El baile de Navidad (parte 1)

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Narra Marcus

—Hijo, levántate, es tarde —Mi madre me despertó ya que minutos atrás había apagado la alarma, no quería ir a clases hoy, tenía un cansancio mortal, la semana que viene comenzarían la temporada de exámenes, así que me acosté tarde para poder adelantar muchísimo contenido, no quiero que todo se me acumule. Hoy era jueves, entregaríamos la tarea de Ética, espero que salgamos bien. Me baño y visto muy rápido para salir a desayunar.

—Buenos días, bendición —Saludo a mi madre y me siento, ella viene me da un beso y sigue haciendo el desayuno.

—Dios te Bendiga —Me sonrió —¿Cuándo vuelve Chris? —Confianzuda la señora.

Desde que vino hace días quedó encantadísima con él, como no, es hermoso, pero, lo que más le gusto fue que Chris era muy tranquilo, casi no hablaba y era serio. Aun no puedo creer que hayamos dormido juntos y ese sueño, fue demasiado vivido, digo que fue un sueño, ya que al día siguiente amanecí con mi almohada en brazos y él en una orilla de la cama durmiendo boca arriba, derecho y con un brazo detrás de su cabeza.

—Mamá sin presiones ¿Recuerdas? —Le dije irritado, había hablado con ella de que aunque fuese mi amigo, tenía otros que podía invitar, tenía ganas de decirle a Isa que viniera el fin de semana.

—Está bien, está bien —Se rindió —Pero sabes que puedes traerlo cuando quieras y no solo a él sino a otros de tus amigos, ahora que lo pienso necesito comprar otro colchón —Le emocionaba que su casa estuviese llena de adolescentes hormonales -tengo una madre anormal-.

—Si, lo sé, tranquila —Desayunamos y me dejo en el liceo, voy caminando cuando delimito una figura sentada en las escaleras de la entrada, serio, con una mirada de odio, rabia y fastidio, viendo hacia otro lado, allí estaba Christopher —¿Ahora me esperaras todos los días en la entrada? —Al verme borró su expresión y me sonrió.

—¿Te molesta? —Preguntó sarcástico. —Porque puedo detenerme y no hacerlo más.

—No —Casi le grité y entonces él se burlo.

Lo miré con ojos serios.

—Entonces lo seguiré haciendo —Paso y yo detrás de él.

—Estoy nervioso por la tarea —Le digo y él solo me empuja un poco.

—Tranquilízate, saldremos bien —Subimos las escaleras y nos dirigíamos hacia el aula.

Chris volvió a poner su cara seria y de pocos amigos, algo dentro de mi disfrutaba que fuese conmigo con el único que sonriera así, pero tampoco me gustaba que tuviese esa cara.

—Buenos días —Dijo Teresa y los chicos la siguieron, los vi algo acaramelados, algo me huele raro —Menos mal llegaron, estos dos están casi que se comen —mencionó mi amiga susurrándolo entre Chris y yo, mientras veíamos a los otros dos sospechosos.

—Hola chicos —Saludó Carlos y nos tendió la mano a cada uno, se la recibimos y entonces aparece el profesor con su típica risita.

—Buenos días —Solo traía una hoja y un lapicero.

—Buenos días —Le respondimos a diferentes tiempos, entramos y nos sentamos.

Estaba nervioso y también inquieto.

—Bueno, espero los trabajos —Miro a Chris quien asiente con una sonrisa picara.

Me levanto y lo coloco en el escritorio, Isabel hace lo mismo y Teresa lleva el de ellos, nos quedamos sorprendidos al ver que solo dos grupos más se levantaron a entregarlo, el de Katherine y el de otro chico, Santiago era su nombre si mal no recuerdo —Interesante —Dijo viendo los 5 trabajos —Tienen 5 minutos para colocar la única respuesta que necesita la prueba —Todos se miraban recelosos de realizar aquella acción.

Un Amor Inesperado (Por editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora