A pesar de que la idea de juntarse en un principio había sido para animar a Virginia, Liliana le había pedido que se quedara y con ella también lo había hecho Damián; así que en esta oportunidad no los acompañarían.
La casa de Cristian era enorme. En el piso superior se encontraban las habitaciones: la de sus padres, la suya, y dos más para huéspedes. En la planta baja estaban la cocina, el comedor con una mesa para doce personas, el living con varios sillones y el televisor más grande que habían visto en sus vidas. También el cuarto de baño, una biblioteca que logró impresionar a Gastón y, tal como él les había comentado con anterioridad, el salón con una mesa de pool.
En el parque, tres veces más grande que el de ellos, había una gran piscina que prometió usarían en cuanto vinieran los días de calor. Eugenia sabía que sus padres eran adinerados, pero no se imaginaba hasta qué punto. Además, Cristian era una persona tan sencilla que jamás hacía alarde de lo material. Otra de las tantas cualidades que le gustaban de él.
Diego había llegado un rato antes ya que la casa de su amigo quedaba entre la suya y la de ellos y estaba en medio de una partida de pool con Cristian. Al ver a Laura, la envolvió en sus brazos y la besó como si no existiese nadie más. Eugenia hizo lo mismo con Cristian y luego se sentó junto a su hermana para verlos jugar.
Gastón se quedó de pie en el umbral de la puerta. Era el único que estaba solo, cosa que en cualquier otro momento no le hubiese molestado, pero de pronto, mirando esa mesa, el recuerdo de la otra noche, de ella, lo golpeó con fuerza.
Esa mujer lo tenía hecho un lío. Desde ese maldito beso no era capaz de apartarla de sus pensamientos. Nunca antes nadie le había provocado tanta añoranza, tanta necesidad. Por otro lado, no estaba acostumbrado al rechazo y eso lo estaba volviendo loco. No solo porque se moría de ganas de llevarla a la cama, sino porque ella había preferido quedarse al lado de alguien que le hacía daño, antes que darle una oportunidad a él.
Cerró fuertemente los puños ante la tensión que ese pensamiento le provocó. Odiaba sentirse así por lo que se obligó a sí mismo a buscar una distracción antes de que en un impuso le exigiera a su hermana su dirección para ir a buscarla. Qué mejor lugar para eso que la biblioteca. Pero antes de que pudiese moverse, el timbre sonó.
Eugenia fue corriendo para recibir la comida. Dejó las cajas sobre la mesa y llamó a todos para que se acercaran a comer.
—Euge, ¿no te parece que es demasiado? Con menos de la mitad nos alcanzaba —dijo Laura asombrada al contar las ocho cajas de pizza.
—Ah, es que me olvidé de decirles que también vienen...
Pero el timbre volvió a sonar, interrumpiéndola. Dejando la frase inconclusa, se alejó en dirección a la puerta.
Desde allí fueron capaces de identificar la voz de Andrea y Ezequiel que saludaron a su amiga con efusividad. Gastón se puso tenso al oírlos y casi dejó caer el vaso de gaseosa que tenía en la mano cuando identificó una tercera voz. Su voz. Mataría a su hermana y lo haría lentamente.
Eugenia y Andrea lo habían planificado juntas. Según esta última, nunca había visto a Sofía comportarse de una manera tan suelta, espontánea e impulsiva. Siempre había sido tan correcta y centrada que verla desarmarse en los brazos de Gastón resultó ser toda una sorpresa para ella. Según Eugenia, lo mismo había pasado con su hermano. Si bien no le había sorprendido el hecho de verlo besar a alguien —eso era moneda corriente—, sí lo había hecho el verlo tan afectado. No solo lo había oído rogarle que se quedara con él, sino que hasta había golpeado una pared tras verla partir.
Ambas estaban convencidas y decididas a alejarla de Marcos sin importar de qué forma. El hecho de que Gastón hubiese aparecido en la vida de ella, fue una clara señal de cuál era el camino a seguir. Él sí sabría cuidarla y protegerla como en verdad necesitaba. Lo que ninguna imaginó fue que esa noche, Sofía iría acompañada.
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Entre dos destinos
RomantikLibro 1 Serie Obsesión. ♡ Por el mes de febrero a fines de la década del 90', los hermanos González Herrera: Gastón, Damián, y las mellizas, Laura y Eugenia, se mudan a un pequeño y remoto pueblo de la Provincia de Buenos Aires para acompañar a su p...