Kagura y Sougo - Un Amor de Estrellas

Viaje Inesperado

Era una noche tormentosa, este día los cuatro habitantes que compartían la casa estaban durmiendo comodamente, la lluvia caía con fuerza mientras algunos truenos retumbaban en los cielos, luego de algunas horas la lluvia comenzó a parar cuando un grito despertó a los tres hombres.

-AAAAHH – gritaba con desesperación la chica – GIN-CHAN

Kondo y Sougo salieron rápidamente para ver que estaba pasando, vieron al peli plata saliendo de su habitación bostezando con toda tranquilidad.

-¿Qué pasa Gintoki? – Kondo temía que algo malo le haya ocurrido a la pelirroja.

-¿Qué son esos gritos? – Sougo tenía un antifaz rojo en la cabeza mientras esperaba la respuesta del amante del azúcar.

-Regresen a dormir, yo me encargo.

-GIN-CHAN, DETENLOS, YA NO MÁS – gritaba Kagura mientras se escuchaba claramente como lloraba.

-Solo tiene pesadillas – respondió el peli plata – no recordaba que ya era esa época del año – dijo lo ultimo casi en un susurro que el castaño apenas alcanzo a escuchar. Gintoki entro a la habitación de la pelirroja.

-Tal vez se asusto por los truenos – dijo el moreno mayor – será mejor que regresemos a dormir Sougo – el gorila cerró la puerta para regresar a soñar con la hermana y representante del rapero Shimura.

Mientras tanto el castaño se acerco a la puerta para saber un poco que pasaba en verdad, escucho unos sollozos del otro lado de la puerta.

-Gin-chan – lloraba – detenlos – se abrazaba al mayor.

-Fue una pesadilla – consolaba el ojos de pez, le destrozaba el corazón verla de esa manera tan vulnerable.

-Gritaba, pero... no me escuchaban — cerró sus ojos fuertemente tratando de olvidar esas imágenes — Por qué fui tan débil?

-Ya paso – le acariciaba la cabeza tiernamente – todo quedo atrás.

Sougo regreso a su recamara procesando lo que escucho ¿Qué era eso que le había pasado y que la ponía tan alterada? ¿Cómo podría descubrirlo? – Movió la cabeza tratando de sacar esos pensamientos – no debía de interesarle lo que pasara, últimamente unas extrañas palpitaciones se estaban presentando en su pecho cada que la tenía cerca, quería sentir su piel y verla suplicar por él. No eres sentimientos de amor, solo era deseo carnal... o al menos eso trataba de convencerse.

Al día siguiente Sougo salió junto con Kondo, no vieron a la chica ni a su manager, el gorila se paso casi toda la mañana siendo golpeado por una mujer gorila a la que perseguía los últimos días. Por lo que al terminar sus pendientes el oji carmín regreso a casa, al entrar vio a la pelirroja sentaba frente al televisor, con un control en las manos jugando con una consola de videojuegos.

-Pensé que habías ido a trabajar – dijo el egocéntrico.

-No me sentía bien – contesto sin quitar su vista del juego.

A pesar de ser las cuatro de la tarde aun traía puesta su pijama que era rosa con estampado de conejos, el cabello lo tenía alborotado sin peinar, no llevaba maquillaje, su rostro se notaba demacrado y con ojeras bajo los parpados.

-Te ves horrible – la delicadeza no era lo suyo.

-¿Quién te pregunto? Además yo soy hermosa aunque me veas así – dijo orgullosa.

-Esa es una gran mentira.

-Es la verdad – contesto molesta — Verdad Shinpachi? – volteo a ver a la cocina de donde salía el mencionado con un gran plato de sopa caliente.