Capítulo 8 : Competición 2

57 5 2
                                    

Lucía:

Hoy es el día, la verdad es que estoy muy nerviosa porque aunque sepa hacer surf, nunca he competido. Nada más me he levantado me he hecho un gran desayuno, ya que tenia que coger fuerzas para el gran día que me esperaba. He desayunado un zumo de naranja, dos tostadas con jamón serrano y una manzana, si, es un desayuno de campeones. Cuando se ha levantado mi abuelo ha venido corriendo a abrazarme, la verdad él es el que más ganas tiene de que empiece la competición porque por si no os lo había dicho, mi abuelo fue campeón de surf y entró en esa academia, por eso le hace tanta ilusión que su nieta repita sus pasos, ya que su hija, mi madre nunca le gusto el surf.

Cuando ya estábamos todos listos me cogí mi preciosa tabla de surf de Roxy azul y rosa, es mi preferida desde siempre y espero que esta vez me de buena suerte, porque para mí es muy importante demostrarle a mi abuelo que puedo con todo.

Cuando ya estábamos todos listos me cogí mi preciosa tabla de surf de Roxy azul y rosa, es mi preferida desde siempre y espero que esta vez me de buena suerte, porque para mí es muy importante demostrarle a mi abuelo que puedo con todo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Voy yo sola a la playa, mi abuelo y mi madre vendrán después, porque aún es muy pronto. Quedan 4 horas para el campeonato, pero por norma general todos los surfistas tienen que estar antes allí. Cuando estaba a punto de llegar a la playa me tropiezo y caigo al suelo, pero cuando me voy a levantar veo que un chico de negro viene hacia mí, aunque es muy guapo, yo me asusto. No estoy acostumbrada a ver gente así en este pueblo, donde yo vivo si que hay, pero aquí no. Así que grito y me levanto, le digo que no se acerque, pero él no dice nada. Yo empiezo a andar rápido, pero cuando me doy cuenta veo que lo tengo al lado.

— Por favor, no me hagas nada, soy muy joven —digo muy asustada.

— Pero tu de que vas niña, no iba hacerte daño, solo iba a ayudarte a levantarte y a preguntarte si estabas bien, pero ya veo que estas perfectamente, bueno estas tonta pero eso supongo que es de siempre. —dice Manu muy enfadado.

— Perdona, es que como te he visto vestido así y venias hacia mi me he asustado. Pero que sea la ultima vez que me llamas tonta ¿Entendido?.

— Mira niña, yo te llamo como quiero, porque tu a mi no me das ordenes.— digo enfadado — eso me pasa por ser bueno con la gente, a la próxima no te pienso ayudar, te dejare tirada ahí al suelo.

— Me parece genial, no necesito a nadie que me ayude, se cuidarme por mi sola — digo segura de mi misma y mirándolo a los ojos.

— Ya veo ya, por eso antes estaba casi llorando, no me hagas nada, soy muy joven, jajaja— dice Manu riéndose.

— Vete a la mierda— digo enfadada, me giro y sigo andando.

— Niña, por cierto por donde esta la playa. — dice Manu gritando.

— No eres tan valiente y gracioso, pues búscala tu solo — digo riéndome y me voy.

Pero será estúpido ese niñato, si, me he asustado, pero tiene que entenderme y encima va y me insulta. Bueno, no importa lo que piense, ahora tendrá que buscar la playa él solo, se lo merece. Por cierto, si esta buscando la playa es que a lo mejor va a la competición, no puede ser. Me paro a pensar que si va a la competición puede ganar y si yo también gano podemos entrar los dos a la academia, no, eso no pasara, hay mucha gente y seria muy mala suerte que los dos entráramos. Pero si entramos, juro que ese niño desearía haber perdido la competición, porque yo a buenas soy muy buena, pero a malas mejor que no me conozcáis.

Manu:

Cuando bajo del autobús me encuentro con una chica que tiene que tener más o menos mi edad, es preciosa. Que casualidad, encima la chica lleva una tabla de surf, supongo que ira a la competición, a lo mejor con un poco de suerte podemos ganar los dos e ir a la academia. Cuando estaba mirándola de repente se cae al suelo, yo me dirijo hacia ella para ayudarla a levantarse, pero cuando me estoy acercando se queda mirándome y grita que no me acerque. ¿Que le pasa a esta niña, es tonta?, encima que voy a ayudarla me grita. La chica se levanta y se va andando rápido, pero yo la consigo alcanzar.

— Por favor, no me hagas nada, soy muy joven — dice la niña asustada.

Definitivamente, todo lo que tenia de bonito lo tiene de estúpida, yo solo iba ayudarla. Entonces me enfado y empiezo a gritarle.

— Pero tu de que vas niña, no iba hacerte daño, solo iba a ayudarte a levantarte y a preguntarte si estabas bien, pero ya veo que estas perfectamente, bueno estas tonta pero eso supongo que es de siempre.

Así pasamos un rato discutiendo, hasta que ella se va, pero de repente me paro a pensar que no sé donde esta la playa, entonces se lo pregunto y la niñata me contesta que la busque yo solo. ¿Pero que se ha creído?, decido que la voy a seguir, si ella tiene una tabla quiere decir que ira hacia la playa.

Lo único que espero es que lo que pensé antes no se cumpla, no podría pasar ni 1 hora más con ella, menos aún pasar un año entero viviendo con ella. Así que espero que no entremos los dos en la academia. Porque si entramos prometo que le voy a hacer la vida imposible



OPORTUNIDADESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora