Narra Teresa
No pude dormir nada en la noche, las pesadillas me perseguían, desperté más de una vez a mi padre con gritos y sollozos. Estaba preocupado y cansado como yo. Eran las 7 de la mañana y estábamos en la comisaria.
Mi padre y yo esperábamos a que llegara la madre Marcus. La señora ayer entró en crisis al ver la fotografía de su hijo, el abuelo estalló de rabia y empezó a gritarles a todos. Según todos, no les había llegado un caso así en años. Mi pobre amigo Christopher tuvo la peor reacción, rompió un escritorio, lanzó un montón de cosas y salió sin que nadie pudiese detenerlo, amenazando con matar a todos y cada uno de los que tuvieran que ver con el secuestro del pequeño chico.
—Teresa —La voz de mi padre me hizo salir de mi meditación, ahora tendría que venir todos los días aquí por el hecho de que él también estaba involucrado, luego de hablar de la extorsión se dedujo que alguien también quería dañarle.
—Dime papá —Respondí con un tono casi ido.
Solo quería descansar, la noche anterior no pegue un ojo en un solo momento.
—Estaba pensando hija, creo que lo mejor será que te saque del país —Dijo muy cohibido.
Lo miré atónita.
—No puedes hacer eso —Me altere, alzando un poco la voz, me tomó de los brazo y me apretó levemente.
—Entiende que no puedo permitir que te pase algo —Dijo con la voz quebrada.
—Yo no puedo permitir que me separes de mis amigos. Papá, lo siento muchísimo no lo acepto —Dije intentando calmarme a mí misma, respirar de manera tranquila y profunda. Mi corazón iba a mil y no podía detenerlo por nada del mundo.
—Sabia que dirías eso —Dijo mostrando una sonrisa triste. Lo tomé por las mejillas y lo traje hacia mí para abrazarlo
—Nada va a pasarme, tranquilo —Dije sonriéndole. —Además tengo al descerebrado rubio para cuidarme —Acote riendo mientras lo señalaba.
Me miró mal.
—Lo eres y no lo niegues.
—Sobre eso, quería contratar unos propios, no es que no confié en ellos, solo que me sentiré seguro si tienes más —Comentó algo desganado.
—Tranquilo, hazlo —Le respondí. —No puedo creer que ya llevemos 3 días en esto —Le dije triste.
—Pronto acabara, tranquila —Me respondió sobando mi cabeza.
Venían entrando la madre de Marcus, destruida y demacrada, tenia ojeras y la nariz rojas, su pelo estaba recogido y usaba ropa deportiva, nada combinada. Carlos entró junto a ella, abrazándola, él se quedó con ella para acompañarla, aparte del abuelo.
El anciano venía molesto con todos sus guardaespaldas, pero se veía cansado, demasiado como para que yo lo notara. Los oficiales iban y venían, desde que paso lo del secuestro todos se movilizaron con desespero, decían que tenían años sin ver algo con tanto horror.
—Buenos días —Se apresuró mi padre a abrazar a la Sra María quien lo recibió y sollozo un poco en su pecho. Hubiese deseado que se conocieran en otras circunstancias, no en estas tan dolorosas y preocupantes.
—Hola —Le respondió el saludo a mi padre.
—No preguntare como te sientes, pero si puedo hacer algo para que te sientas al menos un poco distraída, avísame —Le ofreció cortésmente.
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Un Amor Inesperado (Por editar)
RomanceUn demonio Llamado Siriel tiene una misión, la cual se ve en riesgo cuando este empieza a sentir ¿Lastima? por el humano a quien se supone debe torturar. Un chico llamado Marcus Arguinzones sufre de toda clase de acosos, inseguridades, miedos y dolo...