CAPITULO 10

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-Debemos regresar al desfile- Dije en voz baja.

-¿Siempre eres así de responsable?- Replicó en tono serio.

-Incluso más.

-Escapemos juntos, te aseguro que nadie se dará cuenta.

-Ni pensarlo, es la gran noche de la prometida de tu hermano.

-Me perdonarán.

-¿Siempre eres así de terco?

-Incluso más.

-Enserio debemos regresar, para mí es trabajo y mi jefe está ahí- Insistí poniendo mis manos en su pecho obligándolo a separarse.

-Está bien, tú ganas- Suspiró rendido.

Nos arreglamos las ropas en silencio, dije que yo saldría primero, no estuvo muy de acuerdo, pero aceptó. Abrí la puerta y me asomé sigilosamente, me dispuse a salir de ahí y Abraham me dio una cariñosa palmada que me hizo sonrojar, no quise voltear a verlo porque de seguro aceptaría escapar con él y tenía que recordar que estaba en horas de trabajo.

Me fui directo al baño a retocarme el maquillaje y ponerme perfume, una amplia sonrisa estaba dibujada en mi rostro, él había dicho mi nombre y yo el suyo, no más reglas, eso me entusiasmó bastante, pero no sabía que pasaría de ahora en adelante.

Llegué al gran salón y ocupé mi lugar, pocos minutos después, llegó Abraham sonriente y se sentó al lado de Melissa. Ella se recargó sobre su hombro, eso no me agradó, esos dos tenían algo, la confianza que se tenían era sospechosa, además una persona no lleva a cualquiera a un evento familiar, ahí entendí que no debía emocionarme demasiado, si seguíamos teniendo algo él y yo sería a escondidas como antes.

El desfile terminó. Alexa apareció nuevamente para agradecer la asistencia de los presentes, en el público nos ponemos de pie para brindarle un fuerte Aplauso.

Empezó la fiesta de celebración y todos nos dirigimos al salón contiguo, donde había una mesa de bocadillos.

-¿Dónde estabas?- Preguntó Mónica insistentemente.

-Fui a entrevistar a las modelos.

-Que raro fui allá y no te ví.

-Es que también tuve que ir al baño.

-Ah...Está Bien- Respondió no muy convencida.

Moví mi cabeza en negación al ver como se dirigía a hablar con un chico que la miraba, yo me acerqué al bufete a comer algo, me decidí por una brocheta de frutas que mordía en pedazos pequeños para no arruinar mi labial otra vez.

-Por favor, no hagas eso en mi presencia, me trae gratos recuerdos que quisiera repetir.- Mencionó Abraham detrás de mí, provocando que casi me atragantara.

- Quieres provocarme un infarto ¿Cierto?- Exclamé volteando para verlo.

-Tú también a mí, no tienes idea lo sensual que te ves comiendo.

-Estás loco- Mencioné mirando el techo.

-Puede ser, pero a ti te fascina- Respondió coqueto guiñándome un ojo.

-¿Se conocen?- Llegó repentinamente Alexa en compañía de Antonio, entré en pánico al pensar que hayan escuchado el comentario que hizo Abraham.

-Sí, desde la universidad me hizo una entrevista para su tesis final, nadie quería ayudarla, si no fuera por mí no se habría graduado.- Respondió él muy seguro.

-Yo siempre he dicho que el mundo es un pañuelo, nunca me imaginé que conocieras a Abraham- Mencionó Alexa sonriente.

- En realidad no somos amigos, solo me ayudó y desde ese entonces no nos habíamos vuelto a ver hasta hoy- Continué con el juego.

¿Tienes tiempo para mí? (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora