Capitulo 19

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Maratón 1/3

Metió las llaves en la cerradura y abrió. El olor a casa le asentaba bien. Después de un día entero redactado cosas para el señor McCain, no había mejor cosa que llegar a casa. Cerró la puerta tras ella, y guardó las llaves de nuevo en su bolso. Cuando miró la hora, pudo notar que se habían hecho más de las seis de la tarde, ¿de que servía haber regresado temprano si igual había tardado? Negó con la cabeza interiormente. 

Caminó exhausta por la cocina y tomó una soda del refrigerador. Abrió con cuidado la lata de Coca-Cola y tomó un sorbo de esta. Mientras ingería, un hombre a medio vestir apareció tras ella. 

- Peterson. – le llamó tras ella. __________ dio un salto en su sitio. Abrió un poco más los ojos y se volteó ante el llamado. Oh por Dios, Travis. 
Este la recibió con una sonrisa fina en los labios. Tenía el cabello ligeramente mojado y algunas gotas de agua cayendo en todo el torso. Aquel bóxer caía de entre sus caderas y hacía imaginarse a cualquiera toda el gran volumen de su miembro. Unas piernas grandes y gruesas que también conjugaban con su cuerpo entero. Y esos ojos, azules, preciosos, que la miraban a ella con todo el deseo del mundo. Aunque __________, no se atreviera a aceptarlo todavía. 

Pero demonios… ¿Por qué se fijaba en Travis de esa manera? Parpadeó y golpeó interiormente sus pensamientos. 

- ¿No vas a desearme feliz cumpleaños? – dijo y abrió los brazos. ________________ negó con la cabeza en su interior. No, no podía…

- Feliz cumpleaños. – le dijo aun manteniendo una distancia prudente. Lo miró despectiva y se dio vuelta para no prestarle atención. 

Atrás, Travis sonreía de oreja a oreja. 

- ¿Solo así, Peterson? – le pregunto con una voz ronca y aunque ella no quisiera aceptarlo muy, muy sensual. 

- ¿Qué esperabas? – le retó ella. Volvió a voltearse. Encontrándose una vez más con la sonrisa maliciosa de Travis y sus ojos puestos en ella. ¿Qué buscaba? Se preguntó a ella misma. 

- No lo sé, un abrazo… ¿tal vez? – enarcó una ceja.

- Ha sido mucho que te haya dicho feliz cumpleaños. – lo miró una vez más, esforzando sus ganas de parecer despectiva con él. Con mucho esfuerzo, pudo lograrlo. Dejó la Coca-Cola en la encimera de la cocina y quiso dirigirse a su habitación, caminando decida y pasando por su costado. 

La mano de Travis la cogió del codo, volteándola para él. Una electricidad poderosa se abrió entre ellos. Oh, mierda…

- ¿Por qué siempre tan molesta conmigo? - enarcó una ceja. Ambos rostros peligrosamente cerca. Ambas respiraciones chocando y juntándose peligrosamente. 

- Suéltame. - le pidió ____________. Apenas podía utilizar su voz. Y al hacerlo, notó la poca fuerza que su garganta le proporcionaba. 

- ¿Por qué? – enarcó una ceja de nuevo. _________ quiso gritar. - ¿por qué siempre tan cabreada y de mal humor conmigo?

- Eres insoportable, es todo.

- ¿Lo soy?

- Sí, y ahora suéltame o te juro que grito. – le advirtió ella. Podía sentir el cuerpo húmedo de Travis tocar el suyo. Aquel sentimiento le provocaba cosas que jamás imaginó con él. ¿Por qué? Se hacía esa pregunta.

- Grita, me gusta cuando haces eso. – le sonrió y apretó el brazo de __________ un poco más, incluso hasta llegar a lastimarla. 

- Eres tan repugnan…

- Oh… muñeca, perdóname. No soy un príncipe azul, pero sé hacer algunas cosas que podrían quedar en tu memoria para toda la vida.

Ambos sostuvieron la mirada. Mierda, rayos, maldición… ¿Qué pasaba? ¿Qué empezaba a pasar entre ellos? ___________ dudó por un segundo si escapar sería su mejor opción, tal vez la idea de quedarse ahí… le gustaba… un poco. 

- ¿Qué quieres? – le preguntó una _______ decidida. - ¿sexo? – enarcó una ceja y lo miró brindándole una pequeña sonrisa. – lo siento mucho, pero has venido al lugar equivocado. 

- Eso dices ahora.

- ¡Estás loco! – gritó desesperada. - ¡suéltame, mierda! – gritó un poco más fuerte. 

- ¿O qué? 

Ella soltó un suspiro, aturdida y asustada, pero muy… muy dentro de ella, algo le ordenaba que no se separara de él. 

- Me haces daño… - le advirtió. Ambos bajaron la mirada hacia el brazo de __________. 

- Todo lo que ganas por no decirme que te hice… para que me odies tanto.

- ¿Te importa mucho saber? 

- Solo quiero estar bien contigo.

- ¿Por qué? En unos días te irás, ¿de qué te sirve estar bien conmigo? 

La última frase de ___________ no ayudó mucho a la situación. Ella misma no podía examinar bien sus palabras. Acababa de decirle… ¿Qué le molestaba que se fuera en unos días? 

- Tú, eres imposible Peterson. – miró directamente sus ojos. _________ no pudo evitar devolverle la mirada. Recorrió su rostro con la mirada. Que sensual podía ser si lo examinaba con otros ojos. Los ojos del deseo. Por ese lado, tenía todas las de ganar. Era brutalmente sexy, guapo y atorrante. Malvada combinación que en él quedaba perfecta. - ¿qué?... – le susurró. _________ no reaccionó hasta después. - ¿quieres besarme? – Travis mojó sus labios. Ella parpadeó muy rápido. Coño. ¿Qué estaba diciéndole? ¡Reacciona _________! 

- Aléjate de mí Travis. – lo empujó y aprovechó que él había soltado su brazo. 

- Me gusta mucho cuando dices mi nombre.-
Se miraron. Esta vez, no había que impidiera que __________ saliera corriendo de ahí. Pero aun sabiendo eso, ella no quiso irse de ahí, no podía… se había quedado inmóvil ante su irremediable presencia. 
Cuando de pronto, unas llaves se introdujeron en la cerradura de la puerta principal, abriéndola por completo. 

La escena que logró presenciar Justin, no era nada buena. 

La vista se le nubló. Solo podía ver lo malo y problemático de todo eso. Solo podía ver a Travis en bóxer y a ___________ ligeramente colorada y muy cerca de él. Los miró a ambos. Pero en especial a ____________. 

- Justin… - susurró ella y sus ojos se llenaron de esperanza. Al menos ya no estaría a solas con Travis. 

Justin endureció los pómulos. Sus músculos se tensaron de pies a cabeza. Hace mucho no experimentaba la sensación de cabrearse tanto por un simple hecho. Pero ahora, lo estaba reviviendo. Su sangre hervía. 

- Listo para esta noche ¿amigo? – le llamó Travis. 

Justin frunció el ceño. 

- Tengo dos entradas para el pub del centro, el mejor de la ciudad. – le dijo cabreado y hablándole sin mirarlo. 

¿Dos entradas? ___________ soltó un respiro. 

- Dime cuando estés listo. – dijo sin querer hablar más. Le dio una mirada torturante a ________ y quiso decirle muchas cosas, pero en vez, se las guardó y caminó hacia la habitación. 

Oh Dios… sus celos incontrolables de nuevo. _______ quiso abrazarlo y besarlo, sabía que esa era la única manera de curar todos esos sentimientos. Lo siguió hasta la habitación, sabía que arreglar las cosas con él… esta vez… sería muy difícil. Y no se equivocaba.

Tentation 2 - Justin Bieber y Tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora