La boca de ____________ se secó por completo. En cambio, era todo muy diferente haya abajo. Estaba mojada, y solo había bastado una simple frase proveniente de los labios de Justin para que su dulce sexo se humedeciera de una manera descomunal. Lo cual solo demostraba cuantas ganas tenía de hacerle el amor, como en los viejos tiempos.
- Te quiero… - le susurró él. Hundiendo su nariz en el cabello de __________. Esta se estremeció un poco al escucharlo decir eso y sobre todo, al sentir la nariz de Justin rebuscando entre su cuello. Su piel se erizó y acarició la espalda desnuda de él.
- Y yo te quiero mucho más Justin. - le respondió, con apenas pequeñas palabras, similares a un susurro, que solo podían ser escuchadas por él. Lo escuchó soltar una risita.
- Y… ¿Qué sucedía en esos videos? – susurró ahora él. Suavemente, su mano derecha irrumpió bajo su piel, tocando así su estómago y su vientre plano. _________ tuvo que tragar saliva. Mierda, maldita sea. Justin sabía perfectamente cada cosa que provocaba en ella y lo estaba aprovechando. Bajó la mirada para observar lo que este empezaba a hacer. El ambiente estaba tenso. Muy…muy tenso.
- Cosas… - dijo ella, perdiendo la concentración en sus palabras. Sus sentidos estaban puestos en las manos de Justin y lo que empezarían a hacerle. – cosas muy…
- ¿Muy qué? – levantó la mirada. Sus ojos marrones, ahora llenos de fuego y muchísima lujuria, la miraron deseosos. ___________ soltó un gemido suave que hizo que todos los músculos de Justin se tensaran. Era mucho para una persona como él.
- Muy sucias. – admitió ella. Tragó saliva una vez más, al parecer, esa respuesta solo había inquietado aún más a Justin.
- Cuéntame más. – le pidió este. Una vez más, bajó la mirada continuando con su ardua faena. Y __________ no se perdería de un solo segundo. Bajó la mirada de la misma manera, chocándose con una escena demasiado caliente como para pasar por desapercibida. Podía sentir un pequeño apretón en su vientre, ahí… quemando mucho. Un frenesí de sentimientos hundidos en la parte más íntima de todo su cuerpo. Fue aún peor, cuando observó a Justin estirar la banda de su bonito hilo y escucharlo gemir al hacerlo. – vamos, cuéntame… - le rogó esta vez con una voz ronca y desesperada.
- Hacían el amor. – continuó ____________, sin saber que decir ante la propuesta de Justin. No se atrevía a hablar sucio ante nadie, pero parecía tan natural cuando se trataba de Justin. Se había ganado su confianza. Creía que sí podía lograrlo, así que lo intentó. – follaban… - dijo en una voz pequeña. La nuez de Justin se movió de arriba hacia abajo, tragando saliva. – él a ella… sin parar… - volvieron a juntar las miradas. Podían comerse en ese mismo momento, no había palabras que pudiera describir lo que esa mirada transmitía. Solo ellos dos podían hacerlo.
- ¿Y? – Justin enarcó una ceja. Sus gruesos dedos se introdujeron lentamente entre la diminuta ropa interior de ___________. Tocó ligeramente el pubis depilado de esta. Su interior gozó de un placer inmediato. Tocarla era más que un simple deseo, Mierda… era la cosa más deliciosa que había hecho jamás. Su piel era exquisita. Tocó una vez más. Haya arriba ____________ soltó un gemido contra su oído. – vaya… - murmuró asombrado. Sus dedos habían recorrido un poco más, llegando a palpar toda la línea del sexo húmedo de ___________. Y esta, tuvo que apretar mucho más la espalda de Justin para aguantarse los gritos. – mojada, muy mojada… - le informó.
- Es por ti. – le aclaró ella. Aunque podía asegurar que eso Justin lo sabía de ante mano.
- ¿Por qué no sigues? – pidió él. – quiero escucharte, todo… vamos… - rogó.
- ¿Qué debo decir? – preguntó una ___________ excitada, pero a la misma vez con un papel de inocente. Y Justin pudo entenderlo. Vale, no se atrevía a hablarle sucio. ¿Por qué? Debía hacerla entrar en calor y darle la seguridad que necesitaba. Estaba con él, no con otro tipo, no tenía por qué sentirse intimidada.
- Lo que viste, preciosa. – entonces lo hizo. Metió un primer dedo dentro de su sexo. ____________ arqueó el cuerpo, haciendo que su cabeza chocara contra la pared. – sé que lo recuerdas, porque mueres de ganas porque yo haga lo mismo contigo. – susurró contra su oreja y a la misma vez, apretó el lóbulo de esta con sus blancos dientes.
- Ah… - gimió ella. El primer gemido grande de la noche. Y pronto se avecinaban muchos más.
- Cuéntame Peterson. – le dijo. Debía admitir que cuando la llamaba por su apellido le ponía muchísimo. Abrió los ojos y se encontró con la mirada de un Justin totalmente exasperado. Abajo, su dedo índice se movía en círculos en todo el clítoris de ___________. Llenándola y haciendo estremecer su cuerpo entero. Que jodido lujo era tocarla de esa manera. - ¿quieres uno más? – arqueó una ceja. Ella asintió desesperada con la cabeza. - ¿sí? – preguntó Justin. Acercó un poco sus labios hacia los de ___________ y se los mordió suavemente, estirando su labio inferior hasta hacerlo enrojecer. – entonces tendrás que narrarme todo nena. Absolutamente. Quiero saber que ha estado viendo mi chica a mis espaldas.
Aunque pareciera imposible, apretó un poco más el cuerpo de ___________ contra la pared. El bulto entre sus pantalones, que chocaba fuertemente contra el vientre ella, hizo que gimiera alto.
- Lo hacían… - empezó ___________. Tenía la mirada clavada de Justin en sus ojos. No podía resistirse, sentía los dedos de este sin moverse bajo su chorreante sexo. Y los quería dentro. Moviéndose. Ágiles. Para ella. – follaban… duro, y ella gritaba… - las escenas se le vinieron a la mente. Calientes escenas pornográficas que había visto por curiosidad y que ahora su querido novio le estaba pidiendo que las recitara. – gritaba muy…muy fuerte.
- Buena chica. – una sonrisa perversa se instaló en los labios de Justin. A continuación, metió un dedo más. La reacción de ella fue tan fuerte que soltó un grito ahogado y mordió tanto sus labios, hasta sentir el sabor metálico de su propia sangre. – o debo decir… chica mala… - se inclinó para besarle el cuello, mientras sus dedos abajo no paraban de moverse circularmente. – no vuelvas a ver esas cosas sino es conmigo.
__________ quiso quejarse, pero no podía si quiera articular palabra.
- Oh nena… cuanto me gusta verte así… - murmuró al verla totalmente embelesada con lo que Justin le practicaba. La vista era única. La escena era maravillosa. Una ___________ empezando a bañarse en sudor y gimiendo al ritmo de sus dedos. – no tienes idea de cómo me pone todo esto.