Todo Cambió #1 (Juanpa Zurita)

Cap.20

Las cadenas me están matando el dolor, están demasiado ajustadas. Intento moverme pero solo ganó enterrarme algo punzante y sentir un líquido recorrer mi muñeca. Comienzo a llorar en silencio hasta que quedo dormida.

Narra "Austin"

- Aquí está tu pago, hijo. - extiende el sobre y lo tomo

- Gracias pa. - cuento el dinero y lo guardo dentro de mi saco - ¿Que harás con la chica?

- Aún no lo sé...

- Mmm, ¿Y Austin? El real.

- Ese está bien escondido, ni gritando con todas sus fuerzas podrán escucharlo.

Queda un silencio y está por irse pero vuelvo a hablar.

- ¿Por qué haces esto papá? ¿Por qué torturas a tus hijos?

- Tú también eres mi hijo Charlie, y no parece que te esté doliendo lo que hacemos, ¿O sí?

- No, para nada. Solo quiero tratar de entender por qué les tienes tanto odio.

- Tú madre está muerta por culpa de ellos.

Quedo un poco sorprendido por lo que dice pero solo opto por salir sin decir mada, no parece que hayan tenido que ver, son demasiaso indefensos.

Olvidé presentarme, me llamo Charlie, soy gemelo de Austin solo que cuando éramos muy pequeños nos separaron, razón por la cual no supieron de mi existencia. Contacté a papá luego de un tiempo ya que quería terminar mis estudios pero el dinero no me alcanzaba, luego de rogar un largo tiempo por fin accedió, claro que a cambio tenía que hacer algo por él.

Narra Katherine

Un ardor en mi muñeca me hace raccionar de golpe. Miro a mi al rededor y un chico se encuentra pasando un algodón por mi herida.

- Ya casi termino. - dice en cuanto le dirijo la mirada.

- ¿Quién eres?

- Me llamo Mario, supongo que tú eres Katherine. - asiento. - Hermana de Austin, ¿No es así?

- Por desgracia.

- Es increíble ver hasta dónde puede llegar la misma familia.

- Y que lo digas.

Vierte alcohol sobre la cortada, por lo que suelto un quejido.

- Lo siento, es necesario para que no se te infecte.

- ¿Eres enfermero? O algo por el estilo.

- No, solo sé primeros auxilios.

Intenta sonreír pero golpean la puerta.

- Menos plática y más trabajo niño.

Ordena con voz firme un sujeto como de casi dos metros.

- ¿Tienes idea de por qué me tiene aquí?

Pregunto en un susurro y asiente.

- Te escucho...

- Se acabó el tiempo, vamos, fuera de aquí.

Vuelve a interrumpir el tipo idiota y Mario se levanta rápidamente, antes de irse susurra un "Lo siento" y entonces sale de la habitación.

- Genial.

Recargo la cabeza sobre la pared mientras me cuestiono una y otra vez cual fué mi error para merecer esto...

Abren la puerta nuevamente y tiran al piso una chalora con comida deshidratada.

- ¿En serio piensas que comeré eso?

- No es mi problema si te gusta o no, solo espero que cuando regrese no haya ni una migaja.

- O si no, ¿Qué?

- No te conviene retarme.

- ¿Seguro?

Respondo con una sonrisa burlona y se va dando un portazo. Nuevamente me recuesto sobre la cama dispuesta a tener una siesta.

Un par de minutos más tarde escucho la puerta abrirse con brusquedad y al despertar noto al tipo acercándose a mi con furia. Creo que hacerme la valiente fué en vano.

- Hey, espera.

Me toma por los brazos con fuerza y apoya contra la pared.

- Tu jefe se molestará si se entera que me lastimaste...

- Me importa una mierda.

¡Diablos! No duda en soltar un fuerte golpe contra mi estómago sacandome todo el aire para después tomarme por el cabello y aplastar mi rostro nuevamente contra el muro. Un rato después siento que mi cuerpo se entumece tras cada golpe, hasta que mi cuerpo se deja caer sin poder más...

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