Culpa

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Narra Marcus

¿Cómo es que todo ha cambiado tanto?. El nuevo trimestre había empezado, transcurrieron 2 semanas desde que volvimos del viaje, el cual fue lo máximo en toda su expresión, pero, ahora todo es tan diferente, seco, distante, me duele demasiado, toda la felicidad de esas mini vacaciones se esfumó dando paso a una cantidad de dudas que me carcomen -¿Se habrá cansado de mi? ¿Me dejo de querer? ¿Cumplió su cometido y se aburrió?-.

Sacudo mi cabeza.

-Deja de pensar en eso Marcus, no te tortures-. "Te hizo daño, como todos" una voz que susurra en mi cabeza haciéndome estremecer. Me giro y allí esta, mirando hacia el pizarrón, tiene ojeras, se ve demacrado y cansado, quiero acercarme, hablar con él, que se abra conmigo como siempre, pero cada vez que lo intento me aleja, hace ya 8 días que no dormimos juntos.

-Siempre una excusa, nunca puede y todas esas noches estuve como el propio idiota llorando, me dejara, en cualquier momento lo hará y eso simplemente me destruirá, ya que solo sería como la estocada final que le hace falta a mi corazón-.

—Bien chicos, estudien bastante —Se despide el profesor. Me giró rápidamente para hacerle seña al rubio pero como días atrás, recogió sus cosas y salió disparado del salón, baje mi cabeza y empecé a guardar todas las mías.

—Ey princesito —Isa me toma del brazo y me hace girar —¿Todo bien?.

—No —Le respondo con un nudo en mi garganta.

La chica me abraza. Todos han notado el cambio, sobre todo porque ambos tenemos ojeras, incluso mi madre ha intentado hablar con él, pero le dijo que eran problemas, que no se preocupara.

—No te pongas así, por favor —Me responde cabizbaja.

—Bien —Le digo pestañando un poco y respirando lento y pausado.

Me sonríe y empezamos a caminar.

Al salir del edificio nos encontramos con los demás, quienes me dedican una mirada de lastima -odio que la gente me mire así, pero es lo que casi siempre doy-. Miro a la izquierda y esta mi novio recostado en la pared, lo más duro de todo, siempre está con nosotros de una forma indirecta, lejos, pero ahí está esperándonos, incluso se sienta cerca cuando paramos en algún sitio.

—Déjenme hablar con él —Dice la morena, se aleja de nosotros y va en su encuentro, no pasan ni 4 segundos de haberse puesto en frente cuando empieza a levantar las manos y a gritarle al rubio exasperada, me señala con sus brazos de forma cansada, él solo baja la mirada como si fuese un niño regañado, no soporto verlo así.

—Me voy —Dije y sin más me voltee y empecé a caminar, ignorando a los chicos.

—¿Qué? —Era la molesta de Katherine. —¿Ya se canso de ti? —Preguntó de forma maliciosa, era como si escupiera veneno, pero dio en el clavo con mis pensamientos.

—No me molestes —Le dije por lo bajo mientras me abrazaba por el abdomen con mis brazos.

—El pequeño maricon fue dejado de lado, que triste historia, solo quería tu virgen culo —La ignore, cada palabra que decía hacia que una punzada de dolor se instalara en mi pecho. —Me pregunto ¿Ahora estará libre para cualquiera? —Seguía. -No explotes, no provoques algo peor, ya no está él para protegerte-.

Salí del liceo y mi madre ya estaba con su auto esperándome, la pobre llevaba así ya una semana, la tenia realmente preocupada, pero hoy sería diferente -vamos Marcus ya has hecho esto antes- sonreí como muchas veces hice en el espejo, mi mejor sonrisa.

Un Amor Inesperado (Por editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora