Maratón 3/3
Le besó la boca. Duro. Sin compasión. Apretando fuerte ante los labios de __________. Incluso hasta hacerla gemir por la dureza de su boca contra la suya. Desesperado y alocadamente ardiendo en deseo, deslizó sus manos con rapidez por las caderas desnudas de ella hasta llegar a sus muslos. Sus gruesos dedos la tocaron con brutalidad.
- Basta… - logró articular ella. Pero la lengua de Justin volvió a penetrar su boca. Un beso húmedo y duro. Que excitante era todo esto. Decidió unírsele y no hacer nada para detenerlo.
Y él tampoco lo haría. Sus manos apretaron las caderas de __________. Su erección, lista y dispuesta para hundirse en ella, rozó su vientre. Suave. Tan delicado. _________ soltó un gemido suave al sentir la cabeza del miembro de Justin contra uno de sus puntos más débiles en todo el cuerpo. Su piel se erizó. Su vientre se contrajo. Un deseo maldito se abrió en ella. Quería hacerle el amor ahora mismo. Y mientras él la besaba descontroladamente en la boca, ella hizo funcionar sus manos, atrapando el miembro de Justin con ellas.
- Oh… nena… - este bajó la cabeza, separándosele. Mirando directamente las manos de __________ apretarle la erección. Sus ojos se volvieron oscuros llenándose de lujuria acumulada. - ¿te gusta? – preguntó, levantando los ojos hacia los de ella.
_________ asintió. Tenía los labios ligeramente hinchados por el anterior beso de Justin. Prestó atención al semblante de él. Duro. Cada músculo de su cuerpo estaba tenso. Mientras se retorcía en su sitio, al compás en el que ella movía su mano en toda la longitud de su erección. Tragó saliva. No había nada que le excitara más que verlo rendirse ante ella por el tacto de sus manos. Lo escuchó gemir. Con aquella voz ronca y suplicante que ella siempre deseaba escuchar. Era el hombre de su vida. Aquel que estaba a punto de entregárselo todo en un simple toque.
Lo escuchó gritar ahora. Pues el ritmo de sus manos había aumentado. Ahora subía y bajaba de entre el miembro de Justin con más rapidez. Volviéndose loca. Volviéndolo loco. Insaciable. Esto era lo que deseaba. Pero había algo más, algo que anhelaba mucho más…
- Sí… sigue, sigue nena… - rogó él. Sus ojos estaban cerrados con fuerza.
Las manos de _________ desvanecieron la fuerza y soltaron poco a poco. Mientras los ojos de Justin se abrían al mismo tiempo, debido al desconcierto. Quería más. Mucho más. Y eso sería exactamente lo que ella le daría. Más. Como siempre, muchísimo más.
Ahora, queriendo tomar el control, tumbó a Justin a su lado. Cayendo desvanecido y desfortalecido. Este la miró con los ojos abiertos. Expectante.
Vaya. Esta era la ________ que le gustaba tanto. La ________ poderosa. La que tomaba el control en la cama y lo hacía soñar en alto con tan solo meterse en su cuerpo. Relamió sus labios al verla subirse sobre sus caderas. Ambas piernas quedaron a los costados. Mnh… sí, podía sentir su sexo húmedo contra su piel. Ella se movió un poco. Satisfaciéndose sola, hizo otro movimiento más intenso sobre él y soltó un gemido agudo.
- No hagas esto más difícil… - rogó él, mientras observaba derretido y excitado como __________ se movía sobre sus caderas excitada, aun sin haberla penetrado… - te quiero ________. – dijo embelesado por la escena. Era todo lo que necesitaba. Estar dentro de ella con urgencia. Así que la cogió de las caderas y elevó su cuerpo, para que este regresara y él pudiera hundirse con toda su longitud en ella.
La boca de ________ se abrió hipnotizada. Un grito fuerte adornó la habitación. Justin estaba dentro de ella. Todo. Absolutamente. Sin olvidarse de ningún centímetro. Toda su erección cubría sus expectativas. La estaba llenando colosalmente. Sin darle tiempo si quiera a respirar. Elevó las caderas e hizo que ___________ gritara con muchísima más fuerza. Su cuerpo se tensó al verla así.
Entregándosele una vez más. Saber que la satisfacía de esa manera le hacía tan jodidamente feliz. Pero quería más. Así que salió de ella lentamente, rozando toda su maravillosa longitud en cada espacio del sexo de __________. La dejó sin aliento al follarla una vez más. Toda su erección volvió a entrar en ella. Esta vez Justin apretó las caderas de ___________ con las manos, para que ella pudiera apoyar sus manos sobre el pecho de él. Al hacerlo, empezó a moverse… lento, preciso, delicioso… hizo la cabeza para atrás y se movió más. De arriba hacia abajo. Gozando la satisfacción de sentirlo bajo ella. De sentirlo duro y largo bajo su sexo. Se mordió el labio y cerró los ojos ante la sensación. Maravillosa y perfecta sensación de tener el control. Tragó saliva. Estaba a punto de llegar y correrse sobre él. Pudo notar que ante cada movimiento Justin apretaba más sus caderas. Haciéndole entrar más intensamente. Y volvió a moverse. Esta vez en círculos pero sin dejar de entrar y salir de entre sus entrañas. Era la sensación más intensa que había sentido jamás. Cada vez era mejor. Cada minuto era mejor. Faltaba cada vez menos para que ambos se vinieran al mismo tiempo. Y así fue. Ambos se corrieron. Mientras él apretaba las manos de ________ con fuerza y ella juntaba su cuerpo con el de Justin. Abrazándoselo.
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- Te voy a extrañar. – confesó ___________. Apretó el torso de Justin con su brazo izquierdo y hundió su rostro en su cuello, dando pequeños besos sobre él.
- Serán tres días, preciosa. – respondió Justin. Los besos de _________ le hicieron sonreír. Pero muy dentro de él, otra vez el deseo se había abierto. Amaba cuando le besaba el cuello. – solo tres días.
- ¿Confío en qué ninguna fan, lunática y desesperada, va a acercarse a ti? – ella enarcó una ceja y se separó para poder observar la expresión de Justin ante su pregunta.
- No confíes tanto…
- ¡Justin!
- Solo estoy bromeando nena. – rio entre dientes y acarició por debajo de las sábanas el muslo desnudo de _______, subiéndolo sobre su cadera. – después del sexo te pones tan…
- ¿Tan qué? – le retó.
- Vulnerable. Me gusta.
___________ puso los ojos en blanco.
- ¿Puedo confiar en qué ningún estúpido, idiota, baboso e imbécil hombre que no tiene idea de lo que le pasará si lo encuentro, se acercará a ti? – preguntó Justin. Realmente comprometido en sus palabras. No bromeaba, pero a _________ parecía haberle dado gracia desde el principio de su pregunta, pues no había dejado de reír. - ¿por qué te ríes?
- Después del sexo te pones tan tonto.
- Me dejas mal… - acarició el muslo de _________ con sus dedos gruesos. Gustoso por el tacto, tocó más y más su pierna. – ¿por qué no me respondes?
Ella sonrió para sus adentros. Justin celoso demostraba tantas cosas juntas. Cuanto amor le tenía. Cuanto le deseaba. Lo mucho que no quería perderla. Tres días era una inmensa eternidad. Ahora podía notarlo. Le extrañaría tanto definitivamente. Tenerlo cada noche a su lado. Cada mañana. Nunca habían pasado tanto tiempo separados desde lo de Tentation… pero eso ya había quedado en el pasado.
Ambos se quedaron callados por varios minutos. Que frío. Pero el calor de sus cuerpos hacía que se mantuvieran calientes. Y mucho más que eso.
________ acurrucó su rostro sobre el torso de Justin, abrió sus preciosos ojos _______(co) y dejó a Justin embelesado por su mirada y ligeramente excitado también.
- ¿Dudas de mí? – preguntó ella. Una pregunta que se quedó tendida e ignorada en el aire. Pues Justin la había atraído hacia él. Besándole los labios suavemente. Mantuvo los ojos abiertos, observando como ___________ movía su boca contra la suya. Lento y sutil. Un beso húmedo que dejó sus labios mojados por la desesperación. Un beso húmedo que le dejó pensando mientras divisaba a ___________ derretirse sobre su boca…
Tenía razón… ¿por qué dudaba de ella?