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"Cuando lo crea oportuno... Abrir... Abrir un hueco en el futuro... Fundir... Fundir mi sueño con el tuyo... Por fin... Y que por fin seamos uno..."

*Narra Gustavo*

Salimos a tocar afuera del estudio, en el patio. Llevamos alargues para poder conectar los equipos. Unísono tiene un muy lindo patio (Una de las cosas por que lo elegí). Con cesped, varias plantas con diferentes flores y un solo árbol; pero que da mucha sombra.
Conectamos los micrófonos a un altoparlante. Hicimos una ronda, nos sentamos en unos bancos que trajimos de adentro.

-Toquemos Traeme La Noche- Lucas ya estaba preparándose.

-No, otra cosa- Resongó Richard.

-¿Uno entre mil entonces?- Zeta se apoyó en el respaldar del banco.

-Ayy dale, hace tanto que no escucho ese tema- Alejandro dio un suspiro.

-Okey, toquemos ese- Reí -Un, dos, tres, va...-

El comienzo fue un desastre. Cada uno hizo lo que se le cruzó por la cabeza, incluyendome a mi con la guitarra. Fue como si un gran pedazo de chapa hubiera dado contra el suelo de cemento.

-¿Qué pasó?- Todos reíamos por el estruendo que fue -Si así vamos a tocar en los conciertos, mejor nos quedemos en casa- Seguíamos a las carcajadas.

Escuchamos abrír la puerta del pasillo que daba hacia acá. Todos miramos atentos a ver quien era.

-¿Qué pa...?- Mirabamos fijamente y de manera psicópata a Adrián -Enserio, ¿Qué sucedió acá?-

-Nada, sólo estábamos tocando- Alejandro habló lo más serio que pudo.

-Ajá...- Achinó los ojos -Gus, sin ofender, pero si tratas de hacer la misma música de Kiss te aviso que no te sale para nada bien- Comenzó a reírse y entró de nuevo al estudio.

Volvimos a darnos vuelta mirando hacia el centro del circulo.

-¿Vamos de nuevo?- Pregunté. Los chicos asintieron -Un, dos, tres, va...-

🎶

Siendo media tarde, todos volvieron a sus casas para pasar un rato con sus familias o en el caso de Lucas y Alejandro con sus novias.
Yo quedé sólo en el estudio. Pasaron las horas y yo me quedé sampleando unos temas. Sentado frente a la computadora sentía que en cualquier momento se me tornarían los ojos cuadrados.
Escuché pasar a alguien caminando justo cuando detuve la música.
Salí a ver quien era.

-¡Hey Gise!- Ella se detuvo y dio media vuelta.

-Ah hola Gus-

-¿Querés que vayamos a tomar algo?-

-Ehh no, perdona, ya había acordado salir con otros amigos-

-Ah bueno, no hay drama- Nos despedimos.

Volví a mi asiento. Puse de nuevo música y la seguí mezclando junto con otros tracks que había grabado hace un mes. No me parecían muy convincentes. Me apoyé en el respaldar de la silla y con mi brazo derecho extendido movía el mouse sin ningún sentido. Ya me estaba aburriendo. Me dolía el culo de tanto estar sentado.
Agarré mi celular y marqué el número de Bárbara.

-Hola Bárbara. Habla Gustavo-

-¡Ah hola! ¿Cómo estás?-

-Bien. Che. Te quería preguntar ¿Vos ahora estas ocupada?-

-Ehh no, no. ¿Por? ¿Necesitas algo?-

-Es que quería saber si querías que vayamos a tomar algo. Digo, si tú quieres-

-Si, me encantaría-

-¡Okey!. Pasame tu dirección y te busco- Ella me la pasó.

🎶

Agarré las llaves del auto. Apagué todos los equipos y salí a buscar a Bárbara.
Inmediatamente llegué a su casa. Acomodé mis rulos desastrosos mirando en el espejo retrovisor. Sonreí un poco y me sentí preparado para bajar del auto. Saliendo de él acomodé mi remera y pasé mis manos por el pantalón. Caminé hacia la puerta. Tomé aire y toqué tres veces.

-¡¡Ahí va!!- Se escuchó a lo lejos.

Asentí y me quedé esperando en la puerta a que ella abriera.

🎶

Mientras estábamos merendado hablamos un poco de cada uno, no me bastó la charla que tuvimos en el café después del choque.

-Yo soy de Catamarca, pero estudié abogacía y me vine a probar suerte en Buenos Aires-

-¿Tus padres? ¿Estan allá?-

-Si- Bajó la cabeza -Tuve que dejar todo para venirme acá-

-Pero veo que te va bien ¿Eh?. A no ser que con el auto que me chocaste no sea tuyo- Bromeé.

-Si, es mío- Mostró su blanca dentadura.

-¿Hace cuanto vivís en Buenos Aires?- Apoyé el codo en la mesa y mi cabeza en mi mano.

-Ya van a ser cinco años- Suspiró moviendo la cucharita dentro de la taza con café.

Pasaban las horas. Sus ojos color miel me fascinaban y hacían que olvidase un poco el trabajo. Mientras más me contaba sobre su vida, más me gustaba ella.
Cuando era más joven soñaba con tener una vida como ella. Tener un trabajo normal, tranquilo, no preocuparme por lo que haga y como van a pensar los demás.

🎶

La volví a llevar a su casa.

-Gracias Gus. La pasé bien- Miró por mi ventanilla ya abajo del auto.

-Yo también la pasé bien- Le sonreí.

Me devolvió su tierna sonrisa y entró a su casa.






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¡¡¡¡Disculpenme por no publicar nada!!!!
He estado distraída con otras cosas y me olvidé por completo de que no había publicado acá

Mereces Lo Que SueñasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora