6 Años

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Narra el Autor

—¡Ahí llegó, mírenlo! —Gritaron las amigas de Marcus al ver que su novio, Christopher había llegado a buscarlo como siempre diez minutos más temprano. Su auto deportivo convertible era llamativo y muy hermoso a la vista de todo el estudiantado de medicina de la Universidad Central de Venezuela.

—Supérenlo, chicas —Se burló el de ojos azules.

Christopher llevaba ese día una camisa de manga corta de color negro, con los tres primeros botones abiertos, dejando ver la cadena de plata con la mitad de un corazón que 2 años atrás le regaló su novio por su aniversario. Tenía un jean color blanco ajustado que no dejaban nada a la imaginación y unos zapatos de vestir negros.

Los años habían pasado y lo único que había cambiado en Chris era su barba, que al final su novio aceptó, este se la cuidaba y rebajaba seguido para que se mantuviera afeitada pero visible como una sombra, eso le encantaba a Marcus porque le marcaba mas su quijada. El resto de Christopher estaba casi igual, un poco mas de masa muscular y uno que otro cambio en su rostro, dándole un toque adulto.

—Es que es divino —Dijo Laura. Una caraqueña de piel blanca y ojos café con abundante cabellera que iba en ese año en las mismas secciones que el chico —Es un desperdicio de hombre.

—Si y nunca mira a nadie que no sea Marcus —Comentó Natasha una chica de piel negra y ojos verdes oscuros, con una cabellera igual de abundante pero con rulos pronunciados y bien cuidados.

El de ojos azules las miró con burla.

—Eso es porque aun sigue enamorado de mi —Vuelve a bromear Marcus.

Este había crecido unos pocos centímetros de los cuales estaba orgulloso, ahora Christopher le llevaba solo un par, lo cual no le disgustaba al más pequeño debido a que así seguiría siendo "su pequeño". Tenía el cuerpo súper definido como su novio, debido al duro esfuerzo en el gimnasio que hacían ambos, lo único en lo que superaba Marcus a Chris era en su trasero, la segunda cosa de su cuerpo de lo que estaba muy orgulloso.

—Ni que lo digas, tienes una suerte —Dijo Julia. Una rubia Monaguense de gran estatura y ojos claros —Yo solo me consigue ligues de una noche y eso que soy casi una medico.

—Fue una bendición más que todo —Agregó el chico.

Miró su celular para ver si encontraba algún mensaje de excusa de su mejor amiga y casi hermana Isabel. Si bien no estudiaban en las mismas secciones vivían para arriba y para abajo juntos. Su amistad se fortaleció de una manera inimaginable.

—¿Isabel de nuevo? —Le preguntó Laura.

—Si, debe estar ocupada aun —Respondió marcándole el celular.

—Princesito —Dijo cuando cayó la llamada.

—Isa ¿Vienes con nosotros? —Le preguntó el chico sonriéndole a su novio, este le guiño el ojo en respuesta.

Las chicas suspiraron.

—No, convencí a mamá para que se quedara con los gemelos para que Carlos y yo saliéramos a bailar —Comentó la rubia. Hace 3 años y en la mitad de la carrera quedó embarazada de 2 hermosísimos varones idénticos.

Estos eran los consentidos de todos en el hogar por ser los primeros hijos que se tenían. Marcus los adoraba y aun con los estudios y los viajes y post grados de Carlos, los dos iban muy bien con lo de ser padres, incluso les sentaba bien. Los bebes se llamaban Ivan y Peter y eran rubios con ojos azules oscuros.

Un Amor Inesperado (Por editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora