Es Mejor No Pensar

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Sougo paso el resto de la tarde en casa acompañado del peliplata, Kagura se fue con el tipo ese sin decir nada. Solo se notaba su felicidad al abrazarlo ¿Qué era esa sensación tan rara en su pecho? ¿Le dolía verla con él? ¿Estaba pensando demasiado las cosas? Sí, eso trataba de decirse.

Se abrió la puerta y vio como aquel chico entraba descaradamente seguido de la pelirroja.

-¿Así que esta es tu nueva casa? – dijo el chico con una dulce voz y encantadora sonrisa, aun llevaba aquel gorro cubriendo su cabello y esos lentes oscuros –

-Es bonita ¿verdad? – veía como examinaba cada detalle de la vivienda –

-¿Y este quién es? – pregunto el castaño –

-No necesitas saberlo – respondieron ambos –

Aunque prometió no indagar en sus secretos, ese tipo entraba a su casa y se ponía a revisar todo sin preguntarle y aun así ¿no necesitaba saberlo? Claro que lo necesitaba. Estaba a punto de protestar cuando el ojos de pez salió a ver que estaba sucediendo.

-Dejen de hacer tanto escándalo maldición – replico el mayor mientras se rascaba la cabeza con pereza. Luego noto al nuevo visitante - ¿Qué estás haciendo aquí? –

-Solo vine a ver donde vivía – entro a la cocina y saco lo que pudo de la nevera –

-Más bien diría que viniste asaltar el refrigerador –

-Durante la cena no escuchaste nada de lo que dije – hablo la chica para el que devoraba los suministros – esto es importante – se notaba la preocupación es sus ojos –

-Importante quiere decir, serio y aburrido. No me interesa nada de eso – al parecer la comida estaba muy buena ya que toda su atención estaba en ella – si tanto insistes habla con Abuto –

-Esto es grave – olvidaba lo frustrante que puede llegar a ser hablar con él – el calvo dijo que si todo sigue así, te convertirás en su presa...dime ¿Qué has estado haciendo? – sabía que no quería escuchar la respuesta pero debía enfrentarlo –

-Interesante – lamio su dedo quitando los restos de salsa de ese gran pedazo de carne que acababa de comer – veremos quién será la presa y quien el cazador – sonrió maliciosamente –

-Ni se te ocurra pelear contra él –

-Las cosas pasaran como tengan que pasar –

Kagura soltó un fuerte suspiro, sabía que era inútil tratar de hablar con él una vez que se le mete una idea no hay fuerza en el mundo que lo haga cambiar. Por la puerta entro aquel hombre de melena castaña que vieron en el cumpleaños de la modelo.

-Tenemos problemas - se notaba un ligero tono azul en su rostro – no sé cómo se entero pero ella viene para acá, será mejor que corras –

-¿Por qué tendría que hacerlo? Sería bueno enfrentarla luego de tanto tiempo –

-Si rompen algo se los cobrare al triple bastardos – Gintoki no los dejaría marchar limpiamente –

-¿Y ahora quien rayos viene? – se pregunto el castaño ¿desde cuándo su casa se había convertido en una casa de locos –

Solo pasaron unos segundo cuando una figura entro rápidamente golpeando al chico de anteojos oscuros y mandándolo a volar hasta el patio.

-Mu...Mutsu...espera – trataba de contener el aliento su castaño jefe –

En el patio se veía como ambos se lanzaban fuertes golpes, los de Mutsu llenos de ira que el chico esquivaba divertido.

-Lo que destruyan será tu responsabilidad Sakamoto – dijo el de cabellera platinada mientras le daba un buen golpe a su tonto amigo –

Kagura y Sougo - Un Amor de EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora