Compartiendo Espacio

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En las noticias de espectáculos todos hablaban de la gran fiesta que había tenido la modelo, fue todo un acontecimiento del medio. Y la canción del castaño por supuesto que no pasó desaparecida, una gran paraje de jóvenes exitosos y muy "enamorados".

Gintoki leía los reportajes mientras bebía un gran vaso de leche de fresa.

-Todo está yendo de maravilla – dijo mordiendo un panecillo de frutas.

-Sí, al parecer todos están al pendiente de nosotros – hablo la pelirroja – el idiota grabara el video de la canción que canto en la fiesta y otras más... o eso creo.

-Maldito mocoso, su fama está subiendo rápido otra vez.

-Yo también estado más ocupada que antes – inflo sus mejillas en forma de puchero.

-Es verdad, pero aun no es suficiente, necesitamos convertirte en una de las mejores modelos del país. Incluso cotizada internacionalmente.

-En ese caso, demos el siguiente paso ¿Cuándo nos iremos a vivir con ellos?

-No me digas que ¿ya te enamoraste de él y estas ansiosa por estar viviendo juntos? — hizo cara de asco.

-No digas tonterías – respondía la oji azul con toda calma – sabes que yo no tengo derecho a enamorarme.

-Bueno, si las cosas continúan así y todo se resuelve como quieres eso puede cambiar.

-Hasta que eso suceda yo... no puedo siquiera pensar en un futuro feliz — los azules ojos de Kagura se dirigieron con tristeza a un punto en el suelo.

Gintoki al ver el estado de ánimo en el que estaba su preciada hija trato de animarla un poco.

-Pero te recuerdo que si te enamoras tendrás que pedir mi consentimiento antes que todo, traerme pastel todos los días y ponerle un collar de castidad al bastardo para que no se le ocurra tocarte.

Al escuchar la declaración tan alocada por parte de su permanentado padre la chica levanto los ojos con una gran sonrisa, pues sabía que trataba de animarla y no la dejaría sola en ningún momento.

-Lo mejor será que te consiga una novia lo más pronto posible.

-Yo no necesito que una mocosa me busque una novia, eso puedo hacerlo yo solo además sabes que ya tengo a mi alma gemela – sonría como idiota.

-Zura no cuenta como novia, aunque si lo amas tanto puedo aceptarlo con todo y tu hija adoptiva Elizabeth – mientras tanto en otro lugar se escuchaba un "Zura janai Katsura da"

-Que tonterías estás diciendo mocosa? – le dio un pequeño golpe en la frente — yo hablo de Ketsuno Ana.

-¿La chica del clima? – cuestiono sorprendida mientras se sobaba el golpe.

-Si... definitivamente es mi otra mitad — suspiro soñador — como sea creo que tienes razón, llego la hora de dar el siguiente paso... NOS MUDAREMOS CON LOS IDIOTAS — grito apuntando al cielo.

No es como si Gintoki no haya pensado en el asuntó de la mudanza anteriormente, de hecho ya tenía lista una casa lo suficientemente cómoda para que vivieran todos, la vivienda contaba con 4 recamaras cada una con su propio baño y una gran cocina lo suficiente grande para todos, una terraza con una excelente vista a un parque, en la planta baja un estudio con varios instrumentos, incluso un gimnasio y todas las comodidades necesarias. La habitación de Kagura estaba a un lado de la de Gintoki y las de Sougo y Kondo frente a ellos.

Al principio convivir todos juntos fue algo complicado pero poco a poco se fueron acostumbrando, como todos tenían diferentes compromisos era rara la ocasión donde estaban todos juntos. Kagura y Sougo seguían saliendo, pero su relación solo era mentira pues cuando estaban en casa pocas veces se dirigían la palabra.

Kagura y Sougo - Un Amor de EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora