"You're a weapon, and weapons don't weep."
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El agente americano, el británico y su nueva compañera se disponían a entrar en la nave industrial de Burrell, donde habían estado el día anterior. Esta vez era de noche, y pretendían, silenciosamente, eludir la seguridad del lugar y hacerse con pruebas concluyentes contra la peligrosa familia.
Ella portaba su habitual atuendo de mercenaria, consistente en unos pantalones largos, oscuros y ceñidos, y una camiseta similar. Además de su habitual cinturón de herramientas, donde guardaba armas y munición, y el pañuelo oscuro que tapaba su boca y nariz.
En cambios, sus colegas iban vestidos como diariamente, sin nada que les cubriese por si le veían la cara.
¿Es que nunca os tapáis la cara?¿Qué pasa si os descubren? Ya sé que tú, Il, llevas tu gorrito de ruso, pero ¿qué hay de ti? ¿Nunca te cubres?.- Se lo preguntaba a Napoleón, con curiosidad en su voz.
No, nunca cuando robo.
Eso no tiene sentido. No debo preguntarte entonces cuándo lo haces.
Él sonrió de lado, satisfecho.
Los tres estaban a punto de entrar en el edificio, esperaban el momento adecuado a pocos metros de la entrada, escondidos.
¿Qué llevas ahí?.- Inquirió el pelinegro, señalando la pequeña mochila que Elektra llevaba a la espalda.
Es una sorpresa, estoy segura de que te encantará.
No sé si asustarme o alegrarme.- El pelinegro no sabía qué esperar de ella.
Probablemente debamos hacer las dos.- Refunfuñó el agente ruso, secamente.
Me halagas, Ill.- Ella dejó un beso en la mejilla de su compañero rubio, riendo suavemente.- Eres adorable.
¿Por qué a mí no me das besos? Yo te tengo dicho cosas más bonitas. Y, ¿adorable, de verdad? Peligro puede ser de todo menos adorable.- Napoleón bramó, casi indignado.
Eso es envidia, cariño, seguro que no lo dice en serio.- Murmuró Elektra, apoyando su mano derecha en el brazo del soviético.
Tú tienes un problema con los rubios, ¿no?
¿Cuál es el problema? Me gustan.- Alzó sus hombros descuidadamente, con tranquilidad.- Todo está tranquilo, vamos a entrar.
Yo iré al despacho, a buscar pruebas allí. Vosotros investigad el resto. Y que no os vean.- El ruso tomó la delantera, dando las órdenes.
¿Tenemos que ir juntos? Yo trabajo mejor solo.
Y estoy seguro de que ella no quiere tenerte respirándole en la nuca, pero es mejor que vayáis juntos, cowboy.
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The Coldest War
RomanceUna nueva conspiración que pretende acabar con el mundo, tal y como se conocía hasta el momento. ¿Podrán seguir trabajando juntos Rusos y Americanos, o sus diferencias acabarán por romper el grupo? ¿Podrá resistir el frágil vínculo que los une? ¿Ha...