CAPÍTULO 1

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Como ocurre habitualmente llegué a mi edificio, ingresé al sótano para estacionar mi auto en el lugar de siempre. Bajé de mi auto, caminé en dirección al ascensor del sótano y apreté el botón para subir. Entré para ascender al octavo piso, y esperé hasta llegar a mi destino. Se abrieron las puertas, mientras caminaba por el pasillo saqué las llaves de mi bolso, entré a mi departamento, miré el reloj y faltaba una hora para que Alex llegara. Me di una rápida ducha, terminé de arreglarme faltando cinco minutos para las ocho.  Así que me senté en el sillón a esperarlo, tomé mi celular para distraerme y noté que tenía un mensaje, era una nota de voz, lo presioné y escuche la dulce voz de mi novio.

- ¡Feliz Cumpleaños Helena! Cariño, lamento no poder llevarte a cenar, sabes que para la empresa es imprescindible mi presencia en la firma de todos los contratos que realicen. Le rogué a mi jefe para que pusiera a alguien más en mi lugar pero fue imposible. Te prometo que te recompensaré, Te amo mucho.

Cerré los ojos un poco decepcionada y molesta. Dejé caer mi cabeza en el respaldo del sillón, estaba mirando hacía el techo como si lo estuviera culpando. ¿Por qué mi cumpleaños tenía que ser un martes? ¿Y por qué la única persona a la que aprecio siempre tiene que trabajar cuando lo necesito? 

Di un largo suspiro y me levanté del sofá, me dirigí a mi habitación, tomé mi bolso y saqué una botella de vino que había comprado para Alex y para mí.

- Feliz Cumpleaños a mi- Me dije y sirviéndome en una copa que tomé de un solo trago.

Me senté en una silla del comedor, puse un poco de música mientras seguía llenando mi copa, cumplía 23 años y lo celebraba con una botella de vino como única compañía. A decir verdad, casi todos mis cumpleaños son aburridos a excepción de mi cumpleaños del año pasado cuando Alex me hizo una fiesta sorpresa. 

Mi vida, es muy monótona, centrada siempre en mi trabajo, mi novio un importante corredor de bolsa que muy pocas veces me dedicaba algo de su tiempo libre y en cuanto a amigas sólo tengo dos, una casada y otra madre soltera, es decir, ninguna opción para salir y remediar mi cumpleaños.

Volteé a ver hacía mi bolso que había dejado tirado en la mesa de centro tras sacar el frasco de vino. Noté que había un papel al lado, probablemente sea algo de la oficina, mi bolso es un desastre, guardo en el todo lo que se me atraviesa, desde basura hasta documentos importantes de trabajo.

Me levanté del asiento, tomé el misterioso papel, que en realidad era una servilleta con algo escrito en su interior.

Había un número de teléfono acompañado de la frase: "Clave: ¿Tienes tiempo para mí?" .

Abrí mis ojos de golpe al recordar como este papel llegó a mi poder.

Ocurrió hace unas cuantas semanas. Mi jefe nos invitó a un bar a celebrar el trigésimo aniversario de la primera publicación de nuestra revista "Eyes of Madrid". Estaba bastante aburrida y decidí ir al baño para cambiar un poco de ambiente. Allí me encontré con una chica con unos cuantos tragos encima, comenzamos a charlar y terminé confesándole la poca atención de mi novio, entonces sacó la dichosa servilleta y en ella anotó esos datos. 

"No te vas a arrepentir, sólo di la clave y éste hombre te hará sentir en el paraíso. Es un Dios en la cama, te aseguro que hará perder la noción de tus sentidos"- Fue lo último que dijo al salir del baño.

Miré fijamente la servilleta, releí repetidas veces la clave y el número; era una locura, probablemente es sólo una absurda broma, después de todo la chica estaba un poco borracha. Además, citar un desconocido porque me sentía sola y obviamente no iríamos a cenar precisamente. La mujer del bar me dejo muy en claro las habilidades de su "amigo". Luego de pensar y dudar por unos minutos me dije "¿Que más da que cometa una locura el día de mi cumpleaños?". Toda mi vida fui una chica muy correcta. Siempre sacaba las mejores calificaciones, nunca escapé de casa, mi único novio a sido Alex, mi jefe siempre alaga mi sentido de la responsabilidad y puntualidad. Tengo derecho de una vez en mi vida mandar todo al diablo y divertirme.

¿Tienes tiempo para mí? (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora