad por el tono de su voz y lo preocupada que se le veía. Marie era preciosa. Tenía el rostro de un ángel, siempre tan inocente y preocupada por todos. No podía mentir.
- Sabes que yo tengo…
- Sí, que tienes novia… - completó ella, con un tono de decepción en su voz poco notable.
De pronto, el sonido del ascensor hizo que ambos se voltearan a verificar quién salía de ahí. Entonces, él pudo entenderlo todo.
- ¿Guapo? – gritó Travis en medio del pasillo. Justin puso los ojos en blanco, aguantándose las risas. Le sorprendía sobremanera que estuviera ahí, en su trabajo, justo ese día.
Atrás Marie observó divertida toda la escena.
- ¿Me has extrañado mi amor? – preguntó Travis, al llegar hasta Justin. Su aspecto corporal había mejorado mucho en esos dos meses. Podía decirse que ahora tenía el mismo peso muscular que Justin.
- ¿Te has vuelto gay?
- ¿Te gustaría que así fuera? – preguntó Travis enarcando una ceja.
- Ya lo has sido siempre. – ambos se abrazaron. Un abrazo de palmas en la espalda y algunos insultos.
Travis rio. No podía mentir, extrañaba esos momentos estúpidos con cada uno de sus amigos. De la misma manera con Chaz, con Ryan… y ahora con Justin. Aunque ninguno de los cuatro, volverían a estar juntos nunca más. O al menos… no por ahora.
- Bonito lugar. – comentó Travis.
- Llevan aguantándome aquí más de un mes.
- Que desesperados estaban.
- Pienso lo mismo.
- Uh… - Travis se mordió un labio. Miró detrás de Justin. Una rubia sexy adornaba un escritorio y revisaba unos folios. Marie. – dime que no te la has tirado todavía… - dijo susurrando solo para Justin.
- No. – dijo él. La verdad, no sabía cómo responderle. Él mismo, no se sentía capaz de estar con alguien más, estando con _____________ al mismo tiempo. Era algo que había aprendido con el tiempo, pues en otras circunstancias, las cosas hubieran sido diferentes.
- Oh… perdona, ¿Cómo está ____________? – Travis cruzó los brazos. Ahora que lo recordaba, a él tampoco le darían muchas ganas de estar con esa rubia si él tuviera a ____________. Pero no era así.
- Bien, acostumbrándose a Atlanta… - comentó Justin.
Entonces, varios recuerdos de la última vez en Paris se le vinieron a la cabeza. Tal vez era momento de superarlo, había pasado, _________ y Travis no se habían visto desde entonces. No había de que preocuparse. Su novia no sentía nada por Travis, ni él por ella. Mierda, ¿Qué no lo veía? Él solo estaba buscando a quién follar, probablemente Marie estaría en su lista, pero no ___________. No lo creía capaz. Ni a ella, mucho menos.
- ¿Y tú? – le preguntó Travis, golpeándole un brazo.
- Aquí me tienes.
- Tienes buena pinta.
- ¿Se nota mucho?
- Mucho. Supongo que ella te debe estar dando todos los días. – ambos sonrieron. Travis más que Justin, pues el primero, sabía que era un tanto cierto. – jodida suerte.
- ¿Y tú qué esperas? – le preguntó Justin. Moría por escuchar su respuesta. Tal vez y le decía que ya había conocido a alguien, de esa manera se olvidaría por completo de la idea tonta que tenía sobre él y _________...
- ¿Crees que aquí en Atlanta me aguanten un tiempo? – dijo mirando por la enorme ventana transparente que se extendía en todo el pasillo de oficinas. Observó los edificios. Grandes e imponentes. – ya estoy aquí… y quiero quedarme un tiempo. – Justin escuchó atento. Tenía un mal presentimiento de todo esto y no sabía por qué. - Además… mañana cumplo años y quiero pasarlo con uno de mis amigos.