Narra María
Me levanté a las 5 de la madrugada, no pude dormir nada en toda la noche, incluso habiéndome tomado una pastilla, se supone que a las siete un auto me recogería para llevarme al aeropuerto, mi padre me necesita para algo importante en Estados Unidos así que todo salió apresurado.
Hice el desayuno y le guardé a los chicos los suyos, estaba lista para salir, el solo pensar la conversación de ayer me dan unas terribles ganas de llorar
—Ya dejas esos estúpidos pensamientos María —Me regañé. -Seguía siendo mi hijo, mi bebito, mi todo, él seguía siendo Marcus, ese chico amoroso, bondadoso, algo ido y muy tranquilo-. Ya me preparaba para esta noticia pero -¿Por qué dolió tanto cuando me lo afirmo?- Creo que fue el hecho de que yo tenía una ilusión de toda su vida, típica de una madre, verlo con una mujer, familia, verlo envejecer e irse para formar su propia vida
Ayer fue un shock para mí, la homosexualidad es normal, lo único que no me deja pensar con claridad y es lo que me llena de rabia es -¿Por qué no puedo terminar de asimilarlo? ¿Por qué es tan duro?-.
—Yo amo a mi hijo —Me dolió que esas palabras salieran de mi boca, como si me lo recordara a mí misma.
Una lágrima corrió por mi mejilla.
Ahora lo repudiarían, aun después de muchísimas cosas, de grandes pasos dados por la comunidad, siguen siendo odiados, perseguidos y demás -no quiero eso para mi bebe tampoco verlo sufrir porque alguien no lo entiende, ahora sé porque pasaban las cosas en su colegio, le hacían cosas malas.-
—Eres una pésima madre María —Me regañé a mí misma. Siempre sonriéndole, enseñándole las cosas buenas de la vida y me olvide de protegerlo de las malas, mi pobre hijo ha sufrido en silencio para que yo no me enterara de nada.
—Buenos días —Escuche a Chris detrás de mí, me limpie la cara y me giré para verlo, tenía una mirada seria y tranquila, aunque se le delimitaban ojeras.
—No dormiste —Le afirmé.
Asintió lentamente.
—No podía —Respondió. —Pase toda la noche chequeando su respiración para ver si no estaba llorando. Durmió bien, no se preocupe —Suspiré. Ayer lo llame, necesitaba verificar que de verdad le preocupaba mi hijo, aunque no podía dejar de culparlo por el hecho de que mi bebe fuese así.
—¿De verdad lo quieres? —Le solté sin más, viéndolo seriamente, él me miró y sostuvo la mirada como nunca nadie lo hizo, con decisión, franqueza, firmeza.
—Si —Me dijo. —Quiero que sepa que si me va a separar de Marcus, luchare contra todo.
—¿Y si me lo llevo lejos? —Pregunté.
—Los seguiré —Me respondió con el mismo tono y la misma mirada.
—¿Y si pongo ordenes de alejamiento?.
—Entones buscare las maneras para acercarme, contrataré un abogado para que evite que se hagan efectivas esas órdenes —Respondió.
Al muchacho se le empezó acelerar su respiración, se estaba desesperando, suspire con pesadez y baje mi mirada.
—Creo que mi acción ayer deja claro que no los alejare —Le respondí. —Pero no dejo de pensar que tú tienes la culpa Christopher, que tú le metiste esas cosas en la cabeza a mi hijo —Seguí seria y reteniendo las ganas de llorar —Yo no quiero que mi hijo sufra, que lo rechacen.
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Un Amor Inesperado (Por editar)
RomanceUn demonio Llamado Siriel tiene una misión, la cual se ve en riesgo cuando este empieza a sentir ¿Lastima? por el humano a quien se supone debe torturar. Un chico llamado Marcus Arguinzones sufre de toda clase de acosos, inseguridades, miedos y dolo...