El renacimiento

Capitulo 12

Unos días después de estar en el hospital, salí de el con mi mamá, yo tenía el brazo vendado y la verdad no sabía que diría mi mamá de ello, me subí al carro y llegamos a casa, solo salio de el y entro a la casa, yo por mi parte salí lentamente y entre no pensé en decirle nada solo fui hasta mi habitación.

Cuando entre en mi habitación vi en el suelo la cuchilla y la sangre que derrame ese día, levante la cuchilla y tiré una toalla al suelo, sobre mi sangre, no quería verla, me acosté en la cama y vi mi celular, tenía varios mensajes de José, solo le deje de lado, eran las cuatro de la tarde y al día siguiente tenía que ir a estudiar.

Me levante y arregle mi mochila, la deje de lado y me puse a leer, después de un rato leyendo me recosté en la mesita de trabajo y me quede dormida.

Mi mamá aviso a mis tíos lo que había sucedido y Josué llego a mi casa ese día...

Josué

Al llegar a casa de mi tía entre y pedí el permiso debido para quedarme con Sara esa noche 

  — ¿Me puedo quedar esta noche con Sara?— 

  — Claro que puedes, protegerla de todo mal—   mi tía estaba muy triste haci que solo subí a la habitación de Sara, al llegar y entrar vi que estaba recostada en su mesa de trabajo, me acerqué a ella y le pregunte si iba a cenar pero no respondió, la deje ahí y me senté en su cama.

Después de un rato Sara despertó pero creo que no estaba cociente de que yo me encontraba en su habitación, me levante y me acerque a ella...

  — Sara, ¿vas a cenar?— 

— ¿Qué?— 

Seguía inconsciente, se volteo y me vio a los ojos, se levanto y me abrazo, luego bajamos a la cocina para cenar, comió muy poco en realidad pero espero no le afecte tanto, subimos a su habitación y le dije que esperaría afuera mientras se cambiaba, después de un rato entre...

—¿Qué haces en la casa siendo un día entre semana?— 

— Mi tía aviso a la casa lo que había sucedido y decidí venir— 

— Esta bien— 

— Voy a quedarme con tigo esta noche— 

— ¿Por qué ?— 

— Te cuidare, no se de que eres capaz y no pienso dejar que te lastimes aun más— 

— Vale, ¿Dormirás junto a mi? — 

— Si, por supuesto, no te are nada malo— 

— Ja tu ¿haciéndome algo malo?—   

  — Ves, solo te proteger— 

Sara se acostó en la cama y yo me acosté junto a ella, le abrace por que no quiero perderle, ella no tiene igual, no la puedo llegar a remplazar.

Esa noche no pude dormir, sentía que si dormía ella se iría y se lastimaría, necesitaba protegerla.

Durante la noche ella me abrazo quedando uno frente al otro, yo solo la veía dormir en espera de que no pasara nada.

A la mañana siguiente ya estaba despierto cuando Sara despertó, me vio a los ojos y sonrió, solo sentía una tristeza enorme de saber que ella se había lastimado, nos levantamos y bajamos a desayunar, e igual que ayer no comió demasiado.

Hoy la acompañaría a su escuela, la protegería de todo mal, yo faltaría a mis clases pero todo por ella, no puedo permitir que se lastime.

Fuimos a su escuela y su mejor amigo José se acerco a ella, hablaron por un rato luego se despidieron, fui con ella a dirección e informe que me iba a quedar con ella ese día, los maestros y el director ya sabían la razón por lo que lo hacía, mi tía se encargó de informar lo sucedido a la escuela.

En clases muchos me miraban ya que yo era alguien nuevo si se puede decir haci, Sara pone atención en clases pero se ve muy deprimida, hace apuntes, no falta a las tareas, pero ella no habla con nadie en la clase.

A la hora de almuerzo se reúne con José, yo fui con ellos pero me quede distante, no quiero que se enoje por entrometerme en su vida, después del almuerzo iba con ella para su clase y un chico se le quedo viendo con una sonrisa, Sara solo se detuvo y me abrazo, el chico ese solo siguió caminando y nos fuimos a su clase, las clases que recibe Sara son bastante aburridas para mi porque yo ya eh pasado la secundaria.

Después de clases ella caminaba callada para la casa, se veía muy triste...

  —¿ Viste al chico ese después de almuerzo?—

  — Si— 

— Se llama Jacob y quiere que yo este con el— 

— ¿Te agrada?— 

— Para nada— 

— Bueno—  ahora entiendo por que la miraba de esa forma.

Llegamos a su casa fue un día muy triste, pero no se que sería lo mejor...