Capítulo 9: Competición 3

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Sara:

Nada más llegamos a Mundaka, nos dirigimos a la playa, pero cuando mi madre me ve el bikini que llevo puesto, enseguida me ha dicho que no le gustaba.

— Hija, como puedes ser tan tonta, yo te había dicho que te pusieras el mejor bikini que tuvieras y tu vas y te pones eso. Así no te pueden ver los periodistas o se van a burlar de ti. No vamos a poder conseguir la fama que nos merecemos.—dice mi madre muy enfadada.

— Mama, en todo caso será la fama que yo me merezco, porque tu no haces nada y a parte es el mejor bikini que tengo y a mí me gusta.—digo gritando.

— ¿Como te atreves a hablarme así?. Ahora mismo vamos a comprarte un bikini.

— Perdona mama.—digo en tono burlón.

Cuando llegamos a una tienda que había en ese pueblo mi madre enseguida ve un bikini que le gusta, la vedad es que es muy bonito, pero yo no necesito uno, a mí me gusta el que llevo puesto. Pero como siempre la tengo que obedecer. El bikini es amarillo con un poco de blanco, tengo que reconocer que me queda muy bien. Pero yo no quiero comprármelo, estaba cansada de hacer siempre lo que mi madre quería.

Mientras mi madre pagaba yo salgo fuera y me siento a esperarla, cuando de repente aparece un chico y me habla

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Mientras mi madre pagaba yo salgo fuera y me siento a esperarla, cuando de repente aparece un chico y me habla.

— Hola, ¿que te pasa? pareces triste —dice con una sonrisa.

— ¿A caso te importa?, no me conoces de nada y seguro que solo quieres ligar conmigo — estoy acostumbrada a que los chicos se acerquen a mí, así que me daba igual lo que pensara ese de mí.— Puedes pegar media vuelta e irte por donde has venido.

— ¿Pero tu de que vas?, solo venia porque parecías triste, pero ya veo que eres una niña engreída que se cree el centro del mundo, pero seguro que en verdad no le importas a nadie, seguro que todos se acercan a ti para pedirte algo, lo más probable es que ni tu madre te quiera.— dice el chico gritándome.

La verdad es que nadie en mi vida me había hablado así, y por un lado tenia razón. Mi madre solo pensaba en ella y a los demás no le importaba yo, solo querían estar conmigo porque era popular. Ese chico se había atrevido a decirme lo que nadie me había dicho y la verdad, es que aunque lo odiaba por hablarme así, también lo admiraba por ser tan sincero. Aunque eso nunca lo reconocería delante de nadie.

— Perdona puede que me haya pasado hablándote así, no quería decirte eso, pero me has hecho enfadar — me dice el chico.

— Perdóname a mí, la verdad es que por un lado tienes razón — pero que acabo de decir, se lo he reconocido, no puede ser, este chico hace que me sienta segura y eso que lo acabo de conocer.— En verdad a mi madre creo que no le importo solo piensa en ella — le digo triste.

— Seguro que no es verdad, y para que te sientas mejor, mi padre es muy controlador y solo quiere que haga lo que a él le parece correcto, así que me he ido de casa.

— ¿Que? lo dices enserio— digo sorprendida, la verdad es que ese chico me parce muy interesante.

— Si muy enserio, pero bueno ahora me tengo que ir, que va a empezar la competición

— Yo también voy a competir, si quieres puedes venir conmigo.

— Claro, me encantaría.

— Por cierto, me llamo Sara.

— Y yo Jose.

Jose:

Nada más he bajado del autobús, iba directo a la playa cuando me he encontrado a una chica en la puerta de una tienda, parecía triste, así que he decidido ir a ver que le pasaba.

— Hola, ¿que te pasa? pareces triste — le digo con una sonrisa, para que se sintiera mejor.

— ¿A caso te importa?, no me conoces de nada y seguro que solo quieres ligar conmigo, puedes pegar media vuelta e irte por donde has venido. — dice la chica.

¿Pero que se ha pensado?, si la chica es muy guapa, pero yo solo quería saber lo que le pasaba, nunca había conocido a una persona tan estirada y egocéntrica, así que le digo todo lo que pienso de ella. Después de decírselo, veo que se queda callada sin contestarme y yo empiezo a sentirme mal, creo que me he pasado un poco, así que le pido disculpas, ella de repente me dice que tengo razón. No me lo puedo creer, si en verdad la chica no es tan mala persona como parece, ahora si que me siento culpable. Después de estar un rato hablando, me dice que ella también va a ir a la competición, que bien, ojala podamos entrar los dos en la academia, porque la verdad es que me he quedado con ganas de conocerla. Sé que será una chica con carácter y un poco creída, pero en el fondo tiene buen corazón y a mí me lo acaba de demostrar.

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