EXTRA UNO

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Ruptura de Malec

Alec se encontraba en la puerta del Loft de Magnus, estaba mas que nervioso, pero sabia que era necesario hablar con Magnus después de lo que había ocurrido con Jonathan, aun que no sabia muy bien como darle la cara a Magnus.

Soltando un suspiro cuadro los hombros y toco la puerta, escucho pasos acercándose del otro lado y segundos después apareció Magnus con pantalones rojos y una camisa purpura abrochada hasta la mitad, múltiples anillos descansaban en sus dedos y utilizaba un sutil maquillaje haciendo que resaltaran mas sus ojos gatunos, su cabello como era costumbre estaba en punta con purpurina dorada; miro a Alec serio y se hizo a un lado permitiéndole la entrada, Presidente Miua ronroneo al frotarse contra los pies de Alec.

—¿Como has estado?— le pregunto Alec a Magnus mientras acariciaba al pequeño gato.

—Bien —le respondió el brujo y camino hacia la sala de estar, Alec lo siguió dejando atrás al pequeño gato— Toma asiento —le dijo Magnus cuando este ya se había sentado.

Alec se sentó a un lado del brujo mirando sus manos, no sabia como iba a decirle esas palabras, estaba muy nervioso y podía sentir la tensión de Magnus, el brujo de acomodo de lado para poder mirar a Alec y vio como poco a poco un rubor se extendía por su rostro.

—Magnus...

—¿A que has venido Alec? —pregunto suavemente el brujo acariciando la mejilla del nefilim, era raro que Magnus le dijera a Alec de esa forma.

—A verte —Alec voltea la mirada y besa la palma del brujo y la retiro de su rostro.

—Mentiroso... —susurra el brujo y acaricia los nudillos de Alec.

—Tenemos que hablar sobre lo que paso.

El brujo miro a Alec detenidamente y retiro su mano de la de Alec con cuidado, el nefilim no lo detuvo y eso fue una punzada en el pecho del brujo, asintió y cerro brevemente los ojos, Alec pudo ver como de repente las facciones de Magnus cambiaban, ya no se veía esa juventud en él, era como si todos los años que había vivido aparecieran y fuera un gran peso, que era lo mas probable, eso nunca lo sabría Alec; cuando Magnus abrió los ojos vio que Alec lo miraba atentamente pero también con una mirada preocupada.

—Hable entonces Alec —dijo por fin Magnus, tenia un gran presentimiento de lo que se avecinaba, esperaba y rogaba a todo lo humano y no humano conocido para que se equivocara.

—Jonathan... —esas no eran unas buenas palabras para iniciar una conversación y Magnus lo sabia— Él... Bueno, esta bien.

—¿Como esta Clary?

—Aun esta muy enojada.

—Me lo imagino —Magnus miro a otro lado y soltó un suspiro.

—¿Por que lo hiciste?

—¿Honestamente? —pregunto el brujo al nefilim a lo que asintió—Fue... Como un mecanismo de defensa.

—Él no te hizo nada en un principio.

—Lo se, pero fue para proteger lo que considero mío Alexander.

—Creo que fueron celos.

—Los celos fueron los que te llevaron con Camille.

—Si, pero también fue la desconfianza —le contesto Alec a Magnus mirándolo— Y tu desconfianza fue lo que te hizo actuar así.

—Esa desconfianza me la diste tu.

—¿De que hablas? Nunca hice nada para que digas eso.

—Vi como lo mirabas —le dijo Magnus mirándolo— Siempre lo seguías con la mirada si estábamos en la misma habitación.

—Eso no es...

—Así es —hizo énfasis en sus palabras, Alec solo lo miraba sin saber como reaccionar.

—¿Entonces solo por eso decidiste atacarlo? —pregunto Alec poco después, sabia que estaba siendo muy duro con Magnus.

—¿Y tu pensaste siquiera en quitarme mi inmortalidad sin siquiera consultarme solo por que no te hablaba de mi pasado?

—¡No lo iba a hacer!

—Pero lo pensaste —le dijo Magnus negando.

—No es a eso a lo que vine

—¿Importa si te digo que te amo? —pregunto derrotado Magnus.

—Magnus...

—Se a lo que has venido Alec, pero contesta mi pregunta, ¿importa?

—Sabes que yo también te amo —Alec tomo su mano y cerro los ojos con fuerza— Pero no es justo para ti.

—¿Por que lo dices?

—Porque seria muy egoísta de mi parte quererte para mi cuando estoy interesado en otra persona.

—¿Lo amas?

—No... Si... No lo se —soltó un fuerte suspiro Alec.

—¿Pensarías en regresar a mi? —pregunto Magnus aferrándose a la mano de Alec— Aun que pasaran 50 años.

—Aun que pasaran 50 años...

—Te amo Alexander —Magnus recargo su frente en el hombro de Alec y cerro los ojos con fuerza.

—Y porque te amo Magnus te estoy dejando en libertad —le susurro Alec.

Magnus tomo un respiro tembloroso al escuchar las palabras de Alec y se quedo quieto, disfrutando de los últimos momentos que podría tener con Alec, no sabia si confiar en Alec y su promesa de que algún día regresaría a su lado, pero sabia que en el fondo de su corazón esperaría toda una eternidad por una oportunidad con Alec, daría lo que fue por ellos, pero también sabia que ese no era el momento para ambos.

—Tal vez en otra vida Alexander tu y yo podamos estar juntos...

—No digas eso —comenzó a decir Alec, pero se callo al ver los ojos de Magnus, que contenían lagrimas.

—No lo dejaras... No por voluntad propia y solo la muerte los va a separar —Magnus acaricio las mejillas de Alec con amor y delicadeza— En otra vida tal vez estemos juntos —le volvió a decir Magnus a Alec y Alec sabia que Magnus tenia razón.

—Lo siento mucho Magnus...

—Te esperare toda una eternidad Alexander —Magnus beso la mejilla de Alec y se quedo unos segundos con sus labios sobre su mejilla, cuando se sintió listo se separo de él.

—Hasta otra vida Magnus —le dijo Alec poniéndose de pie, se acerco a la puerta y sin atreverse a mirar atrás salió del Loft de Magnus.

—Hasta otra vida Alexander —contesto Magnus cuando el pelinegro ya había salido.

—Miau —el gato del brujo se subió al sofá y se acostó en el regazo de su dueño.

—Así es Presidente... Hasta otra vida.



- Xx Luci xX

Segunda OportunidadWhere stories live. Discover now