CAPITULO 12

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-¡Alex! ¡Helena!, que gusto verlos- Exclamó alegremente Melissa- Malvado, no me dijiste que los habías invitado- le cuestionó a Abraham dándole un golpecito en el hombro.

-En realidad no sabíamos que ustedes estarían aquí, Abraham me prestó la casa por el fin de semana- Mencionó Alex mirándolo como pidiendo una explicación.

-¿Qué no era el próximo fin de semana?- Exclamó Abraham con confusión.

-Bueno, hay suficiente espacio para los cuatro y así será mucho más divertido- Agregó entusiasmada Melissa casi saltando de emoción.

Yo simplemente no podía hacer, ni decir nada. Estaba estupefacta tratando de procesar la información en mi mente, el shock había sido más grande a cuando nos topamos en el estadio y lo que más me había molestado era haberlo visto tan feliz con Melissa, ¿Cómo podía decir que Melissa no era su novia si parecía todo lo contrario? Lo único que hice fue jalar a Alex del brazo para sacarlo de la casa mientras le dedicaba una mirada de enojo a Abraham, quien nos miraba seriamente.

-¿Él fue el que te prestó la casa?- Pregunté molesta fuera de la puerta principal.

-Si- Respondió parándose frente a mí.

-No podemos quedarnos aquí, busquemos un hotel, al fin y al cabo estamos a diez minutos del centro de San Fernando.

-Pero nena, ¿Desde cuando eres tan poco social?

-¿Nena?- Pregunté extrañada, olvidando por un segundo el origen de nuestra pelea, pues él jamás me había dicho así.

-Dije amor como siempre, por el enojo ni me escuchas bien.

-Te escuché perfectamente y me dijiste nena ¿Desde cuándo me dices así que no me he enterado?- Pregunté irritada.

-Ya se porque hubo confusión- Mencionó evadiendo mi pregunta- Primero le había dicho que vendríamos el próximo fin de semana, pero como tengo que ir a...Nueva York en esa fecha, lo llamé y cambié de opinión a la hora de haber acordado, probablemente lo olvidó y es mi culpa, perdón amor- Se acercó y puso una mano en mi mejilla- Pero no podemos irnos así como así, Abraham ha sido muy amable contigo, además, se ve que a Melissa le caes muy bien, será como aquel viaje que hicimos con Ángela y Daniel, recuerda lo bien que la pasamos.

-Pero se suponía que la razón de este viaje era para estar solos tú y yo.

-Y lo estaremos cariño, ¿Acaso crees que ellos no querrán estar solos también?- Respondió guiñándome un ojo- Vamos, no seas así, será divertido.

Sentí como se me revolvió él estómago con la insinuación, la escena de la cocina estaba aún en mi mente y no quise pensar en como habría terminado si no hubiéramos interrumpido. Alex me dio un ligero beso en los labios.

-Perdón no quise interrumpir, pero la cena ya está lista, entremos y luego vemos como nos acomodamos- Exclamó Melissa desde el umbral de la puerta, Abraham estaba detrás de ella con una expresión de pocos amigos y una mirada como si quisiera fulminar a alguien.

-Gracias Melissa, pero nosotros acabamos de comer, además supongo que ustedes querrán estar solos, así que lo mejor es que Alex y yo nos vayamos a un hotel- Dije tomando la mano de Alex mientras miraba desafiante a Abraham.

-De ninguna manera, el que se confundió fui yo, los que debemos irnos somos Melissa y yo- Respondió abrazándola por la cintura.

-No hermano, por supuesto que no, además la culpa fue mía, porque primero te dije que vendríamos la siguiente semana y al rato cambié de opinión, yo fui el que provocó la confusión.

¿Tienes tiempo para mí? (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora